Comercio frente a limosna
El presidente de Uganda advierte al Banco Mundial de que el acceso al mercado internacional, no las ayudas, es la soluci¨®n a la pobreza
"El acceso a los mercados desarrollados debe ser la principal exigencia de ?frica. La ayuda no sirve como motor de arranque. Ha fracasado en los ¨²ltimos 40 a?os. La ayuda para el comercio debe ser el nuevo eslogan", afirm¨® el presidente de Uganda, Ioweri Museveni, a principios de este mes durante la reuni¨®n sobre desarrollo celebrada por el Banco Mundial en Marraquech (Marruecos). Museveni puso el dedo en la llaga de ?frica y defendi¨® que el acceso de los pa¨ªses pobres al mercado mundial es m¨¢s importante que la ayuda internacional. Los datos de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) no le desmienten. En 2002, la participaci¨®n de ?frica en el comercio mundial era del 2,7%, pero ese porcentaje se queda en menos del 1% si se descuenta a Sur¨¢frica y a los pa¨ªses del Magreb. Una cifra escandalosa si se compara con el 25,8% que suponen las exportaciones de Asia; el 15,1% las de EE UU y Canad¨¢, o el 42,4% las de Europa Occidental.
"Los africanos exportan empleos y dinero con cada kilo de materia prima que exportan"
Museveni, que gobierna Uganda desde hace 18 a?os y que ha logrado que su pa¨ªs sea uno de los pocos del ?frica subsahariana que ha crecido econ¨®micamente en los ¨²ltimos a?os, asegur¨® que "los africanos exportan empleos y dinero con cada kilo de materia prima que exportan" y que, por tanto, son ellos los verdaderos "donantes, donantes en la ignorancia". La falta de tecnolog¨ªa e infraestructuras para elaborar y poner en el mercado esas materias primas hace que, seg¨²n sus c¨¢lculos, ?frica done al mundo 10 d¨®lares por cada kilo de algod¨®n y 20 por cado kilo de caf¨¦ sin procesar.
El presidente ugand¨¦s explic¨® el atraso del continente negro por la existencia de lo que llam¨® "siete cuellos de botella estrat¨¦gicos":
- "La ausencia total de democracia".
- "La falta de infraestructuras".
- "La supresi¨®n del sector privado, especialmente por los reg¨ªmenes posteriores a la independencia".
- "Una econom¨ªa basada en la exportaci¨®n de un reducido n¨²mero de materias primas sin valor a?adido".
- "Una estrategia de desarrollo concentrada en las industrias orientadas a la sustituci¨®n de importaciones en lugar de a la exportaci¨®n".
- "La balcanizaci¨®n pol¨ªtica de ?frica en 53 Estados, lo que supone que el continente no tenga un gran mercado interno ni pueda negociar conjuntamente con el mundo exterior ni tener la capacidad militar necesaria para disuadir a sus enemigos".
- "Las carencias de un verdadero sistema educativo y sanitario".
Se est¨¦ de acuerdo o no con sus palabras y su estilo populista, Museveni, que tambi¨¦n se ha beneficiado de la ayuda internacional, ha obtenido algunos ¨¦xitos durante su mandato, como son haber pasado en estos a?os de 300 kil¨®metros de carreteras a 2.000, de 2,5 millones de ni?os escolarizados a 7 millones o haber reducido el porcentaje de infectados con el virus del sida del 30% al 6% de la poblaci¨®n.
Estos datos contrastan con los que rigen para el resto del ?frica negra, donde casi 700 millones de personas viven con una media de 65 centavos de d¨®lar al d¨ªa, m¨¢s del 40% no tiene acceso a agua potable y en la que un solo conflicto, la guerra de Congo entre 1998 y 2003, ignorada en Occidente, cost¨® la vida a tres millones de personas.
El Banco Mundial ha cambiado su pol¨ªtica en los ¨²ltimos a?os, cansado de ver que de cada d¨®lar que prestaban los pa¨ªses donates 80 centavos acababan con pasmosa celeridad en el extranjero, preferentemente en las cuentas suizas de los clept¨®cratas que gobiernan la regi¨®n. Ahora se trata de primar a los pa¨ªses pobres que son bien gobernados, orientando esa ayuda hacia el fortalecimiento de sus instituciones y teniendo m¨¢s en cuenta la opini¨®n de los beneficiarios en los proyectos de desarrollo.
Pero sus esfuerzos parecen simples esparadrapos para frenar la hemorragia de un continente que se desangra desde hace a?os en guerras civiles. Los propios funcionarios del Banco Mundial admiten que las esperanzas despertadas por la gira por cuatro pa¨ªses africanos realizada por el ex secretario del Tesoro de EE UU, Paul O'Neill y el cantante irland¨¦s Bono en junio de 2002 parecen haberse disipado. El llamamiento final de O'Neill en Etiop¨ªa a "afrontar la lucha contra la pobreza en ?frica con la energ¨ªa con que se combati¨® al fascismo en la II Guerra Mundial" queda ya muy lejos.
?Son los malos gobiernos los responsables de la pobreza? ?Es m¨¢s importante el acceso al comercio mundial que la ayuda internacional? El presidente del Banco Mundial, James D. Wolfensohn, fue cauto en sus respuestas a EL PA?S: "Los gobiernos son un elemento clave en el grado de pobreza de un pa¨ªs. Hace 40 a?os la renta per c¨¢pita entre algunos pa¨ªses de ?frica y Asia estaba en niveles parecidos y ahora la diferencia es enorme a favor de Asia. La corrupci¨®n es corrosiva para el desarrollo, pero tambi¨¦n hay otros factores como la localizaci¨®n, la historia y la cultura. En cuanto a la ayuda y el comercio, son necesarias las dos".
Pero Wolfensohn no se mordi¨® la lengua cuando se le pregunt¨® por la relaci¨®n entre pobreza y seguridad: "Existe un total desequilibrio en la manera en que el mundo trata la cuesti¨®n de la pobreza. Gastamos casi un bill¨®n de d¨®lares al a?o en seguridad y defensa y s¨®lo 50.000 millones en desarrollo, y aun as¨ª esperamos que estas decisiones traigan la paz y la estabilidad. Mi juicio personal es que si no se ataja el problema de la pobreza nunca habr¨¢ paz. Me parece fundamental encontrar otro equilibrio".
M¨¢s de 300 millones de africanos menores de 16 a?os esperan una oportunidad.
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