Las objeciones chi¨ªes retrasan la firma de la Constituci¨®n iraqu¨ª indefinidamente
Los l¨ªderes de la comunidad mayoritaria del pa¨ªs exigen m¨¢s poder en las instituciones
Las 25 plumas preparadas para la firma de la Constituci¨®n provisional iraqu¨ª se quedaron ayer esperando a que los 25 miembros del Consejo de Gobierno superaran sus diferencias de ¨²ltima hora. Cinco de los 13 representantes chi¨ªes se negaron a firmar el documento consensuado el lunes. Los rebeldes rechazaron la posibilidad de veto de los kurdos y exigieron que sean cinco y no tres los integrantes de la presidencia colegiada que dirigir¨¢ el pa¨ªs hasta las elecciones. La firma qued¨® aplazada indefinidamente y las negociaciones se reanudar¨¢n el lunes.
Apenas horas despu¨¦s del anuncio de la suspensi¨®n de la firma, Washington anunciaba la cancelaci¨®n de un contrato por valor de 327 millones de d¨®lares para equipar al Ej¨¦rcito iraqu¨ª alegando "razones t¨¦cnicas" y descartando "razones pol¨ªticas" en la concesi¨®n del contrato anulado, seg¨²n informaron las agencias de prensa. La empresa que hab¨ªa ganado la contrata es propiedad de un amigo ¨ªntimo del iraqu¨ª Ahmed Chalabi, l¨ªder del Congreso Nacional Iraqu¨ª y miembro del Consejode Gobierno.
"Algunos miembros del Consejo de Gobierno han presentado objeciones a un par de art¨ªculos de la Ley B¨¢sica", explic¨® un portavoz de la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n pasadas las cinco de la tarde, m¨¢s de una hora despu¨¦s de que estuviera anunciada la ceremonia de la firma. Diplom¨¢ticos, invitados y periodistas se mov¨ªan inquietos en el vest¨ªbulo del Centro de Convenciones sin que nadie hubiera aclarado el motivo del retraso.
La fuente no quiso entrar en el contenido concreto de las discrepancias. "No est¨¢n relacionadas con nuestras l¨ªneas rojas y, por lo tanto, no tenemos ninguna posici¨®n al respecto", declar¨®, antes de precisar que el administrador estadounidense, Paul Bremer, hab¨ªa decidido no intervenir. "Se trata de problemas t¨¦cnicos, no de las grandes cuestiones del papel del islam y de las mujeres", a?adi¨®. "No quiero comentar en qu¨¦ est¨¢n trabajando", zanj¨®.
Los miembros del Consejo se encontraban reunidos desde la una de la tarde tratando de encontrar una salida al problema planteado por las reticencias de cinco de ellos. Los rebeldes incluyen al presidente de turno del Consejo, Mohamed B¨¢her al Ulum; el l¨ªder de uno de los principales partidos chi¨ªes, Abdulaziz al Hakim; Ahmad Chalabi, el hombre al que Washington quer¨ªa convertir en el Karzai (presidente afgano) de Irak, y otros dos cuya identidad no estaba clara anoche.
"La objeci¨®n fundamental es que dos tercios de la poblaci¨®n de cualquier provincia puedan vetar cualquier ley nacional", explic¨® a este diario el ministro de Sanidad, Judair Abb¨¢s, que se encontraba entre los invitados a la ceremonia. Abb¨¢s, un chi¨ª de Basora que milita en el partido Al Dawa, tergiversaba as¨ª el apartado c) del art¨ªculo 61, que da la posibilidad de vetar la futura Constituci¨®n permanente a "dos tercios de los habitantes de tres provincias". Es una referencia impl¨ªcita a las tres provincias kurdas, de las 18 que hay en el pa¨ªs, que se incluy¨® para garantizar a la minor¨ªa kurda que la futura Carta Magna incluir¨¢ sus aspiraciones federales y no anular¨¢ el grado de autonom¨ªa que ha adquirido desde 1991.
Pero el federalismo es un hueso duro de roer por la mayor¨ªa ¨¢rabe de Irak. Y muchos de los integrantes del Consejo s¨®lo aceptaron renuentemente incluir una menci¨®n a esa f¨®rmula de Gobierno en la Constituci¨®n provisional. Tanto la delimitaci¨®n geogr¨¢fica de la futura regi¨®n aut¨®noma kurda como sus competencias y financiaci¨®n quedaron pendientes de la decisi¨®n de una futura Asamblea Constitucional salida de unas elecciones.
