El Supremo de Taiwan precinta las urnas ante las denuncias de fraude

Miles de taiwaneses se manifestaron ayer en varias ciudades de la isla para exigir un nuevo recuento de las papeletas de las elecciones presidenciales celebradas el s¨¢bado, en las que el actual mandatario, el independentista Chen Shui Bian, desbanc¨® a su rival, Lien Chan, por un estrecho margen. El Tribunal Supremo orden¨® ayer el sellado de las urnas en los 13.000 centros de votaci¨®n, despu¨¦s de que Lien solicitase la impugnaci¨®n del resultado y exigiese una investigaci¨®n sobre las extra?as circunstancias en las que se produjo el aparente intento de asesinato sufrido por Chen el viernes, que dio la vuelta a los comicios.

El Partido Nacionalista o Kuomintang (KMT) ha cuestionado tambi¨¦n el alto n¨²mero de papeletas no v¨¢lidas: m¨¢s de 337.000, casi el triple que las registradas en las elecciones de 2000, cuando Chen Shui Bian, del Partido Democr¨¢tico Progresivo (PDP), acab¨® con 51 a?os de reinado del Kuomintang. El tribunal tiene ahora que elegir un juez que decida si procede llevar a cabo el recuento. Lien Chan ha perdido las elecciones por menos de 30.000 votos (un 0,2% del total de 13,2 millones). Tras el ataque, las autoridades pusieron en estado de alerta a las fuerzas de seguridad, por lo que 200.000 militares y polic¨ªas, tradicionalmente partidarios del Kuomintang, se quedaron sin votar.

"?Por qu¨¦ no creemos al Gobierno? Porque hay demasiadas cosas envueltas en una nebulosa de sospechas", dijo Lien Chan ayer ante 10.000 seguidores en Taipei. Los partidarios de la coalici¨®n panazul, integrada por el KMT y el Partido de la Gente Primero, se manifestaron en varias ciudades al grito de "Chen dimisi¨®n; Chen dimisi¨®n".

Al llegar la noche, delante del palacio presidencial, en Taipei, la multitud segu¨ªa haciendo sonar bocinas y agitaba banderines azules y banderas de Taiwan cada vez que el orador arengaba a los seguidores. Y la masa se encrespaba: "Chen mu¨¦stranos la barriga, Chen mu¨¦stranos la barriga". El presidente result¨® herido leve en el vientre por un disparo mientras recorr¨ªa en una caravana electoral la ciudad sure?a de Tainan, en su condado natal. La vicepresidenta, Annette Lu, recibi¨® el impacto de una bala en la rodilla. Nadie ha sido detenido ni se ha identificado a ning¨²n sospechoso.

Detr¨¢s de las barreras de alambre de espino, miles de antidisturbios con gruesos palos de madera, proteg¨ªan ayer los accesos al palacio, situado a pocos centenares de metros de la sede del Kuomintang. "La votaci¨®n no es v¨¢lida, no admitimos como presidente a Chen. Hay cosas muy extra?as, como que el ataque se produjo justo la v¨ªspera de las elecciones o la compra de votos. Tenemos ojos y coraz¨®n. Sabemos que nos ha enga?ado", dec¨ªa Fairy Gu, una profesora de 28 a?os, mientras agitaba una bandera. Todo tipo de conspiraciones recorren Taiwan desde que se produjo el ataque: como que fue orquestado por el propio presidente o que las fotos del abdomen con una herida que fueron divulgadas inicialmente por los m¨¦dicos no eran de ¨¦l. Hasta tal punto que el Gobierno se vio obligado ayer a hacer p¨²blicas nuevas fotos en las que se ve a Chen y Lu mientras est¨¢n siendo intervenidos en el hospital.

Aunque Chen ha logrado ser reelegido presidente por otros cuatro a?os, no ha conseguido, sin embargo, el visto bueno al refer¨¦ndum que hab¨ªa propuesto sobre el incremento de las defensas militares para hacer frente a China por falta de qu¨®rum. Pek¨ªn, que considera Taiwan un provincia rebelde, ha hecho p¨²blico un comunicado en el que califica de provocaci¨®n la consulta popular y destaca que ha sido "invalidada". "Los hechos han probado que este acto ilegal va en contra del deseo del pueblo. Cualquier intento de separar Taiwan de China est¨¢ condenado al fracaso".