Montesinos abre su espectro comercial
La Cantante Calva aporta a la Pasarela del Carmen una seria dosis de transgresi¨®n, riesgo y creatividad
La intensa segunda jornada de la Pasarela del Carmen tuvo como actividad colateral la inauguraci¨®n del nuevo espacio comercial de Francis Montesinos en una deliciosa recuperaci¨®n a la parisina de la antigua mantequer¨ªa Luj¨¢n (respetando hasta el relieve de terracota de la fachada en una casa modernista), frente al restaurado Mercado de Col¨®n. All¨ª se vi¨® hasta d¨®nde llega la ampliaci¨®n del espectro del dise?ador valenciano por excelencia: ropa de hombre y mujer, l¨ªnea infantil, perfumes, alfombras, marroquiner¨ªa, calzado, joyer¨ªa en plata, hogar y otros complementos (gafas, duchas, muebles de cocina, etc) que le sit¨²an en un radio de actuaci¨®n tan amplio como dif¨ªcil de igualar. Por la noche, su desfile inspirado en las Bellas Artes cerr¨® esta octava edici¨®n, con una moda cohesionada y que le hace renacer con los mejores factores de su estilo. Su estampado que reproduce la c¨²pula del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid da juego en sensuales camisas de hombre y ce?idos vestidos de mujer.
De los ¨²ltimos desfiles de la primera jornada habr¨ªa que destacar la progresi¨®n que han operado Tonuca y Siglo Cero. La primera se aventur¨® con la ropa masculina, y abri¨® con un abrigo estricto de botonadura oculta. Las faldas de sus chicas mostraban parcialmente su env¨¦s en un juego de recogidos que provocaba l¨ªneas oblicuas, as¨ª como aletas en vertical y pasamaner¨ªa tradicional aplicada como dibujo, todo en una gama de rojos, oliva, rosa y azul cobre.
Siglo Cero ha dado un giro a su trabajo, dando m¨¢s importancia a los buenos terminados, el uso de la lana jacard, de espiguilla o lisa en un trabajo artesano de aplicaciones donde se cita a la "bergere" rococ¨® en silueta o a un gondolero con su reflejo en el agua. Su pieza estrella fue el abrigo collage de diversas lanas y tambi¨¦n una minifalda de volantitos sin rematar, destacando siempre sus buenas hechuras.
La segunda jornada la abri¨® un mejorado Carlos Haro con sus "Fetiches", en asociaciones muy complejas de elementos gotizantes o militares, abrigos evas¨¦ finiseculares y una ampulosa fantas¨ªa que homenaje a Galliano a trav¨¦s de la acumulaci¨®n de plumas, brocados, aplicaciones y volantes aderezados con un exceso de quincalla bisutera.
Julio D¨ªaz en beige y marfiles primero y en marrones y negros despu¨¦s mostr¨® falta de coherencia y factura muy irregular al coser el raso o las muselinas. Interesante sus vestidos-gabardina en tornasolado o negro.
Carola Falg¨¢s estuvo divertida con la pana rallada de estampado floral, el piqu¨¦ de falso vichy y un estupendo vinilo lacado con estampado cashmire. A continuaci¨®n La Cantante Calva dio lo mejor de s¨ª y regal¨® el mejor momento de m¨¢s alta vanguardia. Su teor¨ªa bandera, un queerwear militante y contundente, se mostr¨® a trav¨¦s de un ejercicio muy cohesionado que iba del Oriente a lo sideral. Pantalones de dos superficies, camisas con anagrama bordado en mangas o pechera, corbatas negras moods, grandes capuchas que aportan misterio, pantalones bereber, punto muy elaborado, vol¨²menes obtenidos con el entretejido de tiras de polar, kaftanes asim¨¦tricos y sus caracter¨ªsticas cintas prietas negras que atan, cierran, someten y definen la prenda: todo a la b¨²squeda de un hombre sin l¨ªmites formales.
La Cantante Calva es un equipo a tener en cuenta, su descentrado del patr¨®n masculino, fuera de eje (pi¨¦nsese en una deconstrucci¨®n que no elude el riesgo) le lleva sobre una estrecha gama (negro, gris, azul acero, blanco) a un resultado potente y revulsivo.
Ya por la tarde, Matilda (t¨¢ndem compuesto por ?scar L¨®pez y Pilar Vidal) evoc¨® a Frida Khalo y su mejor momento fue la serie negra y roja del final con patchwork en lanas al tono desarrollado en chales y vestidos. Anamar¨ªa hizo una colecci¨®n irregular de inspiraci¨®n ¨¦tnica con una primera parte sobre una combinaci¨®n b¨¢sica de azul turquesa y rojo tostado.
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