Tras el 14 de marzo
Reclamaba V¨¢zquez Montalb¨¢n "una izquierda con vistas al mar del siglo XXI". Pues bien, tras la victoria electoral, a mi juicio de toda la izquierda, se abren unas perspectivas que pueden ir a m¨¢s del simple resultado num¨¦rico de unos comicios. Hay promesas, expectativas de cambio, una necesidad de alianzas entre las izquierdas, y a la vez con los nacionalismos perif¨¦ricos democr¨¢ticos, y no s¨®lo por razones de inmediatez, de garantizar mayor¨ªas parlamentarias, sino para resolver problemas hist¨®ricos y otros m¨¢s bien del devenir presente.
El resultado electoral, desigual o distorsionado por la regla d'Hont, refleja muchas cosas. De todo eso se viene hablando con insistencia, no insistir¨¦. Todo est¨¢ bastante claro, ha habido -salvo en donde la realidad nacional propia marca, casos de Catalu?a y Euskadi- un fuerte bipartidismo, eso explica que una parte del electorado ha votado en sentido diferente a su visi¨®n m¨¢s a la izquierda del voto depositado. As¨ª y todo, la realidad es ¨¦sa. Hace falta pues una pol¨ªtica que tenga muy en cuenta la colaboraci¨®n entra las izquierdas. No es lo mismo votar para un ayuntamiento o nuestras cortes valencianas, que para el Estado. Eso significa que EUPV-Entesa y Bloc, descendiendo a nuestro caso, deben buscar acuerdos, y, tambi¨¦n, que la opci¨®n que va a gobernar lo tenga muy en cuenta.
El voto de sectores que ven¨ªan inhibi¨¦ndose de la pol¨ªtica es, igualmente, una cosa a no olvidar. Ese sentimiento de desenga?o en relaci¨®n a "los pol¨ªticos" expresa un deseo de renovaci¨®n, de cambios en el quehacer de la gesti¨®n p¨²blica. Se trata de cambios cualitativos, a veces es un no a la perpetuaci¨®n en los cargos, otras, veracidad, participaci¨®n, nuevas formas de vivir, y un conjunto de valores alternativos. La mayor¨ªa salida de las urnas no puede ignorar estas cosas, sus contenidos culturales -no es casual que el mundo de la cultura haya jugado un papel importante en el clima a favor del cambio-, as¨ª como los deseos de que haya algo m¨¢s en este cap¨ªtulo que un simple relevo.
Existen unos temas "hist¨®ricos" que el PSOE tendr¨¢ que abordar sin los "a priori" de algunos de sus barones. Aqu¨ª citar¨ªa c¨®mo las aspiraciones hacia una federalizaci¨®n del Estado exigen dejar de lado la estrecha visi¨®n de caf¨¦ para todos, y tener bien presente que el modelo de Estado actual naci¨® tras el "justo derecho de conquista". Con las autonom¨ªas se reinici¨® -hab¨ªa sido interrumpido en el 39- un camino, creo, por ello, que debe seguir reformando y mejor¨¢ndose el sistema de autogobierno de cada autonom¨ªa.
Cualquier reflexi¨®n sobre este tema que hagamos desde nuestra realidad perif¨¦rica, valenciana, con plan hidrol¨®gico incluido, nos incita a ver la perspectiva del 2007. Aqu¨ª seguimos bajo la mayor¨ªa aplastante del aznarismo, versi¨®n zaplanista. Necesaria, por tanto, es, a mi juicio, la colaboraci¨®n entre las izquierdas. No hay "casa com¨²n", hay niveles de entendimiento necesarios y posibles, y una urgencia de acercamiento a la gente. El ejemplo del norte es aleccionador, el tripartido de Catalu?a significa algo m¨¢s que una urgencia coyuntural. De seguir su ejemplo posiblemente una entesa al senado aqu¨ª hubiera significado alg¨²n avance, seg¨²n ha reparado alg¨²n especialista.
Nos sentimos pues satisfechos, ha habido un cambio de gobierno claro y justo. Ahora lo que hace falta es recomponer el bloque del cambio, y en eso el PSOE deber¨¢ contar con las otras izquierdas, y con las aspiraciones de transformaciones m¨¢s all¨¢ de la mera gesti¨®n de las instituciones. Que nazca para ello una nueva cultura de la colaboraci¨®n entre la izquierda ser¨ªa de desear.
Vicent ?lvarez es miembro del Consell Valenci¨¤ de Cultura.
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