"El maltratador dosifica la violencia en su beneficio"
El rompecabezas, anatom¨ªa del maltratador (Cr¨ªtica), es el nuevo libro de Miguel Lorente Acosta, autor del expresivo Mi marido me pega lo normal. Este m¨¦dico forense que dirige el Instituto de Medicina Legal de Granada, es pionero en el an¨¢lisis cient¨ªfico del s¨ªndrome de mujer maltratada. En El Rompecabezas ( en el doble sentido de destructor de mujeres y de juego al que le falta una pieza) desvela las diversas m¨¢scaras del maltratador y sus varias formas de agresi¨®n. Su tesis es aterradora: no existe un tipo de maltratador. Cualquier hombre puede serlo. En su opini¨®n, la violencia contra la mujer se ejerce "desde la normalidad" que da en nuestra cultura la supuesta superioridad del hombre. O como se lee en El Rompeca
bezas: "La agresi¨®n a la mujer es una estrategia para perpetuar la desigualdad".
Pregunta. Controlar a la mujer por las buenas o por las malas. ?Ah¨ª est¨¢ la clave?
Respuesta. El hombre parte de una posici¨®n de poder y se siente facultado por la sociedad para controlar a la mujer y mantener un orden que considera alterado. La violencia es un mecanismo de control que el agresor dosifica en su beneficio en una relaci¨®n donde existen ya lazos (esposa, novia) y la mujer ha ido aceptando sus imposiciones. Cuando seg¨²n ¨¦l, ella se desv¨ªa, dice `esto lo arreglo yo?. En ese sentido, cualquier hombre puede ser violento. En Espa?a al menos un 10% ejerce una violencia sistem¨¢tica, seg¨²n se desprende de la ¨²ltima macroencuesta del Instituto de la Mujer.
P. Dice que cualquiera puede ser violento. No resulta esperanzador.
R. Estar expuesto a unos valores culturales no significa que uno se identifique con ellos. Cualquiera puede ser violento, pero muchos no lo ser¨¢n, porque son conscientes de que es una crueldad y una injusticia. Lo que est¨¢ claro es que adem¨¢s de las ¨®rdenes de protecci¨®n tenemos que ir al origen y educar en otros valores. Sustentar la relaci¨®n de pareja en la superioridad del hombre es una perversi¨®n.
P. No ofrece un perfil de maltratador pero da pistas: el quebrantahuesos, el desalmado, el controlador psicol¨®gico. ?C¨®mo blindar a a mujer frente a ellos, como desmontarlos?
R. No se puede decir pegan por esto o lo otro porque no hay elementos objetivos. El quebrantahuesos es el maltratador m¨¢s conocido, el de la paliza, pero el desalmado es m¨¢s peligroso, planifica la violencia. El controlador psicol¨®gico exige que la mujer responda a sus esquemas, la va minando. El narcisismo est¨¢ presente en muchos modelos de agresi¨®n y si algunos no llegan a la violencia f¨ªsica es porque temen que su imagen p¨²blica se resienta. Se produce una despersonalizaci¨®n de la violencia, una deshumanizaci¨®n en la que trata de minimizar la agresi¨®n y la mujer se convierte para ¨¦l en un objeto. En el modelo tradicional, hay mujeres que incluso llegan a decir: 'mi marido nunca me ha pegado, aunque tampoco le he dado motivos' ?Pero qu¨¦ motivos? Dentro de esta espiral de silencio hay mujeres que asumen los malos tratos como una relaci¨®n de afecto salpicadas de tormentas. Otras, hacen el balance opuesto: una vida de violencia con alg¨²n momento de amor. Desde esta perspectiva es m¨¢s f¨¢cil romper, y las mujeres tienen que aprender a decir adi¨®s.
P. Con frecuencia, con el adi¨®s, empieza el acoso.
R. Los jueces tienen que valorar la peligrosidad del agresor. La reprobaci¨®n social y las listas son ¨²tiles. Pero algunos llegan a un punto de no retorno y no basta con una orden de alejamiento ni una pulsera. Entran en una fase de autojustificaci¨®n, de planificar la muerte, de enlazarla con su suicidio... La prisi¨®n provisional es m¨¢s eficaz en estos casos.
P. ?Los j¨®venes asumen la igualdad o reproducen viejos esquemas?
R. Lamentablemente reproducen actitudes controladoras, incluso con el m¨®vil. Luego est¨¢n los hijos de los maltratadores: el solo hecho de exponerles a esta violencia les causa da?o. Y adem¨¢s la integran posteriormente en su vida adulta como una referencia conocida para resolver problemas. Si queremos parar esto hay que educar de otro modo.
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