El otro punto de divergencia, seg¨²n coincidieron en se?alar varias fuentes, lo constituye la presidencia colegiada que debe recibir el poder el pr¨®ximo 30 de junio cuando, seg¨²n lo previsto, Estados Unidos devuelva la soberan¨ªa a Irak. El texto de la Constituci¨®n acordado el pasado lunes preve¨ªa una presidencia tripartita y, aunque no lo especificaba, se sobreentend¨ªa que incluir¨ªa a un chi¨ª, un sun¨ª y un kurdo, los tres principales grupos ¨¦tnico-religiosos.
Ahora, los chi¨ªes discrepantes exigen que sean cinco los miembros de esa presidencia, tres de ellos chi¨ªes, para reflejar su mayor¨ªa num¨¦rica. Se estima que entre un 55% y 65% de los iraqu¨ªes siguen esa rama minoritaria del islam. Sin embargo, el pa¨ªs carece de un censo fiable, una de las razones aducidas para retrasar la celebraci¨®n de elecciones, y los sun¨ªes se han plantado en ese punto.
"?Por qu¨¦ hemos de aceptar que el presidente sea chi¨ª por ley?", se quejaba ya antes de conocerse el rifirrafe Muzanna Harez al Dari, director del diario Al Basaher y portavoz del Comit¨¦ de Ulemas, una organizaci¨®n de religiosos sun¨ªes que intenta liderar a esa comunidad. "No es cierto que los chi¨ªes sean la mayor¨ªa", aseguraba Al Dari a esta enviada, "si se suman los ¨¢rabes sun¨ªes y los kurdos, el 99% de los cuales son tambi¨¦n sun¨ªes, somos al menos el 50% de este pa¨ªs".
Y ¨¦se era el argumento ofrecido anoche por varios de los miembros sun¨ªes del Consejo, con Mohs¨¦n Abdelhamid a la cabeza, para oponerse a las pretensiones de sus colegas chi¨ªes. Abdelhamid, que presidi¨® el Consejo el mes pasado, es el l¨ªder del Partido Isl¨¢mico, un nuevo grupo pol¨ªtico crecido a la sombra del Comit¨¦ de Ulemas. "Han abierto el mel¨®n de nuevo", asegur¨® un embajador occidental al conocer el debate que se planteaba.
Pizza, galletas y ni?os cantores
Los soldados estadounidenses lo hab¨ªan previsto todo, o casi. Incluso algunos se hab¨ªan quitado los uniformes. "Es para no dar la imagen de que el acto est¨¢ militarizado", explic¨® a esta enviada una oficial vestida con camiseta y vaqueros.
El contingente destacado en el centro de prensa de las Fuerzas de la Coalici¨®n, responsable de la log¨ªstica en el Centro de Convenciones, hab¨ªa colocado contenedores con botellas de agua en varios puntos del vest¨ªbulo donde iba a firmarse la Constituci¨®n. Adem¨¢s de las plumas de recuerdo para los firmantes, era todo lo que se preve¨ªa que hiciera falta en la media hora de ceremonia, prevista para las cuatro de la tarde.
Al principio, el retraso permiti¨® que algunos de los invitados se hicieran fotos junto a la mesa de la firma que perteneci¨® a Faisal I, el abuelo del rey depuesto en 1958. Incluso los soldados disfrutaban con la ocasi¨®n. Pero enseguida alguien repar¨® en que hab¨ªa que dar de merendar a un coro de ni?os que iban a entonar Biladi, biladi, el himno ¨¢rabe por excelencia. Galletas y bizcochos unieron a ni?os, diplom¨¢ticos y guardaespaldas en una estampa incongruente.
Pasadas las siete de la tarde, los ni?os entonaron sus canciones, una orquesta de c¨¢mara toc¨® varias piezas, pero los miembros del Consejo segu¨ªan sin aparecer. Los soldados bajaron la guardia y los periodistas pudieron abandonar sus sitios y mezclarse con los invitados. Todos empezaban a tener hambre y, en el m¨¢s puro estilo americano, alguien pidi¨® pizzas. Las cajas llegaron con el membrete del Restaurante Zona Verde, el recinto amurallado donde se parapetan las autoridades de ocupaci¨®n.
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