Ruy S¨¢nchez explora el deseo femenino en 'Los nombres del aire'

Construida como una partitura musical, Los nombres del aire (Alfaguara), de Alberto Ruy S¨¢nchez (M¨¦xico, 1951), es una exploraci¨®n en la sensibilidad de las mujeres y sus misterios. El autor lleva al lector a viajar a un espacio que envuelve, seduce, lleno de placeres minuciosos, y le invita a descubrir el deseo. La obra, escrita hace 20 a?os, tiene su origen en un viaje que el escritor realiz¨® en 1976 a Marruecos, donde qued¨® impresionado por la cultura de ese pueblo y su cercan¨ªa con M¨¦xico. Los nombres del aire forma parte de una tetralog¨ªa que Ruy S¨¢nchez est¨¢ a punto de finalizar.

Los nombres del aire es un interrogante sobre la naturaleza del deseo de las mujeres y est¨¢ "vinculada al propio descubrimiento de la limitaci¨®n de los hombres para comprender el mundo femenino, y c¨®mo necesitamos esforzarnos para entenderlo porque estamos educados para lo contrario. Llevar las voces de una mujer ha sido mi reto. Cada personaje femenino que he construido es la mezcla de diferentes mujeres que he conocido a lo largo de mi vida".

Alberto Ruy Fern¨¢ndez, que se encuentra en Madrid promocionando el libro, dice que reconoce sus limitaciones para comprender el mundo femenino y que por ello se dedica a contar historias, "relatos que me llegan, que me impregnan, que me envuelven y que me obligan a contarlos". El escritor, consciente del desconocimiento del mundo femenino, pens¨® que ten¨ªa mucho que aprender del mundo afectivo, amoroso y sexual de las mujeres y decidi¨® observar. "De esas observaciones surgi¨® la necesidad de escribir y comenc¨¦ a explorar sobre el deseo, sus caracter¨ªsticas, los comportamientos de las personas y su imaginaci¨®n".

El autor recuerda el origen de su libro y para ello se remonta a un viaje que realiz¨® en 1976 al S¨¢hara, y que le permiti¨® conocer la ciudad portuaria marroqu¨ª de Essaouira, antigua Mogador. "Me qued¨¦ impresionado de esa cultura y comenc¨¦ a ver los lazos tan estrechos que exist¨ªan entre ese pa¨ªs y el m¨ªo. Vi el S¨¢hara y record¨¦ retazos de mi infancia en M¨¦xico. Marruecos, seg¨²n yo lo veo, es otra forma de M¨¦xico. Ambos tienen un pasado com¨²n que es la Espa?a andalus¨ª, cuyos residuos siguen vigentes".

El escritor explica que la composici¨®n de esta novela tiene como met¨¢fora la m¨²sica. "Hay intensidades altas y secuencias sonoras. La estructura es como una partitura en la que se entremezclan distintos colores". El autor, ensayista prol¨ªfico, autor de una quincena de libros, periodista, editor, director desde 1988 de la revista Artes de M¨¦xico, afirma que el ubicar su novela en el mundo ¨¢rabe es "mucho m¨¢s que un exotismo o una fascinaci¨®n por lo extra?o, es m¨¢s una manera de comprender qu¨¦ somos y qu¨¦ hemos sido. Y que en el fondo pertenecemos a una misma cultura".

El autor expone en Los nombres del aire las relaciones entre mujeres y las explora sin miedo, a trav¨¦s de un lenguaje sensual y po¨¦tico. Su prosa, muy cerca de la poes¨ªa, es seductora y llena de intensidades. "Nunca s¨¦ en qu¨¦ g¨¦nero enmarcar mis obras. Esta obra fue rechazada inicialmente en una editorial porque no se dedicaba a publicar textos po¨¦ticos, y en otra porque s¨®lo se dedicaba a poes¨ªa y no entraba dentro de sus esquemas el tipo de novela que hab¨ªa escrito".

La novela trata de descifrar los lenguajes ocultos del deseo y se desarrolla en un hammam o ba?o turco, un escenario que, seg¨²n el escritor, es " netamente femenino". "Un lugar al margen de las miradas masculinas, donde ellas dan rienda suelta a sus deseos, y un ¨¢mbito de iniciaci¨®n al descubrimiento de s¨ª mismo y del otro, es decir, del amor y los placeres del cuerpo", explica.

Esta primera novela, con la que comienza el ciclo narrativo,el autor la dedica al aire; la segunda, En los labios del agua, que ahonda en los deseos masculinos, est¨¢ dedicada al agua. En la tercera, Los jardines secretos de Mogador, se lanza a la b¨²squeda de encuentros entre ambos deseos en fugaces para¨ªsos, realiza continuas referencias a la magia del fuego, y en la cuarta, en la que trabaja actualmente, insistir¨¢ en la exploraci¨®n del fuego, y versar¨¢ sobre la posibilidad de nacer y renacer a trav¨¦s del deseo. "Ser¨¢ un compendio de todas las anteriores", apunta.

A pesar de los 20 a?os transcurridos, Los nombres del aire sigue vigente y la obra contin¨²a public¨¢ndose en distintas lenguas. Alberto Ruy S¨¢nchez emplea una media de cinco a?os en escribir cada una de sus novelas sobre las distintas formas de exploraci¨®n del deseo.