Constituci¨®n con desconfianza

Irak contar¨¢ a partir del 30 de junio con una Ley B¨¢sica provisional, que llena el enorme vac¨ªo legal existente hasta ahora y aporta contenidos de defensa de los derechos humanos y de no discriminaci¨®n entre hombre y mujer por razones de religi¨®n poco habituales en el mundo ¨¢rabe. Es un paso imprescindible en la estabilizaci¨®n de Irak, pero en s¨ª misma no es una ley ni tan avanzada como parece ni suficiente garant¨ªa de paz y convivencia. El clima de desconfianza en que la han suscrito los miembros, ninguno electo, del Consejo de Gobierno no augura nada bueno para el futuro. Entre otras cosas, consagra al islam como "la religi¨®n oficial del Estado" e impide legislar en contra de los principios de esa fe, y eso en un pa¨ªs que fue laico bajo la dictadura ominosa de Sadam Husein.

Desde Nayaf, el gran ayatol¨¢ Sistani, m¨¢xima autoridad del chi¨ªsmo iraqu¨ª, se resisti¨® a esta carta, luego la acept¨®, para descalificarla, inmediatamente despu¨¦s de la firma, por falta de legitimidad mientras una Asamblea Nacional elegida de forma democr¨¢tica no redacte una aut¨¦ntica Constituci¨®n. Los chi¨ªes, un 60% de la poblaci¨®n de Irak, tienen la vista puesta en las elecciones, que, seg¨²n estos planes, habr¨ªan de celebrarse antes del pr¨®ximo 31 de enero. Las razones de su oposici¨®n a la ley van incluso m¨¢s all¨¢. Giran, no ya en torno al consabido enfrentamiento con la minor¨ªa sun¨ª, sino tambi¨¦n con los kurdos por el control de Kirkuk y su rico entorno petrolero, que esta ley de car¨¢cter federal deja en manos del Gobierno regional del Kurdist¨¢n. ?ste se ha confirmado en sus amplios poderes, que viene disfrutando en los ¨²ltimos 12 a?os de autonom¨ªa de hecho en una zona que, con la llegada de diversos grupos guerrilleros, puede convertirse en la fragua de una nueva tragedia.

Si Washington ha impulsado esta ley b¨¢sica con urgencia es, ante todo, para ajustar el calendario de la "transici¨®n" iraqu¨ª al electoral de Bush. Se trata de poder entregar el control de la calle a la nueva polic¨ªa y ej¨¦rcito iraqu¨ªes y retirar los soldados estadounidenses a sus bases, pese a las previsiones pesimistas respecto a la falta de seguridad y al aumento de la violencia.

Presentar como entrega de su "soberan¨ªa" a los iraqu¨ªes el traspaso de competencias que ha de tener lugar el 30 de junio no deja de ser una pantomima, pues EE UU seguir¨¢ siendo quien verdaderamente controlar¨¢ el pa¨ªs. Esta ley faculta sin disimulo al Gobierno provisional a "negociar un acuerdo de seguridad con las fuerzas de la coalici¨®n". ?stas y otras fuerzas presentes dejar¨¢n de ser formalmente ocupantes. Pero seguir¨¢n muy ocupadas, puesto que a¨²n no se ve el fin de la pesadilla iraqu¨ª.