Los frutos amargos
Hace apenas una semana los obispos publicaron una pastoral execrando a la comunidad pol¨ªtica por condescender con una revoluci¨®n sexual cuyos "frutos amargos son la desastrosa situaci¨®n de la sociedad actual". Enumeraban: "Violencia dom¨¦stica, abusos sexuales de todo tipo, muchedumbre de hijos que crecen sin hogar verdadero....". Los prelados retaban a sus evangelizadores a combatir "con arrojo", y a "desenmascarar", a quienes, con la disculpa de lo "pol¨ªticamente correcto", no combaten esos males, y se?alaban sin tapujos a los poderes "infeccionados".
Una pastoral episcopal, y menos ¨¦sta ¨²ltima sobre la familia, tan apocal¨ªptica, rara vez se toma en Espa?a como abstracci¨®n de un probo serm¨®n o desahogo espiritual de unos jerarcas que se consideran inatacables e, incluso, representantes en la Tierra de una "sociedad perfecta", seg¨²n rez¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado el Concordato suscrito en 1953 entre el Vaticano y Espa?a. Las pastorales de los obispos, sobre todo en per¨ªodo electoral, siempre arman revuelo. Lo que no sospechaban los prelados cat¨®licos es que sus abominaciones contra las supuestas inmoralidades sexuales de los espa?oles fuesen a coincidir con la pasividad del Obispado de C¨®rdoba ante un caso sentenciado de abusos sexuales a varias menores por parte de un p¨¢rroco mantenido en el cargo con el "apoyo y la cercan¨ªa" de sus superiores.
La rectificaci¨®n, ciertamente tard¨ªa, del obispo Juan Jos¨¦ Asenjo, portavoz de la Conferencia Episcopal entre 1998 y 2003 y prelado de C¨®rdoba desde septiembre pasado, no sirvi¨® ayer para aplacar la desolaci¨®n de los autoridades eclesi¨¢sticas, que se apresuraron a subrayar en su p¨¢gina web (www.conferenciaepiscopal.es) la normativa aplicable en estos casos, aprobada en 2002 con motivo de los espectaculares esc¨¢ndalos de pederastia y encubrimiento de ped¨®filos, que implicaron en la Iglesia de EE UU a cientos de sacerdotes y a algunos obispos. "Las di¨®cesis tendr¨¢n mecanismos para responder r¨¢pidamente a cualquier alegaci¨®n en la que haya raz¨®n para creer que ha habido abuso sexual de un menor", dice esa normativa.
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