Pacto de m¨ªnimos para el arranque del UMTS

Las operadoras de m¨®viles espa?olas seguir¨¢n estando entre las m¨¢s rentables de Europa pese al UMTS, el nuevo m¨®vil multimedia que ha causado la ruina de muchas compa?¨ªas europeas. El acuerdo sellado con el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa les aligera de los compromisos de inversi¨®n y empleo a los que se comprometieron cuando ganaron las licencias. A cambio, Espa?a seguir¨¢ siendo pionera en el desarrollo del m¨®vil.

El UMTS ha sido desde el principio un 'yo-yo pol¨ªtico y legislativo' que ha ido acomod¨¢ndose al criterio de cada ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa

Estaremos entre los primeros pa¨ªses en disponer de UMTS, el m¨®vil multimedia y multiuso que funciona como c¨¢mara de v¨ªdeo y terminal de acceso a Internet. En el segundo semestre de este a?o, los ciudadanos que est¨¦n dispuestos a gastarse 500 euros en un terminal (o 1.000 euros, porque los m¨®viles UMTS se vender¨¢n de dos en dos) podr¨¢n ver a su interlocutor mientras hablan, aunque s¨®lo en las principales ciudades.

Pero en el camino se habr¨¢n quedado como m¨ªnimo m¨¢s de 6.000 millones de euros en inversi¨®n, 26.000 empleos, centros de I+D, fondos de capital riesgo para empresas tecnol¨®gicas y un largo etc¨¦tera de compromisos colaterales que les sirvieron para ganar las cuatro licencias que el Gobierno adjudic¨® por concurso en marzo de 2000.

Entonces esas adjudicaciones eran la joya m¨¢s codiciada. Se presentaron seis consorcios: los cuatro ganadores -Telef¨®nica M¨®viles, Vodafone, Amena y Xfera- y Movilweb 21 (Deutsche Telekom) y Movi2 (France T¨¦l¨¦com) y en los mismos no faltaba ninguna empresa importante espa?ola. La competencia feroz para hacerse con una concesi¨®n hizo que los consorcios hincharan sus ofertas mucho m¨¢s all¨¢ de los requisitos tanto t¨¦cnicos como financieros que exig¨ªan las bases. Para garantizarlas se pusieron encima de la mesa m¨¢s de 7.000 millones de euros en avales bancarios.

El Gobierno justific¨® en esas magn¨ªficas ofertas complementarias, que iban a redundar en el desarrollo de la econom¨ªa nacional y no s¨®lo en el sector, su decisi¨®n de regalar las licencias por 84 millones de euros cada una, mientras que otros Ejecutivos europeos, como el alem¨¢n, las subastaron por 8.500 millones.

Cuatro a?os despu¨¦s, y tras dos retrasos sucesivos (el estreno deb¨ªa ser el 1 de agosto de 2001 seg¨²n las bases del concurso), Espa?a no s¨®lo no va a ser el primer pa¨ªs (Hutchison ya ha puesto en marcha comercialmente el UMTS en el Reino Unido e Italia) ni va a poder reducir su d¨¦ficit, como hizo Alemania gracias a la recaudaci¨®n de la subasta, sino que acaba de renunciar a gran parte de aquellos compromisos colaterales. La orden ministerial publicada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado del 13 de marzo de 2000, por la que se resolv¨ªa el concurso, dec¨ªa en su punto segundo: "Las licencias otorgadas conllevan la aceptaci¨®n por la Administraci¨®n de todas las mejoras, compromisos y garant¨ªas ofertados por los adjudicatarios en la presentaci¨®n de sus respectivas ofertas, que vincular¨¢n a los titulares de las licencias durante todo el periodo de vigencia de las mismas".

Pero las operadoras de telefon¨ªa m¨®vil acaban de arrancar un acuerdo al Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa que les exime de todas esas mejoras incluidas en sus ofertas.

