Una campa?a con dobleces
Los partidos pol¨ªticos ponen a prueba la solidez de sus liderazgos org¨¢nicos y su viabilidad como proyectos de futuro
La que se inicia hoy es una campa?a con dobleces, donde los principales partidos no s¨®lo se juegan su viabilidad como proyectos de futuro -cada uno a su escala-, sino que, adem¨¢s, ponen en juego el porvenir de los actuales liderazgos org¨¢nicos.
En t¨¦rminos de matem¨¢tica electoral y asignaci¨®n de esca?os, el gobernante Partido Popular tiene como objetivo intentar mantener los resultados de las elecciones generales del a?o 2000, aunque este objetivo presenta serias dificultades en esta ocasi¨®n por el desgaste sufrido tras ocho a?os de gobierno, la aparici¨®n de supuestos casos de corrupci¨®n y las pol¨¦micas declaraciones de algunos de sus candidatos, fundamentalmente del cabeza de cartel por Alicante y ministro de Defensa, Federico Trillo. La tarea m¨¢s dif¨ªcil para los populares ser¨¢ la de mantener el esca?o n¨²mero siete por la provincia de Alicante, que no recay¨® en los socialistas por una diferencia de apenas 6.000 votos. En esta circunscripci¨®n, el PP obtuvo el 54,9% de los votos emitidos en los comicios del a?o 2000, un techo nunca alcanzado en ninguna de las convocatorias realizadas desde 1977.
La circunscripci¨®n de Valencia es el escenario de la batalla electoral m¨¢s encarnizada
En esta circunscripci¨®n, los socialistas son los que cuentan con m¨¢s probabilidades de incrementar su representaci¨®n parlamentaria y sumar un esca?o a los cuatro obtenidos en los comicios del 2000. Esquerra Unida, aunque pelear¨¢ por lograr un diputado en esta circunscripci¨®n. tiene el list¨®n electoral mucho m¨¢s alto en Alicante. Con unos datos de participaci¨®n similares a los de hace cuatro a?os del 73%, la formaci¨®n de Gaspar Llamazares necesitar¨ªa a?adir unos 20.000 votos m¨¢s a los 43.000 que obtuvo en la anterior convocatoria.
La circunscripci¨®n de Valencia ser¨¢, sin embargo, el escenario de la batalla electoral m¨¢s encarnizada. La necesidad del presidente regional del PP, Eduardo Zaplana, de mantener los nueve esca?os logrados en la ¨²ltima convocatoria y superar el 50% de los votos emitidos que obtuvo el entonces cabeza de cartel Francisco Camps, con quien mantiene una abierta pugna por el control de la organizaci¨®n, obligar¨¢n al actual ministro de Trabajo a emplearse a fondo.
Otro de los liderazgos que necesita obtener buenos resultados es el socialista. El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, es consciente de que necesita visualizar a los socialistas como alternativa de gobierno. Una visualizaci¨®n que no pudo ser posible en las elecciones auton¨®micas, en las que el PSPV repiti¨® el n¨²mero de esca?os que ten¨ªa pese a incrementar su n¨²mero de votos, pero que ahora debe materializar. La obtenci¨®n de un esca?o adicional por Alicante ser¨ªa un buen resultado; pero la consecuci¨®n de un esca?o adicional por la circunscripci¨®n de Valencia supondr¨ªa un ¨¦xito que permitir¨ªa a Pla afrontar los congresos sin contestaci¨®n significativa.
Si los socialistas han de pelear por aumentar sus seis esca?os por Valencia, Esquerra Unida se enfrenta al reto de mantener su plaza en el Congreso de los Diputados. La candidata de Izquierda Unida-Esquerra Unida por Valencia, Isaura Navarro, tiene que colocarse cerca de los 85.000 votos para no dejar su acta de diputada en el aire en caso de una participaci¨®n masiva que colocar¨ªa a varios partidos en disposici¨®n de adjudicarse los ¨²ltimos esca?os en juego.
En contra de Isaura Navarro juega su reducida proyecci¨®n social frente a dos caras con gran nivel de popularidad como las del ministro Eduardo Zaplana y la ex ministra Carmen Alborch, que pueden atraer a ese sector de indecisos que decide su voto en el ¨²ltimo momento por la simpat¨ªa o antipat¨ªa que le despiertan los candidatos. La necesidad de mantener la presencia institucional de Esquerra Unida en el Congreso de los Diputados tambi¨¦n es perentoria para la coordinadora general, Gl¨°ria Marcos, cuyo liderazgo depende de los acuerdos con una o m¨¢s de las sensibilidades que integran la coalici¨®n.
En esta partida electoral que se inicia hoy, el secretario general y candidato del Bloc Nacionalista Valenci¨¤, Enric Morera, tambi¨¦n se juega su liderazgo, obtenido por dos votos en el ¨²ltimo congreso. Tras el fallido intento de lograr una coalici¨®n electoral valencianista de amplia base, Morera afronta esta campa?a como una especie de primarias que le permitir¨¢n mejorar su proyecci¨®n p¨²blica y recorrer las distintas asambleas locales del Bloc para reforzar su liderazgo. Sabedores de que ¨¦sta es la peor convocatoria electoral para una formaci¨®n nacionalista como el Bloc, los responsables de la campa?a electoral se fijan como objetivo demostrar que cuentan con una base electoral de probada fidelidad que oscila entre los 55.000 y los 60.000 votos en el Pa¨ªs Valenciano.
En Castell¨®n, la circunscripci¨®n electoral m¨¢s peque?a de la Comunidad Valenciana, la matem¨¢tica electoral manda y los cinco esca?os se reparten de la siguiente manera: tres para el partido m¨¢s votado y dos para el segundo. Un reparto favorable al PP, que previsiblemente no cambiar¨¢, gracias a la ventaja de m¨¢s de 50.000 votos que los populares sacaron a los socialistas en los ¨²ltimos comicios y que es complicada de remontar pese al probable desgaste del caso Fabra.
Menci¨®n aparte merecen, aunque por distintas razones, Uni¨®n Valenciana y Esquerra Republicana del Pa¨ªs Valenci¨¤. Los regionalistas de Uni¨®n Valenciana han sido absorbidos por el Partido Popular y no presentan listas propias. El PP de Zaplana conf¨ªa en atraer parte de los 50.000 votos que obtuvo la formaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Chiquillo en los comicios de 2000 para mantener sus nueve esca?os en Valencia. La operaci¨®n electoral todav¨ªa debe demostrar sus beneficios, aunque en la pr¨¢ctica supone la desaparici¨®n de Uni¨®n Valenciana.
Esquerra Republicana del Pa¨ªs Valenci¨¤, hasta ahora una fuerza residual, cuenta con el apoyo decidido de Esquerra Republicana de Catalu?a y conf¨ªa en abrir una cu?a electoral entre los votantes nacionalistas que hasta ahora han dado su apoyo al Bloc o a Esquerra Unida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.