Vamos a contar mentiras

A quienes dicen que no hay diferencias entre izquierda y derecha, les asegurar¨ªa que existen tales diferencias y una de ellas, y no la menos importante, consiste en que, mientras la derecha se siente en posesi¨®n de la verdad absoluta, la izquierda se muestra m¨¢s flexible y considera que siempre es conveniente relativizar las verdades absolutas.

Buena prueba de esa afirmaci¨®n es la columna de mi compa?ero de p¨¢gina, Garc¨ªa-Margallo. Es cierto que al principio se puso melanc¨®lico, y afirm¨® que en las Cortes Constituyentes nadie se consideraba poseedor de una verdad absoluta. Pero, ?qu¨¦ poco le duraron la melancol¨ªa y los buenos principios! Pronto se puso a pontificar sobre la imposibilidad de que ganara la izquierda, y la superioridad de las recetas conservadoras. De nuevo, apareci¨® la verdad absoluta.

Pero muy d¨¦bil debe ser esa verdad absoluta cuando tiene que fundarse en falsedades. Por ejemplo cuando se apunta en el haber del PP el incremento de autopistas, con el imperdonable olvido de que fueron en su mayor parte construidas por los socialistas; o cuando se olvida de que el PP ha subido la presi¨®n fiscal, o cuando afirma, falsamente, que al final del Gobierno socialista hab¨ªa menos empleados que al inicio. A este paso Garc¨ªa-Margallo va a cometer m¨¢s agresiones a la verdad que Zaplana, lo cual le puede acarrear serios perjuicios, pues es cosa bien sabida que el ministro no admite competencia en nada.

Y adem¨¢s, a este paso, voy a creer que no existen verdades absolutas, pero s¨ª mentiras absolutas. Las del PP, por supuesto.

Luis Berenguer es eurodiputado del PSOE.