Desenterrar a Od¨®n de Buen
Sali¨® de Espa?a en 1938, tras ser canjeado por Pilar Primo de Rivera. Hab¨ªa sido senador republicano y concejal del Ayuntamiento de Barcelona, amigo ¨ªntimo del pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco, presidente de Sala del Tribunal Superior de Justicia, catedr¨¢tico de Ciencias Naturales en la Universidad de Barcelona, de la que le expulsaron en 1896 por explicar a Darwin, y, sobre todo, fue el fundador de la oceanograf¨ªa espa?ola. De ¨¦l hab¨ªa dicho Ram¨®n y Cajal que era "naturalista de mucho m¨¦rito, republicano exaltado y librepensador militante". Sus memorias, escritas en el exilio, son el apasionado relato de una vida agitada.
En la cubierta del Aretusa anclado frente al puerto de Valencia, en la ma?ana del 9 de agosto de 1937, tras m¨¢s de un a?o de c¨¢rcel, Od¨®n de Buen fue canjeado por Pilar Primo de Rivera, hermana de Jos¨¦ Antonio. Desde all¨ª la familia naveg¨®, siempre el mar salv¨® al ocean¨®grafo, hasta Barcelona, y luego a Banyuls-sur-Mer, en la costa mediterr¨¢nea de Francia, donde se refugiaron hasta que pudieron emigrar a M¨¦xico y donde escribi¨® estas memorias. En Banyuls se hab¨ªa creado el primer acuario p¨²blico del Mediterr¨¢neo y era un lugar frecuentemente visitado por De Buen y sus alumnos, que acud¨ªan all¨ª todos los a?os en viajes de estudios.
MIS MEMORIAS (ZUERA, 1863-TOULOUSE, 1939)
Od¨®n de Buen y del Cos
Instituci¨®n Fernando el Cat¨®lico. Zaragoza, 2003
534 p¨¢ginas. 17,31 euros
Od¨®n de Buen y del Cos era hijo del sastre de Zuera, una excepci¨®n en una familia de agricultores. Naci¨® en este peque?o pueblo situado al norte de Zaragoza en 1863, y desde peque?o mostr¨® una gran inteligencia, hasta el punto de que el ayuntamiento le concedi¨® una beca para estudiar el bachillerato en Zaragoza y la licenciatura en ciencias naturales, que alcanz¨® en Madrid, en 1884.
Fue, desde 1889, catedr¨¢tico de la Universidad de Barcelona, con una gran preocupaci¨®n docente, que le llev¨® a sacar a los alumnos de las aulas y llevarles al campo y al mar, y a publicar manuales de zoolog¨ªa, geolog¨ªa y bot¨¢nica, en los que por primera vez, seg¨²n el historiador L¨®pez Pi?ero, "se ofrec¨ªa en nuestro pa¨ªs una s¨ªntesis acad¨¦mica rigurosamente basada en el evolucionismo darwinista". Eso le supuso algunos problemas con el Consejo de Ministros que lo suspendi¨® de sus c¨¢tedras por un tiempo. En 1910 fue excomulgado por el obispo de Barcelona, el cardenal Casanyes, y, finalmente, trasladado forzosamente a la Universidad Central, en Madrid, donde obtuvo una c¨¢tedra en 1913.
En 1885, a los 22 a?os, particip¨® en un viaje de estudios a bordo de la fragata Blanca, tras el que escribir¨ªa su libro, tambi¨¦n publicado recientemente por la Instituci¨®n Fernando el Cat¨®lico, De Kristian¨ªa a Tuggurt. Un viaje que "resolv¨ªa, quiz¨¢ para siempre, el problema de mi vida". Y es que, adem¨¢s de la pasi¨®n pol¨ªtica y la pasi¨®n docente, la investigaci¨®n marina fue el gran trabajo cient¨ªfico de De Buen. En 1906 fund¨® el Laboratorio Marino de Porto P¨ª, en Palma de Mallorca, germen del futuro Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa, trabajando en el cual le cogi¨® la guerra. Particip¨® en la construcci¨®n de la oceanograf¨ªa en Europa y en Iberoam¨¦rica, presidi¨® asambleas y comit¨¦s, y dej¨® constancia de sus pasiones all¨ª donde estuvo.
Este libro que ve la luz, m¨¢s de sesenta a?os despu¨¦s de su escritura, ha sido posible gracias a que Mar¨ªa del Carmen de Buen L¨®pez Heredia, en M¨¦xico, realizara la trascripci¨®n de las 1.177 cuartillas. Informaci¨®n clave para reivindicar una figura de enorme talla intelectual, pol¨ªtica y cient¨ªfica que estaba hurtada al conocimiento p¨²blico.
De Buen muri¨® en M¨¦xico en 1945 y ahora, 140 a?os despu¨¦s de su nacimiento y al tiempo que sus memorias ven la luz, sus cenizas han regresado a Espa?a. Hab¨ªa expresado su deseo de volver y por fin, gracias al empuje del ayuntamiento de su pueblo, el 4 de abril de 2003 se le ha tributado un homenaje p¨®stumo y se han colocado sus cenizas en el cementerio de su pueblo natal. Od¨®n de Buen, un hombre cuya religi¨®n "se cifraba en una gran rectitud de conciencia, en el culto del bien, de la familia, de la ciencia, de la libertad, de la justicia y del trabajo".
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