Prioridades

El presidente de la Generalitat llama a la sociedad a movilizarse en defensa de los intereses valencianos amenazados, se supone, por la victoria del PSOE en las elecciones generales. Francisco Camps intenta trasladar a los ciudadanos la idea de que con los socialistas en el Gobierno de Espa?a proyectos esenciales para la Comunidad Valenciana (AVE, PHN, Copa del Am¨¦rica) corren el riesgo de malbaratarse sin explicar muy bien el porqu¨¦, salvo en el caso del Plan Hidrol¨®gico. Es verdad que hay una cierta l¨®gica, derivada de la nueva situaci¨®n pol¨ªtica, en su discurso vindicativo; pero no lo es menos que su argumentaci¨®n est¨¢ trufada de un cierto patrioterismo decadente, alejado de una realidad muy compleja.

Vayamos por partes. Insinuar que el AVE o la Copa del Am¨¦rica pueden estar en riesgo porque el PSOE gobierna en Espa?a y el PP en la Comunidad Valenciana no tiene ning¨²n sentido. Los socialistas han apostado por ambos proyectos de forma contundente. M¨¢s eficaz ser¨ªa consensuar acuerdos aqu¨ª sobre ambos proyectos y presionar juntos en Madrid, olvid¨¢ndose de los intereses partidarios. Otra cosa es el PHN. Empecinarse en un proyecto que ya es historia no va a solucionar la objetivas necesidades h¨ªdricas de esta tierra. Ram¨®n Valc¨¢rcel, presidente de Murcia, as¨ª lo ha entendido y ya ha reclamado di¨¢logo con el futuro Gobierno. Es una iniciativa a tener en cuenta. Ahora son los socialistas quienes tienen la responsabilidad de solucionar la falta de agua que tiene esta tierra. Durante tiempo han presumido de tener una alternativa. ?sta es la ocasi¨®n de presentarla con rigor, plazos de ejecuci¨®n y presupuesto. Ya no tienen excusas. Y el PP deber¨ªa, responsablemente, analizar el proyecto antes de oponerse simplemente porque no es el suyo. Algunos representantes de organizaciones empresariales valencianas as¨ª lo han entendido y han abierto un comp¨¢s de espera.

El presidente de la Generalitat puede sentir la tentaci¨®n de presentarse ante la sociedad como Francesc I El Palleter y emplear sus energ¨ªas para actuar como ariete opositor frente al equipo de Rodr¨ªguez Zapatero y convertirse en un sosias de Bono o Rodr¨ªguez Ibarra en versi¨®n del PP. Pero antes de elegir ese camino deber¨ªa tener en cuenta que la sociedad valenciana tiene muy poco que ver con la manchega o la extreme?a. Como he se?alado antes, la realidad actual es muy compleja y los retos no pueden afrontarse desde una concepci¨®n localista de la pol¨ªtica, sino desde una percepci¨®n global. Camps deber¨ªa tener presente que uno de los debates m¨¢s importantes de esta legislatura ser¨¢ el modelo de Estado y recordar que una de sus promesas de campa?a fue la reforma del Estatuto y otro de sus compromisos la materializaci¨®n de un valencianismo moderno que ha de ofrecer una alternativa a la crisis de los sectores tradicionales de la industria. Refugiarse en el discurso del "ens ho volen furtar tot" ser¨ªa la constataci¨®n del vuelo gallin¨¢ceo de su pol¨ªtica. Y de Camps se espera otra cosa.

?stas deber¨ªan ser sus prioridades y las de los valencianos. Su disputa con Zaplana o la de Zaplana con ¨¦l tiene escaso inter¨¦s.