El nuevo ciclismo espa?ol se presenta en sociedad en la Mil¨¢n-San Remo

Los muros, viejos muros, anchos, piedra sobre piedra, de la Universidad Cat¨®lica de Mil¨¢n proclaman en pancarta blanca grande Siamo tutti madrile?i, homenaje estudiantil a las v¨ªctimas de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia; periodistas suizos, franceses, italianos... saludan al colega espa?ol con una sonrisa y un "comienzan nuevos tiempos, buenos". Quiz¨¢s hablen de ciclismo -que ser¨ªa lo suyo porque Mil¨¢n es, una vez al a?o, el centro del universo ciclista, la sede permanente de la organizaci¨®n de la Mil¨¢n-San Remo, la classicissima, el Mundial de primavera, un monumento de 294 kil¨®metros, que hoy se corre-, pero seguramente no. Hay cosas m¨¢s importantes.

Sin embargo, tambi¨¦n tendr¨ªa sentido que se refirieran a la nueva Espa?a ciclista porque, bien contados los casi 200 participantes de la primera gran cl¨¢sica del a?o, resulta que despu¨¦s de los italianos, con 59 corredores, los espa?oles son los segundos en masa, con 27. Los segundos en masa y, quiz¨¢s, los primeros en aspiraciones.

Tiempos aquellos, no tan lejanos, en los que la ¨²nica preocupaci¨®n de los ciclistas espa?oles en las cl¨¢sicas era no perderse. "Y, sobre todo, tened cuidado cuando os descolgu¨¦is del pelot¨®n", les dec¨ªan los veteranos a los novatos, "que luego abren las carreteras, hay muchos cruces y el p¨²blico no te gu¨ªa bien". Y lo primero que hac¨ªan los novatos, a los que se les escapaba la ilusi¨®n r¨¢pidamente, era esperar a que se descolgara un veterano para quedarse con ¨¦l y, por lo menos, no perderse. Tiempos aquellos hoy irreconocibles en esta nueva Espa?a ciclista. Seis campeones mundiales participan en la San Remo. Entre los seis hay un suizo (Camenzind), un italiano (Cipollini), un franc¨¦s (Brochard), un let¨®n (Vainsteins) y dos, ?scar Freire e Igor Astarloa, son espa?oles. Espa?oles y favoritos.

Las posibilidades de Freire

De los dos es Freire el corredor que m¨¢s cerca ha estado de acercarse a Miguel Poblet, que gan¨® dos Mil¨¢n-San Remo, la ¨²ltima hace 45 a?os, el ¨²nico espa?ol que lo ha hecho. Freire ha disputado cinco y una vez qued¨® tercero y otra quinto. "Y he estado cerca de ganarla, pero siempre he cometido alg¨²n error", dice el bicampe¨®n mundial de Torrelavega. Su problema es de abundancia. Es tan bueno Freire, tiene tantas posibilidades t¨¢cticas -puede ganar en sprint masivo, puede aguantar una fuga en solitario, sabe llevar ataques en grupo- que en la San Remo su mente se convierte en un fabricante de dudas. "Tengo prohibida la intuici¨®n en esta carrera, que es una loter¨ªa en el fondo. Mi polivalencia es un arma de doble filo. Quien s¨®lo puede ganar escapado sabe lo que tiene que hacer, y quien es s¨®lo sprinter tambi¨¦n. Y yo me tengo que pasar la carrera calculando si habr¨¢ sprint, si triunfar¨¢ la fuga...".

Y hay alg¨²n espa?ol m¨¢s, menos conocido, m¨¢s t¨ªmido, Iv¨¢n Guti¨¦rrez, Horrillo, Vicioso... corredores ansiosos que anoche durmieron intranquilos, sus sue?os agitados con visualizaciones gloriosas de una entrada triunfal en V¨ªa Roma. Y que los otros favoritos, Cipollini, el ganador de 2002, Bettini (2003) o Petacchi, se fastidien.