Legalidad, legitimidad
Las teor¨ªas sobre estos dos t¨¦rminos empezaron lejos, ir¨¢n mucho m¨¢s all¨¢: cinco siglos antes de Cristo los "legistas" chinos pretend¨ªan que el gobierno fuera autoritario en el cumplimiento de las leyes, y ajeno a la moral; pero los confucianos proclamaban la virtud como base. Yo hablo de los t¨¦rminos de hoy, que me gustar¨¢ ver reflejados de alguna forma en los discursos del candidato. He visto la autoridad separarse de la moral, o adoptar una de las deambulantes morales astutas, y encajarlas con sus leyes. No puedo creer en la legitimidad de un gobierno que ocupa el poder legislativo y el ejecutivo, lucha por incorporarse el poder judicial y basa la moral en un sector religioso de la Iglesia cat¨®lica; a veces subrepticiamente, a veces ostensiblemente, como con las bendiciones episcopales para los soldados que van a una guerra injusta. Lo legal es lo que se ajusta a la ley; lo leg¨ªtimo es "cierto, genuino y verdadero en cualquier l¨ªnea". No coinciden. En el extremo est¨¢ el ejemplo de lo que se llama "r¨¦gimen anterior", legal porque hizo sus leyes, aunque no fueran leg¨ªtimas porque las cumpli¨® con sangre y robo de bienes y de atributos de los humanos que las ten¨ªan por leyes anteriores. En la autocracia de este sistema, el cuerpo legal se ha aumentado de una manera prodigiosa para favorecer a quienes ejerc¨ªan el gobierno y a quienes les elevaron a ¨¦l, y la interpretaci¨®n constitucional dada por tribunales afectos a la lectura del gobierno.
Quisiera yo o¨ªr al candidato aunque sea una proposici¨®n de restaurar la legalidad seg¨²n la legitimidad: es decir, una reforma amplia y profunda de los mecanismos que desde la escuela a la televisi¨®n manejan a los ciudadanos; una restituci¨®n del librepensamiento; unas mec¨¢nicas electorales que, tanto en las matem¨¢ticas como en las circunscripciones y la atribuci¨®n de esca?os, se acerquen lo m¨¢s posible a la voluntad general. No la oir¨¦, probablemente; y si la oigo ser¨¢ en t¨¦rminos l¨®gicamente generales porque son asuntos de largo estudio; y si me lo prometen no me lo creer¨¦ hasta que lo vea. Y no lo ver¨¦. Quiero lo que Confucio quer¨ªa hace 2.500 a?os: la virtud. Y, por favor, no entremos en discutir qu¨¦ es la virtud: lo que se sabe no necesita definici¨®n, pero adoptemos una de las oficiales: "H¨¢bito de obrar bien, independientemente de los preceptos de la ley, por sola la bondad de la operaci¨®n y conformidad con la raz¨®n natural".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.