El cantante Gilberto Gil abre una crisis en el Gobierno de Lula
El cantante y compositor brasile?o Gilberto Gil, del Partido Verde y que fue la apuesta personal¨ªsima de Luiz In¨¢cio Lula de Silva para dirigir el Ministerio de Cultura, se ha quedado sin sus principales asesores y amigos. Ant¨®nio Riserio, presidente del Instituto del Patrimonio Hist¨®rico y Art¨ªstico Nacional; Marcelo Ferraz, coordinador general del Programa Monumenta, y Mar¨ªa Elisa Costa han dejado sus cargos en solidaridad con Roberto Pinho, secretario de Programas y Proyectos, a quien Gil ha despedido por encargar a dedo a la empresa de unos amigos, sin pasar por concurso alguno, un importante proyecto para la construcci¨®n de centros de cultura en las favelas.
Pinho es amigo de la infancia del ministro y padrino de su hija. Por ello, Gil ha declarado que su decisi¨®n ha sido muy dif¨ªcil y dolorosa, pero que por encima de todo est¨¢ "la lealtad al presidente y a los deberes de Estado".
Pinho, inspirador del tropicalismo, fund¨® en 1972 la ut¨®pica Rep¨²blica de Guariroba, una comuna de 50 personas que pretend¨ªa crear un hombre nuevo y un nuevo pa¨ªs. Gil, que tuvo relaci¨®n con aquel proyecto, llam¨® a sus viejos amigos tras la victoria de Lula para llevar al Gobierno algunas de aquellas utop¨ªas juveniles.
Los dimisionarios acusan ahora a Gil de "deslealtad y mezquindad". "Una vez m¨¢s el sue?o acab¨®", dijeron a la prensa. Y el ministro Gil les replic¨®: "?De qu¨¦ sue?o se trata? O consideramos que la lucha contra la corrupci¨®n es decisiva o los proyectos pol¨ªticos y culturales se ir¨¢n a pique". La inc¨®gnita es saber qu¨¦ va a hacer ahora Gil, pues carece de apoyos en el Partido de los Trabajadores (PT), que en su d¨ªa trat¨® de imponerle a sus colaboradores.
El caso Pinho se produce poco despu¨¦s del esc¨¢ndalo que afect¨® a Wladimir Diniz, asesor del poderoso ministro Jos¨¦ Dirceo, cogido in fraganti en una grabaci¨®n negociando con uno de los jefes del juego clandestino de apuestas la financiaci¨®n electoral de algunos pol¨ªticos del PT. Gil no ha hecho si no seguir la senda de Lula con Diniz, al que destituy¨® fulminantemente.
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