El pacto firmado con el ministro Juan Costa les permitir¨¢ ahorrase al menos 6.000 millones de euros en 10 a?os, un 30% sobre la comprometida inicialmente, que era de 16.296 millones. No obstante, fuentes del sector apuntan que el ahorro ser¨¢ mayor, puesto que en el papel firmado entre ministerio y las compa?¨ªas, la inversi¨®n que figura se refiere s¨®lo a despliegue de redes e infraestructuras y ronda los 6.300 millones en 10 a?os. El resto, hasta los 10.000 millones, es en desarrollo de aplicaciones y servicios para el nuevo m¨®vil, pero no se trata de una exigencia vinculante.

Se han relajado adem¨¢s los compromisos de cobertura para extender los servicios de UMTS a toda la poblaci¨®n, y en particular al ¨²ltimo 15% que vive en ¨¢reas rurales o apartadas. El pacto habla de comenzar con un 45% de la poblaci¨®n y ampliarla hasta el 70% en dos a?os.

De ese nuevo pacto apenas si se conocen m¨¢s detalles salvo que el grueso de la inversi¨®n se concentrar¨¢ en los primeros a?os (2.300 millones de euros en los dos primeros ejercicios, que se elevar¨¢n hasta los 4.500 en los tres siguientes). Las garant¨ªas sobre el cumplimiento de esas nuevas condiciones tampoco se han hecho expl¨ªcitas, y ni Ciencia y Tecnolog¨ªa ni los operadores consultados dan cuenta de las mismas.

Adem¨¢s, los ganadores de la licencia no tendr¨¢n la obligaci¨®n de crear 36.300 puestos de trabajo directos en 10 a?os (m¨¢s o menos el triple en indirectos), tal y como se comprometieron, porque ha dejado de ser una exigencia. Las operadoras, no obstante, estiman que se generarar¨¢n 10.000 empleos en una d¨¦cada.

Tampoco tendr¨¢n que constituir centros de I+D, fondos de capital riesgo para empresas tecnol¨®gicas y otros proyectos sociales que, en su conjunto, supon¨ªan inversiones de m¨¢s de 2.000 millones.

Tambi¨¦n ha desaparecido cualquier referencia a los precios de los nuevos servicios. Ni Javier Aguilera (consejero delegado de Telef¨®nica M¨®viles) ni Francisco Rom¨¢n (Vodafone) ni Belarmino Garc¨ªa (Amena) saben a¨²n lo que cobrar¨¢n a sus clientes por ver por sus pantallas a su interlocutor o por navegar por Internet a la velocidad del ADSL. Tan s¨®lo apuntan que esas aplicaciones ser¨¢n m¨¢s caras que las que permiten los tel¨¦fonos actuales, como enviar una foto, aunque s¨®lo "moderamente", seg¨²n bromea Costa. Nada que ver con la pol¨ªtica empleada por Hutchison Whampoa para introducir el UMTS y que le puede costar muy caro al consorcio de Hong Kong.

Parches legislativos

Con todo, el UMTS ha sido desde el principio un yo-yo pol¨ªtico y legislativo que ha ido acomod¨¢ndose al criterio y talante de de cada ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa. todos ellos han introducido modificaciones importantes respecto a las condiciones originales de la concesi¨®n. Con Anna Birul¨¦s, se cambi¨® dos veces el calendario de inicio; se anunciaron nuevas licencias cuyos concursos nunca se convocaron; se invent¨® una tasa (el canon por el uso del espacio radioel¨¦ctrico) para compensar la escasa recaudaci¨®n por la licencias para luego rebajarla en m¨¢s de un 60%.

Tambi¨¦n Josep Piqu¨¦ hizo retoques y hace poco m¨¢s de un a?o escenific¨® un acuerdo con los mismos actores en el que se concret¨® una liberaci¨®n de garant¨ªas bancarias de m¨¢s de 5.000 millones de euros. A cambio, las operadoras se comprometieron a invertir 1.464 millones de euros en 2003. Las compa?¨ªas, incluida Xfera, dicen haber cumplido su parte en el trato, ahora renovado por Costa.

