El grito de denuncia de H¨¦ctor Babenco abre el festival de cine de Mar del Plata

Se hab¨ªan descartado los discursos durante los actos inaugurales del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata celebrados la noche del jueves en esta ciudad costera de Argentina. Pero la cadena de atentados en Madrid hizo modificar el gui¨®n original. Miguel Pereira, presidente del certamen, dio voz p¨²blica a los cientos de tributos personales que se escucharon a lo largo de la jornada y pidi¨® un minuto de silencio en solidaridad por "la terrible tragedia en nuestra patria chica". Despu¨¦s se proyect¨® Carandiru, el impresionante grito de denuncia de la injusticia social e institucional de H¨¦ctor Babenco.

Entre el revuelo y el entusiasmo por la apertura de la 19? edici¨®n del Festival de Mar del Plata, los cineastas y el p¨²blico argentinos no olvidaron al pueblo madrile?o. Se pusieron en pie en la sala del Teatro Audit¨®rium para guardar un minuto de silencio por las v¨ªctimas de los atentados del jueves en Madrid. Los discursos oficiales se hab¨ªan descartado del gui¨®n original, pero Miguel Pereira, realizador y presidente del certamen, tom¨® la palabra para denunciar la "terrible tragedia" y expresar la "solidaridad con nuestra patria chica" de todos los asistentes. Fue un gesto simb¨®lico y tremendamente emotivo de un p¨²blico cuyos lazos con Espa?a perduran desde siglos atr¨¢s.

En los mismos lazos se gesta la identidad del festival en su nueva trayectoria. Fundado hace 50 a?os con el respaldo de Juan Per¨®n, e interrumpido en diversas ocasiones hasta reemprender el camino en 1996, Mar del Plata quiere consolidarse como centro neur¨¢lgico de la cinematograf¨ªa latinoamericana, adem¨¢s de receptor de las ¨²ltimas realizaciones del resto de los continentes. "Con las ra¨ªces en Latinoam¨¦rica y los ojos en el mundo", seg¨²n palabras de Miguel Pereira.

La b¨²squeda de una identidad propia para este ¨²nico certamen en Am¨¦rica del Sur de car¨¢cter competitivo y categor¨ªa A, que comparte con San Sebasti¨¢n, Cannes, Berl¨ªn, y hasta un total de 10 sedes, est¨¢ dotado tambi¨¦n de un contenido distintivo. En plena recuperaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, Mar del Plata aboga por enlazar su confianza en el futuro con la extensi¨®n de la justicia social y pol¨ªtica, como record¨® el presentador de la inauguraci¨®n, Ricardo P¨¦rez Bastida.

'Carandiru'

Nada mejor para ilustrar este objetivo que la pel¨ªcula invitada a abrir el certamen. Carandiru, de H¨¦ctor Babenco, demuestra que el cine puede entretener y denunciar al mismo tiempo abusos sociales e injusticias pol¨ªticas. La cinta retrata la matanza en el infame penal brasile?o del 2 de octubre de 1992, en la que las fuerzas de seguridad liquidaron a balazos a 111 presos, 85 de ellos dentro de las celdas. Con testimonios de los supervivientes recogidos por el m¨¦dico de la prisi¨®n, Drauzio Varella, y sus propias impresiones, Babenco construye un infierno terrenal no muy distinto al que todav¨ªa se enfrentan las capas bajas de Brasil y, posiblemente, de otros pa¨ªses.

Babenco, que la noche del jueves recibi¨® un homenaje a su trayectoria profesional, evit¨® hacer comentarios sobre su impactante filme. Prefiere que las im¨¢genes hablen por s¨ª mismas. Pero record¨® su estancia de cr¨ªo en Mar del Plata, de donde parti¨® en los a?os cincuenta en un peregrinaje internacional hasta asentarse en su pa¨ªs adoptivo, Brasil.

Su conexi¨®n con la ciudad nunca se cortar¨¢ porque, dijo, son lazos de uni¨®n con "territorios emocionales". "En esta sala vi mi primera obra de teatro, de Tennessee Williams, que me caus¨® un impacto imborrable", se?al¨® tras bromear que en el hotel Hermitage, centro de operaciones del festival y su lugar de residencia durante su estancia en Mar del Plata, trabaj¨® de joven "cargando las valijas" de celebridades como Jean-Paul Belmondo.