Sencillo y hondo
Un trabajo de Erwin Wurm (Bruck/Mur, Austria, 1954) se titula Hold your breath and think of Spinoza or Bush (as you like). Se trata de uno de sus Instruction Drawings, unos dibujos, a veces acompa?ados de los oportunos objetos, en los que el espectador encuentra instrucciones para llevar a cabo diversas acciones pasablemente absurdas, como tumbarse sobre una docena de naranjas, sacar las piernas por una ventana, ponerse una camisa en el lugar de los pantalones, o montarse sobre una se?al de tr¨¢fico. De hecho, estas obras no consisten s¨®lo en el dibujo con sus instrucciones, ni en la acci¨®n, ni en la fotograf¨ªa (o v¨ªdeo) en que ¨¦sta queda eventualmente documentada, sino en el concepto en el que todo ello queda envuelto. ?ste es el producto brillante, sencillo y extremadamente condensado de una larga tradici¨®n que arranca en Duchamp, prosigue con los distintos accionismos y conceptualismos, y confluye en un punto en donde la escultura se introduce en el ¨¢mbito de la fotograf¨ªa.
ERWIN WURM
Galer¨ªa Espai Lucas
Jofrens, 6. Valencia
Hasta el 6 de marzo
Erwin Wurm irrumpi¨® en los a?os noventa con unas esculturas consistentes en algo as¨ª como pedestales vestidos (con camisas, abrigos, jers¨¦is). M¨¢s tarde abandon¨® las formas geom¨¦tricas e introdujo el cuerpo humano bajo esos ropajes. En sus One Minute Sculptures le encontramos ya en los dominios en los que hoy se mueve: esas ef¨ªmeras "esculturas" (como otras que hizo a base de polvo disperso en la calle) se materializan en fotograf¨ªas donde se juega con la ambig¨¹edad de su estatus en cuanto que esculturas que son acciones, singulares pero repetibles; fugaces, pero eternizadas; concepto, pero tambi¨¦n imagen; modelo, pero absurdo.
La muestra de que hablamos consta de ejemplos de la serie Brothers and Sisters, protagonizada por unos religiosos sorprendidos en bastante extra?as situaciones, y de Instructions on how to be politically incorrect (cosa que Wurm nos presenta f¨¢cil: basta dejarse crecer un vientre o unos gl¨²teos bien protuberantes). Junto a ellas encontramos un par de objetos. El uno es una casita con una apertura o entrada por donde introducir la cabeza (el resto del cuerpo no cabe). El otro es una mesa insulsa (American/Spanish table of conspiracy) en uno de cuyos cajones se puede, una vez m¨¢s, introducir la cabeza y conspirar sin que nadie nos lea los labios y sin necesidad de viajar a las Azores. Para que luego digan que el arte no sirve para nada.
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