Retrospectiva en la T¨¤pies de Mangelos, el artista que predijo su muerte
La exposici¨®n de la fundaci¨®n barcelonesa re¨²ne 200 obras del extra?o creador croata
Acert¨® lo m¨¢s dif¨ªcil: el a?o de su muerte. En el Manifiesto-Sid, escrito en 1978, Dimitrije Basicevic Mangelos (Croacia, 1921-1987) pronostic¨® que morir¨ªa en 1987 y as¨ª fue. La Fundaci¨®n T¨¤pies presenta hasta el 2 de mayo una retrospectiva de su obra producida por la Fundaci¨®n Serralves de Oporto, en colaboraci¨®n con la fundaci¨®n catalana, la Neue Galerie de Graz y la Kunsthalle Fridericianum de Kassel.
Al artista le dio tiempo a ser nueve Mangelos y medio porque, seg¨²n una teor¨ªa "biopsicol¨®gica" que le explicaron en la escuela de peque?o, las c¨¦lulas del organismo humano se renuevan cada siete a?os, por lo que los individuos adquieren en estos periodos diferentes personalidades. Mangelos era un personaje extra?o. Se inventaba palabras que introduc¨ªa en sus poemas y pinturas; se serv¨ªa de viejos alfabetos eslavos, como el gaglol¨ªtico; pensaba que el arte estaba atrasado porque segu¨ªa utilizando el m¨¦todo manual para realizar las obras en una sociedad ya dominada por las m¨¢quinas, y propon¨ªa a sus colegas del colectivo Gorgona que su aportaci¨®n a la revista que publicaban ser¨ªa el saltarse un n¨²mero para hacer "la revista inexistente". Pero tambi¨¦n era historiador y cr¨ªtico de arte, y ten¨ªa una importante faceta p¨²blica en su pa¨ªs como conservador de la Galer¨ªa de Arte Moderno de Zagreb y otras instituciones en las que organiz¨® numerosas exposiciones a trav¨¦s de las que dio a conocer las nuevas tendencias internacionales del arte.
"Hasta ahora la obra de Mangelos era muy desconocida, no solo por los cl¨¢sicos problemas de aislamiento que supone vivir en determinadas zonas geogr¨¢ficas y geopol¨ªticas, sino por su propio devenir como artista", explica Nuria Enguita, responsable de proyectos de la T¨¤pies. Mangelos, nombre de una poblaci¨®n cercana a su pueblo de origen que ¨¦l adopt¨® como seud¨®nimo, comenz¨® a realizar sus trabajos art¨ªsticos en los a?os cuarenta, pero no los exhibi¨® hasta entrada la d¨¦cada de los sesenta y a lo largo de su vida s¨®lo vendi¨® una obra (al Museo de Arte Contempor¨¢neo de Zagreb).
La comisaria de la exposici¨®n, Branka Stipancic, se?al¨® que a su muerte hab¨ªa acumulado una gran cantidad de material que ten¨ªa en desorden y sin clasificar en su casa. Aunque el reconocimiento a su trabajo comenz¨® en Zagreb ya a finales de los a?os setenta, no se organiz¨® la primera exposici¨®n internacional de su obra hasta 1993. Para Enguita, su trabajo se enmarca en la tradici¨®n que pasa por Duchamp, Marcel Broohtaaers e Isidoro Valc¨¢rcel Medina, "y como ellos, aun negando el car¨¢cter emocional de la pintura y el arte, consigui¨® introducir lo po¨¦tico, lo m¨ªtico y lo irracional en su obra".
Los primeros trabajos de Mangelos, cuya obra se exhibe por bloques sin organizaci¨®n cronol¨®gica, eran rect¨¢ngulos negros que pintaba en sus cuadernos en recuerdo de los amigos y familiares muertos durante la II Guerra Mundial. Era a la vez un homenaje y una manera de representar la desaparici¨®n del pasado. Estas se?ales fueron evolucionando hacia otra serie de obras que denomin¨® tabla rasa, en la que cubr¨ªa con pintura negra o tinta p¨¢ginas de cuadernos ya escritos, libros, revistas, peri¨®dicos o cat¨¢logos. Introdujo tambi¨¦n pizarras escolares, con las l¨ªneas marcadas, sobre las que comenz¨® a introducir letras de distintos alfabetos que a veces modificaba d¨¢ndoles formas geom¨¦tricas. Entraron tambi¨¦n las frases y sentencias, a veces absurdas, en una superposici¨®n de capas y sentidos que en general se mantuvo en toda su trayector¨ªa.
En la exposici¨®n, en la que hay unas 200 obras, pueden verse muchos ejemplos de estas obras junto a los globos terr¨¢queos que comenz¨® a utilizar en 1952, que tambi¨¦n pintaba introduciendo palabras y frases. Escribi¨® tambi¨¦n poes¨ªa y muchos manifiestos sobre temas diversos. Muy cercano a la poes¨ªa visual y objetual, el de Mangelos es un arte para ser le¨ªdo que se adelanta al conceptualismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.