Pero, a diferencia de sus antecesores en el cargo, Costa se ha apoyado en Bruselas para el cambio de las reglas del juego, evitando as¨ª posibles reclamaciones de los consorcios que compitieron y perdieron la licencia. Ciencia y Tecnolog¨ªa esgrime una misiva del comisario de la Sociedad de la Informaci¨®n, Erkki Likanen, remitida en enero pasado, en la que cuestionaba la legalidad de las exigencias al margen del servicio.

En su favor, otros pa¨ªses, como Austria, Holanda, Italia y el Reino Unido, tambi¨¦n han modificado a la baja sus exigencias. Adem¨¢s, los operadores han cerrado filas en torno a Costa. No en vano, y pese a las cr¨ªticas por el vaiv¨¦n regulatorio del sector y por dificultades como la oposici¨®n de muchos ayuntamientos a la instalaci¨®n de antenas, las compa?¨ªas espa?olas est¨¢n entre las m¨¢s rentables de Europa, todas ellas con resultados netos positivos.

Sin embargo, la magnanimidad del Ejecutivo espa?ol contrasta con la inflexibilidad de otros, como el alem¨¢n, al que las advertencias de la Comisi¨®n Europea nunca le han arredrado y, no conforme con recaudar 50.000 millones de euros, ha amenazado con retirar la licencia a los consorcios que, como Telef¨®nica, han decidido congelar el proyecto. Otros, como Mobilcom, participado por France T¨¦l¨¦com, han devuelto la licencia y pedido el reembolso del importe.

La severidad puede costarle cara al Gobierno germano. En Austria, las seis concesionarias han presentado una denuncia ante un tribunal de justicia para obtener el reembolso de parte de las cantidades entregadas que ha pedido consejo a la Corte Europea de Justicia. De prosperar estos recursos se abrir¨ªa una veda que podr¨ªa desembocar en una cadena de denuncias en toda la UE.

Por la v¨ªa del consenso

Frente al enfrentamiento, la v¨ªa del consenso elegida por la Administraci¨®n espa?ola no s¨®lo se blinda frente a posibles recursos, sino que se asegura un acuerdo de m¨ªnimos, que los tres operadores que funcionan comercialmente est¨¢n cumpliendo y que ha reactivado el mercado, seg¨²n reconocen representantes de operadores y fabricantes de equipos.Los apoyos a la pol¨ªtica culminada por Costa se multiplican. Aniel, la patronal del sector, que pidi¨® desde el principio la relajaci¨®n de las exigencias, tambi¨¦n saluda la iniciativa.

Telef¨®nica M¨®viles ha firmado a comienzos de este a?o a Ericsson y Siemens como suministradores de red de acceso radio de la segunda fase de despliegue de red UMTS en Espa?a, que tiene como objetivo contar con entre 7.000 y 8.000 estaciones base en 2005, con inversiones previstas en infraestructura de 1.000 millones de euros hasta 2006. Vodafone ha asegurado que la mayor parte de los casi 3.000 millones de euros que tiene en su plan de inversiones ir¨¢n a parar al UMTS. Y tanto Telef¨®nica como la filial de la multinacional brit¨¢nica ya comercializan servicios de UMTS para ordenadores port¨¢tiles. En cuanto a Amena, promete 1.450 millones de inversi¨®n y llegar al 95% de la poblaci¨®n en seis a?os.

Del ¨¦xito y de la popularizaci¨®n del UMTS depender¨¢ en ¨²ltimo t¨¦rmino que el nuevo marco de relaciones con los operadores de m¨®viles sea eficaz para movilizar los recursos, tanto econ¨®micos como humanos, objetivo que no ha conseguido una legislaci¨®n voluntarista y alejada de la realidad se ha demostrado ineficaz.