Ning¨²n proyecto financiado por Cofides en China supera una inversi¨®n de un mill¨®n

El tama?o de una empresa no constituye un obst¨¢culo insalvable para introducirse en el mercado chino, seg¨²n se desprende de las reflexiones de varios expertos reunidos por el Instituto Valenciano de Exportaci¨®n (Ivex) en la Bolsa de Valencia en una jornada sobre Mitos y realidades de China como socio proveedor o cliente. Jos¨¦ Gasset, presidente ejecutivo de Cofides, la Compa?¨ªa Espa?ola de Financiaci¨®n al Desarrolo, explic¨® que ninguno de los 25 proyectos de inversi¨®n productiva en los que ha colaborado la empresa de capital mixto desde 1994 supuso una inversi¨®n superior al mill¨®n de euros.

Francisco Minoves, asesor de inversiones, subray¨® que las 400 empresas espa?olas implantadas en China han desarrollado una inversi¨®n conjunta de 400 millones de euros. "Muchas de las empresas que han invertido en China son microempresas", explic¨®, "sociedades que facturan en torno a 15 millones de euros en Espa?a".

Laura Tsui, vicepresidenta de Interchina, una consultora especializada en la asesor¨ªa a emprendedores espa?oles, destac¨® que "lo importante es ofrecer un producto competitivo, no tiene sentido intentar vender en China productos de gama media". Tsui a?adi¨® que "tener un posible socio comercial en China es tener una propuesta, no una oportunidad de negocio".

Dos sectores ofrecen las mayores expectativas de negocio para la emprendedores valencianos seg¨²n el diagn¨®stico un¨¢nime de los tres expertos, las industrias auxiliares del autom¨®vil y de la construcci¨®n.

"La venta de coches en China ha crecido un 50% anual desde hace tres a?os", explic¨® Minoves, "el a?o pasado se fabricaron 3,5 millones de veh¨ªculos frente a 12 millones en Estados Unidos". Y muchos grandes fabricantes "estudian la posibilidad de instalarse en China y establecer all¨ª su base global", a?adi¨® Tsui.

Las industrias auxiliares de la construcci¨®n tambi¨¦n difrutan de grandes oportunidades en las regiones pr¨®ximas a Shangai, donde la edificaci¨®n desborda cualquier indicador occidental.

La primera virtud exigible para hacer negocios en China es la paciencia, seg¨²n los expertos. "Los fabricantes instalados all¨ª disfrutan de incentivos fiscales a la exportaci¨®n", explic¨® Tsui, "pero la competencia es feroz".

Minoves record¨® que se debe desplazar personal propio para supervisar cualquier proceso y no ocult¨® las barreras idiom¨¢ticas o culturales. Como contrapartida dijo que en China no se conoce la inseguridad ciudadana.