El Bar?a, en 'el Para¨ªso'
El equipo azulgrana se mide al viejo e hist¨®rico Celtic, un equipo muy s¨®lido en el que el supergoleador sueco Larsson pone la nota de distinci¨®n
El Para¨ªso huele a f¨²tbol. Emparentado como est¨¢ con el Liverpool, no es extra?o que el Celtic Park recuerde hoy por su aspecto a Anfield. Las entra?as del campo son parecidas y se puede seguir el rastro del juego por entre los despachos. Acaso s¨®lo el maltrecho c¨¦sped desmerece la comparaci¨®n. Resulta parad¨®jico que un club de origen irland¨¦s que viste de verde no tenga el c¨¦sped que demanda el color de su casaca. Puede que, en el fondo, el juego del equipo de Martin O'Neill no haya ayudado para nada a mantener precisamente un jard¨ªn como campo.
Hoy corren otros tiempos a los que convirtieron al club escoc¨¦s entrenado por Jock Stein en el primer brit¨¢nico que conquistaba la Copa de Europa en 1967 frente al Inter de Helenio Herrera. El Celtic lleva una racha imparable: no pierde en su refugio desde agosto de 2001, cuando le bati¨® el Ajax por 0-1, y ya suma 73 partidos invicto, y acumula hasta 26 victorias consecutivas. Pero la hegemon¨ªa en el campeonato escoc¨¦s no le sirvi¨® para superar la primera fase de la Liga de Campeones, de manera que la visita del Barcelona le permite salir de aburrimiento y volver a excitarse, recuperar el sabor del f¨²tbol continental.
Ni las ausencias de jugadores del peso ofensivo del ingl¨¦s Sutton y el gal¨¦s Hartson, armardores de los remates de Larsson, ha disminuido la excitaci¨®n del Celtic, un club de naturaleza cat¨®lica y, consecuentemente, que jam¨¢s pierde la fe en que ganar¨¢ a los protestantes del Rangers en el Old Firm, el derby por naturaleza, y que ni el rival europeo m¨¢s pintado le tumbar¨¢ en el Celtic Park.
Al Barcelona le aguarda presumiblemente hora y media de tormento. F¨ªsicamente muy poderoso, con futbolistas muy grandotes, no es f¨¢cil combatirle, sobre todo en las jugadas de estrategia, y menos ponerse a salvo de la punter¨ªa de Larsson. En los momentos de mayor apuro, al Celtic siempre le queda el ariete sueco para resolver el partido.
Los n¨²meros le ratifican como uno de los mejores artilleros (239 goles en 296 partidos), y su peligro va en aumento porque ha decidido ponerse en el mercado despu¨¦s de siete temporadas en el Celtic, club en el que ha sido elegido por la hinchada en una votaci¨®n digital como el extranjero m¨¢s determinante de la historia. A sus 33 a?os, hab¨ªa pensado en despedirse del f¨²tbol, regresar a Suecia y dedicarse al golf. Incluso hab¨ªa negociado con Peter Forsberg, un c¨¦lebre jugador de hockey hielo, montar una empresa que organizara torneos profesionales. Y hasta a su esposa le ten¨ªa dicho que le alentar¨ªa en su pasi¨®n por la equitaci¨®n y cuidar¨ªa mejor de sus dos hijos. El peque?o se llama Jordan, en homenaje naturalmente a Michael Jordan, al que Larsson profesa tal admiraci¨®n que celebra cada uno de sus goles sacando la lengua como s¨®lo hac¨ªa su ¨ªdolo.
Poco a poco, gol a gol (28 en 41 partidos), se fue desdiciendo hasta que decidi¨® ponerse en el escaparate, y hasta el propio Barcelona se ha parado para mirarle, falto como est¨¢ de delantero centro. Desde que sali¨® de Suecia en 1993 para jugar en el Feyenoord hasta 1997, el delantero sueco nacido en Helsinborg en 1971, hijo de madre sueca y de padre de Cabo Verde, vive enfocado a la porter¨ªa contraria. Tal que fuera una versi¨®n de Ra¨²l, no tiene el mejor remate, ni es el m¨¢s r¨¢pido ni ganar¨ªa una sola de las clasificaciones para elegir al mejor delantero centro, y sin embargo es tan infalible que en 2001 gan¨® la Bota de Oro con 53 tantos. Le basta con tomarse un plato de pasta antes de cada partido y no perdona al portero que se le pone delante.
Las lesiones le han torturado en m¨¢s de una ocasi¨®n, sobre todo cuando hace tres temporadas se rompi¨® la pierna por tres sitios en Ly¨®n, y hasta lleg¨® a quebrarse la mand¨ªbula. Larsson, sin embargo, siempre se ha sobrepuesto a la adversidad y a d¨ªa de hoy es tan venerado en el Celtic Park como Bobby Lennox, Jimmy McGrory o Jinky Johnstone. O'Neill, ex jugador del Nottingham Forest -con el que gan¨® dos Copas de Europa en los a?os ochenta- y hoy entrenador del Celtic, conf¨ªa hoy ciegamente en que Larsson le saque de un gran apuro: llega el Bar?a embalado (nueve victorias consecutivas) y el Para¨ªso no admite para el rival otra salida que la puerta de emergencia.
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