Brasil y Argentina unen sus fuerzas frente al FMI

Brasil y Argentina, los dos gigantes de Am¨¦rica del Sur y los pa¨ªses de mayor peso del Mercosur, que soportan una deuda externa superior a los 400.000 millones de d¨®lares, trabajan en la elaboraci¨®n de una estrategia conjunta para negociar con los organismos financieros internacionales. El primer paso concreto lo dio el martes el presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que en una conversaci¨®n telef¨®nica con su hom¨®logo estadounidense, George W. Bush, pidi¨® apoyo para Argentina en la negociaci¨®n de este pa¨ªs con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En Buenos Aires, el gesto de Lula ha sido presentado como la prueba de que la nueva alianza va en serio. "Se est¨¢ empezando a encarar un proceso de integraci¨®n real", declar¨® el jefe de Gabinete, Alberto Fern¨¢ndez.

Nuevos tiempos demandan una nueva pol¨ªtica, parecen decir ambos dirigentes

El pr¨®ximo 10 de marzo, los dos presidentes se reunir¨¢n en S?o Paulo, acompa?ados de los respectivos ministros de Asuntos Exteriores y de Econom¨ªa y de los secretarios de Finanzas, para poner sobre el papel la propuesta de acci¨®n coordinada. En las canciller¨ªas de ambos pa¨ªses ya trabajan en la redacci¨®n de "los lineamientos que reflejen los primeros pasos de una estrategia conjunta ante los organismos multilaterales de cr¨¦dito", seg¨²n dijo a este diario Eduardo Sguiglia, subsecretario de Pol¨ªtica Latinoamericana.

La primera noticia del nuevo prop¨®sito de crear un eje Brasilia-Buenos Aires salt¨® el viernes pasado en Caracas, en el marco de la cumbre del Grupo de los Quince, donde Lula da Silva y Kirchner expresaron la necesidad de trabajar conjuntamente ante los organismos de cr¨¦dito y, sobre todo, a la hora de negociar sobre la deuda. La prensa argentina dio mayor relevancia que la brasile?a al supuesto acuerdo de principio, lo que hizo pensar que era m¨¢s un deseo que una realidad.

El presidente brasile?o despej¨® las dudas con la llamada a Bush, a la que sigui¨® otra al presidente espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. En ellas pidi¨® tener en cuenta la recuperaci¨®n econ¨®mica de Argentina, que "est¨¢ manejando con seriedad y responsabilidad la conducci¨®n de sus pol¨ªticas p¨²blicas", seg¨²n la versi¨®n de la conversaci¨®n difundida por el portavoz de Planalto, Andr¨¦ Singer. Lula da Silva present¨® a Bush una propuesta para que el FMI establezca un nuevo formato de c¨¢lculo del super¨¢vit primario (ingresos menos gastos, sin contar el pago de intereses) en los acuerdos con los pa¨ªses en crisis. La idea es que el organismo no contabilice como gastos las inversiones de los pa¨ªses en desarrollo en el ¨¢rea de infraestructura. El Gobierno dirigido por el Partido de los Trabajadores (PT) destin¨® el a?o pasado el 54,6% del presupuesto al pago de vencimientos de deuda, con lo que casi el 80% de los proyectos en obras p¨²blicas y sociales recibieron apenas la mitad de la financiaci¨®n prevista.

El cumplimiento de un super¨¢vit fiscal primario del 4,25% del producto interior bruto (PIB) le cost¨® a Brasil cerrar el a?o 2003 con un decrecimiento del 0,2%. Argentina, por su parte, creci¨® el 8%, con un excedente del 3%, aunque hay que tener en cuenta que el pa¨ªs no paga la deuda externa privada desde diciembre de 2003.

La propuesta de Lula da Silva est¨¢ en sinton¨ªa con el planteamiento de N¨¦stor Kirchner de vincular el pago de la deuda al crecimiento de la econom¨ªa argentina. Nuevos tiempos demandan una nueva pol¨ªtica. ?ste es el razonamiento de quienes gobiernan en Brasil y Argentina cuando recuerdan que el FMI actual, con una disminuida capacidad financiera, poco tiene que ver con el organismo que naci¨® en 1944, bien dotado de recursos para acudir al rescate de las econom¨ªas al borde del colapso.

El 9 de marzo, un d¨ªa antes de la reuni¨®n de S?o Paulo entre Lula y Kirchner, Argentina tendr¨¢ que pagar, con reservas propias, un vencimiento de 3.100 millones de d¨®lares con el FMI. Todo indica que se har¨¢ efectivo, pese a que el Gobierno argentino reclama antes la luz verde del organismo financiero a la segunda revisi¨®n de las metas del acuerdo firmado entre ambos en septiembre pasado. Aunque Argentina ha cumplido las metas fiscales y monetarias, el proceso de reestructuraci¨®n de la deuda tropieza con serios problemas, sobre todo por el malestar de los tenedores privados de bonos (88.000 millones de d¨®lares) ante la propuesta del Gobierno de Kirchner de no pagar m¨¢s del 25%. En la reuni¨®n del directorio del FMI celebrada en enero, que evalu¨® el cumplimiento por parte de Argentina de las metas acordadas, tres pa¨ªses del G-7 (Jap¨®n, Reino Unido e Italia) se abstuvieron, lo que equival¨ªa en la pr¨¢ctica a un voto negativo. En Italia y Jap¨®n hay miles de tenedores de t¨ªtulos argentinos en suspensi¨®n de pagos.