L¨¹pertz: "Al artista le influye m¨¢s la luz de su calle que su naci¨®n"

Un d¨ªa antes de recibir el premio, L¨¹pertz habl¨® de su visi¨®n art¨ªstica, que se asocia frecuentemente con una reivindicaci¨®n de la cultura germ¨¢nica. Adornado con rotundas joyas y mientras degusta un vino tinto, el artista rechaza, sin embargo, cualquier adscripci¨®n. "En el artista son m¨¢s importantes las diferencias de territorios que las caracter¨ªsticas de una naci¨®n. Las diferencias entre el Norte, oscuro, y el Sur, claro. Al artista le influye mucho m¨¢s la luz de su calle, del paisaje, del clima, que su propia naci¨®n, que su nacionalidad, aunque ¨¦sta tambi¨¦n es importante, claro. Yo vengo de la oscuridad y busco la luz. El sue?o eterno de los pintores alemanes es la luz", explica, sonriendo, antes de asentir ante un comentario de la traductora sobre su casa en Italia.

Ser moderno

Se considera europeo y defiende la cultura europea "como el mundo cl¨¢sico", que influye notablemente sobre su ¨²ltima producci¨®n art¨ªstica, en sus esculturas mitol¨®gicas. "Es un error de la historia del arte hacer siempre clasificaciones o eso de que siempre tiene que haber una vanguardia, que representa lo nuevo". Rechaza el concepto de seguir las tendencias de una ¨¦poca, porque es lo que corresponde vivir al artista. "La modernidad no tiene por qu¨¦ seguir las tendencias, sino que es compendio de todo lo anterior, de lo que pas¨® y de lo que pasa".

Profesor de arte en D¨¹sseldorf, L¨¹pertz sostiene que a lo largo de la historia se han cultivado diferentes estilos. "Siempre ha habido, por ejemplo, expresionistas, impresionistas o constructivistas; en la Edad Media, en el Renacimiento o en el Barroco; en todas las ¨¦pocas. El mundo del arte se ha forjado con pintores de todo tipo que siempre se han comunicado a su manera. El valor de artista es la originalidad de su obra", asevera.

L¨¹pertz critica la "interferencia pol¨ªtica" en al arte alem¨¢n, que "est¨¢ un poco hundido" por las directrices oficiales que marcan los comisarios y directores de museos, que temen ser tachados de "poco modernos" y siguen criterios para satisfacer ¨²nicamente a la gente de su generaci¨®n.

En su opini¨®n, el arte necesita un tiempo. "Lo que ha ocurrido en Madrid o Nueva York, algo tan b¨¢rbaro y bestial ahora mismo, no puede tener una repercusi¨®n en el arte", concluye.