La empresa del vicepresidente Cheney hizo negocios en Irak, Ir¨¢n y Libia
La petrolera realiz¨® operaciones de millones de d¨®lares a trav¨¦s de una filial en las Caim¨¢n
La empresa petrolera y de servicios Halliburton ha estado negociando con Irak, Ir¨¢n y Libia desde que el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, era su m¨¢ximo directivo, de acuerdo a documentos a los que ha tenido acceso este diario, que forman parte de varias investigaciones en el Congreso y los departamentos de Tesoro, Justicia y Comisi¨®n de Valores. Las operaciones de cientos de millones de d¨®lares se han realizado principalmente a trav¨¦s de una subsidiaria registrada en las islas Caim¨¢n y establecida en Dubai, pero tambi¨¦n mediante subsidiarias europeas.
El senador Frank Lautenberg y el congresista Henry Waxman han pedido a la propia Halliburton y al Gobierno que revelen si la empresa ha violado las leyes que proh¨ªben comerciar con pa¨ªses que patrocinen el terrorismo. "A pesar de la posibilidad de que Halliburton, bajo la direcci¨®n de Cheney, estuviera deliberadamente violando las leyes de EE UU, este Gobierno, que dice estar librando una guerra global contra el terrorismo, le ha dado contratas de miles de millones de d¨®lares para la reconstrucci¨®n de Irak", afirma Lautenberg. (Halliburton tiene contratas por m¨¢s de 5.000 millones de d¨®lares en Irak).
Halliburton tiene un volumen de negocio anual de 40 millones de d¨®lares con Ir¨¢n, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. La venta de equipos petroleros la realiza a trav¨¦s de la subsidiaria Halliburton Products and Services, con sede en Dubai aunque constituida en el para¨ªso fiscal de las islas Caim¨¢n en 1975. La empresa iran¨ª es Kala Limited, una subsidiaria de la empresa nacional de petr¨®leo de Ir¨¢n, controlada por el Gobierno de ese pa¨ªs, al que EE UU acusa oficialmente de fomentar el terrorismo.
Al menos 14 solicitudes de material hechas por Kala a Halliburton detallan claramente que los equipos son para la industria petrolera de Ir¨¢n. Las solicitudes las enviaba la sucursal de Kala Limited en el n¨²mero 4 de Victoria Street, Londres, a la sucursal de Halliburton Products and Services en Dubai, situada en el piso 10 de la torre Al Moosa.
Presionada por el Congreso, Halliburton reconoce en su ¨²ltima declaraci¨®n a la Securities and Exchange Commission (SEC), la Comisi¨®n de Valores, sus operaciones en Ir¨¢n y Libia y admite de cara a sus accionistas que est¨¢ bajo investigaci¨®n federal. A trav¨¦s de su portavoz, Wendy Hall, Halliburton sostiene haber cumplido con los requisitos legales y asegura estar indagando, no obstante, si sus productos han contribuido a financiar el terrorismo.
Leyes ambiguas
Las leyes de EE UU son ambiguas, proh¨ªben negociar con pa¨ªses en la lista de Estados terroristas pero dejan abierta una rendija para que empresas de EE UU circunvalen las normas a trav¨¦s de subsidiarias en otros pa¨ªses, siempre que estas sucursales no sean dirigidas por ciudadanos estadounidenses. Una orden firmada por el presidente Bill Clinton en 1995 prohibe que "ciudadanos americanos realicen inversiones en Ir¨¢n a trav¨¦s de afiliaciones con extranjeros", y tambi¨¦n que empresas norteamericanas "beneficien a la empresa petrolera nacional iran¨ª" bajo multas de medio mill¨®n de d¨®lares para las empresas y de hasta 10 a?os de c¨¢rcel para los implicados.
La frontera es muy gris y de hecho no s¨®lo Halliburton negocia con esos pa¨ªses. Roger Robinson, director del Conflict Securities Advisory Group, ha identificado m¨¢s de 200 empresas de EE UU que operan en Ir¨¢n y 60 en Libia. Halliburton se escuda aduciendo que son sus filiales, y no la central, las que llevan a cabo los negocios en Ir¨¢n, pero la oficina de Halliburton Products and Services en la islas Caim¨¢n que supuestamente lleva esas operaciones ni siquiera tiene empleados. David Walker, administrador del edificio en el que figura la direcci¨®n, sostiene que la correspondencia la env¨ªan a la sede central de Halliburton en Houston.
Los negocios en Libia los ha realizado a trav¨¦s de varias subsidiarias, entre ellas europeas, y de la propia Brown and Root (la misma subsidiaria que actualmente reconstruye las instalaciones petroleras de Irak y ha edificado la c¨¢rcel de Guant¨¢namo). En 1995, Halliburton pag¨® una multa de 3,8 millones de d¨®lares por violar el embargo de EE UU a Libia vendi¨¦ndole equipos petroleros, parte de los cuales eran de doble uso y se pod¨ªan utilizar para desarrollar armas nucleares, de acuerdo a fuentes federales. Cheney ya era consejero delegado de Halliburton y presion¨® al entonces Gobierno de Clinton para que suavizara los embargos a Libia e Ir¨¢n.
Halliburton ha vendido tambi¨¦n equipos petroleros y de agua a Irak por importe de 73 millones mientras Cheney era su consejero delegado y presidente, explica el congresista Henry Waxman en una carta dirigida a Donald Rumsfeld en la que denuncia los lucrativos contratos que le han concedido a Halliburton a ra¨ªz de la guerra de Irak. A trav¨¦s de dos subsidiarias, Ingersoll-Rand y Dresser Industries, Halliburton le vendi¨® a Irak equipos para bombeo de agua y repuestos para instalaciones petroleras entre los a?os 1997 y 2000.
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