Lesbianas madres

La noticia m¨¢s importante de ayer era la sentencia que permite a una mujer adoptar las hijas gemelas que tuvo su compa?era lesbiana (por inseminaci¨®n de laboratorio). Se?alo su identidad sexual, aunque cada uno puede tener la que quiera y pueda mientras no perjudique a nadie, porque es la primera vez que se quiebra la inflexible defensa del matrimonio tradicional. Primera vez en la historia y en el mundo occidental. Cualquier libertad, cualquier aceptaci¨®n por la dura lex de elecciones individuales, debe ser acogida como propia. No fue poco conseguir en Espa?a la libertad de no casarse por el sacramento, que antes era obligatoria independientemente de las creencias de los contrayentes (en realidad, obligados a tener esas determinadas creencias). El objetivo final debe ser el amor libre, el sexo libre, la paternidad libre; aunque yo no lo alcance nunca, porque tengo pegada en la frente la etiqueta de caducidad: por el empe?o que tenemos algunos soberbios de que la sociedad salga lo antes que pueda de las obligaciones que le imponen quienes la explotan. M¨¢s si los explotadores son tan miserables como para fingir religiosidad, aunque en realidad no hay m¨¢s religi¨®n que la fingida. Aunque sea para espantar el propio miedo. Alguna vez he contado que ment¨ª a una persona que me dec¨ªa que seguramente habr¨ªa otra vida, que no pod¨ªa terminar as¨ª, le di toda clase de seguridades de que s¨ª; cuando yo estaba seguro de que no. Pero le defend¨ªa de su miedo, de su angustia y hasta de la injusticia de morir: algunos luchamos contra la muerte porque es una tiran¨ªa y porque su realidad ha sido falseada por la canalla propagandista para tener mejores esclavos.

Desv¨ªo aparentemente -es mi costumbre: todo est¨¢ relacionado- el tema b¨¢sico; la ley navarra que legaliza las relaciones entre personas del mismo sexo, y la sentencia del juez, acogi¨¦ndose a ella, que est¨¢ perfectamente razonada y la basa en lo que es aceptado: la defensa del ni?o, en este caso ni?as y gemelas. Todo lo que se hace actualmente en materia de adopciones tiene como base esa defensa, aunque sea realmente imposible de prever, y la idoneidad -la capacidad de los adoptantes para defender al ni?o- se base en la ordenaci¨®n de la sociedad: sus sueldos, su espacio vital, su futuro. La esperanza es que la adopci¨®n a la navarra se extienda por Espa?a y por el mundo. Habr¨¢ que cambiar de Gobierno.