Courtney Love reaparece con un disco lleno de rabia y energ¨ªa

Cantante, compositora, m¨²sica y actriz, Courtney Love (San Francisco, 1968) es, seguramente, m¨¢s conocida por sus esc¨¢ndalos y provocaciones que por su m¨²sica. La ex cantante de Hole debuta ahora en solitario con America's sweetheart, su primer disco con la multinacional Virgin, en el que presenta doce canciones implacables, llenas de rabia y energ¨ªa, muy en la l¨ªnea del punki y de su anterior banda. La viuda del l¨ªder de Nirvana, Kurt Cobain, apoyar¨¢ la presentaci¨®n del disco con una gira por Estados Unidos, pero antes debe resolver sus problemas con la justicia.

Tras su ¨²ltima detenci¨®n por intentar entrar a la fuerza en la casa de un ex novio y un ingreso por sobredosis en un hospital, Courtney Love vive pendiente de una resoluci¨®n de un juzgado de Los ?ngeles, que el pr¨®ximo martes decide sobre la custodia de su hija Frances, de 11 a?os, que actualmente se encuentra bajo la tutela de su abuela, la madre del cantante de Nirvana.

Courtney Love fund¨® Hole en 1991, y pese a ser un grupo conocido nunca lleg¨® a alcanzar grandes ventas. La banda llevaba cuatro a?os sin publicar un ¨¢lbum de estudio. Parte del tiempo lo ha gastado su cantante en disputar con su anterior compa?¨ªa, Universal, multinacional con la que tambi¨¦n grababa Nirvana, y que finalmente acab¨® por entregarle la carta de libertad y los derechos de las canciones de Hole. Universal pierde a Hole, pero sigue explotando el legado de la banda que lider¨® su marido y que lanz¨® el movimiento grunge.

La cantante pretende erigirse en una defensora de los derechos de los m¨²sicos. En una entrevista con The Face dijo que estaba dispuesta ha emprender una batalla contra la industria discogr¨¢fica por conseguir que los m¨²sicos pudieran romper sus contratos firmados para largos a?os. Courtney, que parece haber pactado una tregua, reaparece ahora bajo el sello de otra multinacional, Virgin, con la que ha firmado para la grabaci¨®n de tres compactos.

La grabaci¨®n del primero, America's sweetheart, ha sido larga y tortuosa. Sus canciones siguen destilando energ¨ªa y rabia. La cantante posa en la portada vestida como una pin-up, pero en versi¨®n rockera. No en vano Mono, el primer single del ¨¢lbum, suena como una declaraci¨®n de principios de lo que ella misma denomina como la revoluci¨®n del nuevo rock. Sunset strip, el cuarto corte, destila tambi¨¦n algo de su filosof¨ªa de vida: "M¨ªrame por ¨²ltima vez, / mira a ver si encuentras vida en mis ojos. / No me desvanecer¨¦, de ninguna manera, no por dolor ni tristeza".

Adem¨¢s de canciones de su cosecha, para su reaparici¨®n, Courtney ha buscado, entre otras, la colaboraci¨®n de compositoras como Linda Perry, componente de Four Non Blonde y autora de canciones para Pink o Christina Aguilera, que firma All the drugs in the world. En el disco, las voces y guitarras de Courtney se acompa?an de los guitarristas Wayne Kramer, Scott McCloud, Jerry Best y la bater¨ªa de Samantha Maloney y Kim Deal.

De cara al futuro, la viuda de Kurt Cobain planea reunir una banda nueva cuyos componentes sean mujeres. El grupo, en el que contin¨²a Maloney, incluir¨¢ una guitarrista y una bajista a las que piensan descubrir a trav¨¦s de un anuncio publicado a toda p¨¢gina en The Village y en el que solicitaban m¨²sicos que parezcan "diosas".

Entretanto, esta pol¨¦mica artista aguarda el veredicto de un tribunal de Los ?ngeles sobre la custodia de su hija, a la que confiesa adorar. La ni?a fue testigo de la ¨²ltima crisis de su madre, v¨ªctima de una sobredosis tras consumir un f¨¢rmaco que emplean los enfermos de c¨¢ncer y que tiene efectos parecidos a la hero¨ªna. Courtney ahora debe medir al m¨¢ximo sus gestos y sus acciones. Su ¨²ltima comparecencia en p¨²blico fue en la recatada entrega de los Grammy, el pasado domingo. La cantante, a la que sus padres cedieron en custodia a unos amigos cuando apenas contaba tres a?os, no desea que su hija acabe enganchada en esa espiral de abandonos y soledad. "Soy una madre un poco especial, pero mi hija sabe cu¨¢nto la quiero", ha asegurado en alguna ocasi¨®n. Pero las buenas intenciones no bastan, al menos, en su caso.