Las penurias de un ni?o salsero
Rebosio, internacional peruano del Zaragoza, recuerda c¨®mo se las ingeni¨® en una gira europea con el club de su academia cuando ten¨ªa 10 a?os
Miguel Rebosio (Lima, 1976), defensa del Zaragoza con pasaporte comunitario, es el ¨²nico futbolista peruano en la Liga. Esta noche vestir¨¢ por 34? vez la camiseta de su selecci¨®n ante la espa?ola, "contra la que todos quieren jugar", advierte. Al elegir un referente en el equipo de I?aki S¨¢ez no duda: "Ra¨²l, un gran trabajador que se entrega como el capit¨¢n que es". A continuaci¨®n, eso s¨ª, matiza que hay otros jugadores "importantes": "Joaqu¨ªn, Reyes, Casillas o Vicente, muy j¨®venes y a los que les quedan muchos a?os de f¨²tbol".
Rebosio cree que para Per¨² su partido de hoy es una prueba de fuego. Entre otras razones, porque compara a Espa?a con Francia, Brasil o Argentina. "Nosotros, normalmente, disputamos encuentros contra Honduras o Nicaragua, que se hallan a un nivel bastante inferior", recuerda.
Gracias al esfuerzo familiar, Rebosio estudi¨® en un colegio privado: "Mis dos hermanas mayores iban a uno p¨²blico, pero mis padres trabajaron mucho para que yo fuera a uno que me permitiera tener una mejor educaci¨®n". Sin embargo, a pesar de ser un buen estudiante, Miguelito, como le llamaban en casa, estaba deseando dejar los libros y salir a la calle para jugar al f¨²tbol. Dos piedras hac¨ªan las veces de porter¨ªa y los coches no dejaban de interrumpir el juego. "Creo que todav¨ªa siguen jugando as¨ª los ni?os en mi pa¨ªs porque la verdad es que no hay centros deportivos a los que puedan ir".
A los 10 a?os, Rebosio empez¨® a disputar torneos en Europa con la academia deportiva a la que pertenec¨ªa, un grupo de 16 muchachos que hac¨ªan las maletas para viajar 45 d¨ªas por Suecia, Dinamarca, Finlandia o Italia. "Yo he viajado a esa corta edad en barco, en avi¨®n, en autob¨²s... Me lavaba la ropa y me hac¨ªa solo la maleta. Todav¨ªa me acuerdo de cosas que aprend¨ª en esa ¨¦poca". Cuando regresaba, sus compa?eros del colegio no le cre¨ªan las historias que contaba. "Me impresion¨® mucho ver un tranv¨ªa o el metro por primera vez, muchas cosas que en Per¨² no las pod¨ªas ni imaginar y que en algunos lugares de all¨ª todav¨ªa no existen".
El zaragocista era uno de los ni?os becados por la academia. Cuando se quedaban sin dinero, despu¨¦s de estar 30 d¨ªas viajando de un pa¨ªs a otro, se las ingeniaban para comer gratis: "Recolect¨¢bamos botellas vac¨ªas de refrescos y las met¨ªamos en cajas. Luego, las entreg¨¢bamos en los bares y nos invitaban a un bocadillo y a una Coca-Cola".
Una de sus pasiones, aparte del f¨²tbol, es la salsa: "En la zona donde me cri¨¦, Callao, se escucha continuamente. Es una afici¨®n que llevo en la sangre".
Lleva cuatro temporadas jugando en el equipo de la capital aragonesa, donde, explica, se ha adaptado a la perfecci¨®n "desde el primer momento": "He tenido un gran apoyo de la gente y de mis compa?eros. La ¨²nica pega es que no haya otro jugador peruano en el equipo para escuchar salsa juntos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.