Romanticismo rampl¨®n
A fuerza de repetir su m¨¢s habitual personaje cinematogr¨¢fico, el joven atribulado Ben Stiller se ha ido forjando una reputaci¨®n en la comedia americana contempor¨¢nea. Casi todo lo que suele ser en la pantalla se condensa aqu¨ª en un personaje que se gana la vida calculando riesgos en una compa?¨ªa aseguradora, que pretende vivir una existencia banal y confortable junto a la mujer que parece haber nacido para ser su media naranja, pero un incidente durante su luna de miel le dejar¨¢ literalmente hecho unos zorros, al tiempo que le obligar¨¢ a replantearse toda su vida.
Cruce no demasiado afortunado entre la comicidad de Algo pasa con Mary y cualquier comedia rom¨¢ntica que coloque uno junto a otro a dos personajes de imposible engarce (el ordenado Stiller se ver¨¢ pronto arrastrado por la vitalidad alocada e imprevisible de Jennifer Aniston), Y entonces lleg¨® ella gasta la mayor parte de su metraje en explicarnos, una y otra vez, qu¨¦ tan diferentes son ambos protagonistas, c¨®mo se las gastan sus habituales compinches (entre ellos, un Philip Seymour Hoffman que se toma a s¨ª mismo a cachondeo), qu¨¦ dif¨ªcil ser¨¢ que el ordenado y la desordenada acaben, como previsiblemente amenaza todo el metraje del filme, siendo inmensamente felices.
Y ENTONCES LLEG? ELLA
Direcci¨®n: John Hamburg. Int¨¦rpretes: Ben Stiller, Jennifer Aniston, Philip Seymour Hoffman, Debra Messing, Alec Baldwin, Hank Azaria. G¨¦nero: comedia, EE.UU, 2004. Duraci¨®n: 90 minutos.
Dirige el asunto el actor, guionista y tambi¨¦n realizador John Hamburg, y la verdad es que no se puede decir que su desempe?o sea precisamente brillante. Como guionista, deja que todo repose sobre la qu¨ªmica que se pueda establecer entre Aniston y Stiller (una jugada tan vieja como el cine, y que en algunos casos funciona), que aqu¨ª resulta cuanto menos potable (Aniston es quien m¨¢s pone para que las cosas funcionen), pero en cambio se olvida de todo lo dem¨¢s: ni funciona la descripci¨®n de las relaciones laborales del protagonista, ni se nos muestra el mundo cotidiano de la chica, ni se pasa del lugar com¨²n rampl¨®n para explicar el fracaso del mete¨®rico matrimonio de Stiller-Messing.
Convencido de que si sus protagonistas funcionan, todo se aguanta, a Hamburg se le olvida que una comedia necesita de un tempo narrativo preciso y de que no basta con colocar un par de chistes escatol¨®gicos para provocar la carcajada. Probablemente, tendr¨¢ el ¨¦xito a su alcance, porque cada vez es m¨¢s f¨¢cil lograr con recursos deprimentemente sobados el aplauso f¨¢cil del p¨²blico m¨¢s convencional, pero ciertamente no obtendr¨¢ la adhesi¨®n del m¨¢s inteligente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.