Duelo revitalizado
Comienza la Copa, lo que siempre es motivo de alegr¨ªa, pues el baloncesto recupera rasgos excitantes y dram¨¢ticos. Y nada mejor como cabecera de cartel que el Barcelona-Madrid m¨¢s igualado de los ¨²ltimos tiempos.
Se necesita la buena salud de ambos, lo que en el Bar?a no es novedad, pero s¨ª en el Madrid, en su mejor momento de los ¨²ltimos tres a?os. Despu¨¦s de mil y un bandazos desde los despachos y el banquillo, parece haber encontrado una l¨ªnea de juego coherente, con la dosis de tranquilidad y confianza que esto genera. La evidente falta de liderazgo que ha padecido ha dado paso a un conjunto que la cubre con gran ¨¦xito con Bennet. De la mano del exquisito base norteamericano, las piezas del puzzle se han ido encajando hasta dar con un equipo fiable. Esta mejora le ha valido su colocaci¨®n en la Liga al acecho de posiciones de relieve. Este complicado proceso de reconstrucci¨®n tiene hoy un punto de relevancia, un partido que puede servir de lanzadera o de sepultura de las ilusiones.
Enfrente, el Bar?a, campe¨®n de todo e inigualable gestor de estos compromisos. No han sido muy buenas sus ¨²ltimas vibraciones, pero no convendr¨ªa extraer demasiadas conclusiones. Como cuadro s¨®lido y maduro que es, liberado de cualquier urgencia de t¨ªtulos, maneja como nadie el timing de su exigente temporada, con suficientes compromisos como para que sea necesaria cierta dosificaci¨®n de esfuerzos. A diferencia del Madrid, con todo por demostrar, al Bar?a le basta con controlar los d¨ªas importantes, ¨¦sos que hacen hueco en la vitrina de trofeos. Independiente de su estado puntual, en su amplio arsenal guarda las virtudes que le hacen diferente: sobre todo, su tremenda capacidad para resolver encuentros al l¨ªmite, casi siempre gracias a Bodiroga y Navarro, lo que en la Copa se convierte en factor principal.
El cl¨¢sico por definici¨®n del baloncesto vuelve a la escena revitalizado. Hoy podremos comprobar si se trata ¨²nicamente de un espejismo y las diferencias se mantienen o si, realmente, el Madrid puede ser otra vez admitido en el grupo de la ¨¦lite.
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