Un grupo insurgente amenaza con llevar la guerra a Bagdad
Los habitantes de la ciudad reducen sus salidas a la calle y baja la asistencia a los colegios
"A todas las familias de Bagdad. No salg¨¢is a la calle, porque el fuego de la resistencia va a trasladarse a la capital", advierten desde el mi¨¦rcoles por la noche unas octavillas distribuidas en los sem¨¢foros, e incluso casa por casa en algunos barrios. Las firman las Brigadas de los Muyahidin y resulta imposible verificar su autenticidad. Ayer, su efecto era desigual seg¨²n las zonas de la ciudad, pero muchos de sus habitantes hace d¨ªas que han reducido al m¨ªnimo sus salidas.
La asistencia a clase de los ni?os de Bagdad ha descendido y, salvo en la c¨¦ntrica zona comercial de Karrada, han desaparecido los atascos que desde hace un a?o se hab¨ªan hecho habituales.
"?Qu¨¦ quieren de nosotros? Esto no es vida", se quejaba ayer Abulhadi Husein con el pasqu¨ªn en la mano. ?l, como muchos otros, trata de estar en casa al anochecer y hay barrios que no pisa desde hace meses. "Si no podemos salir ni a trabajar ni a comprar, ?de qu¨¦ vamos a vivir?", pregunta, indignado con una situaci¨®n de la que culpa a estadounidenses e iraqu¨ªes de forma alterna, sin saber con seguridad qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de su tragedia personal. Abdulhadi, que reside en el barrio de Karrada, ha decidido acudir al trabajo porque tiene una familia que alimentar y est¨¢ harto de que le den ¨®rdenes. Estaba convencido de que el tiempo de obedecer se hab¨ªa terminado con Sadam.
En ese barrio en el que conviven chi¨ªes, cristianos y sun¨ªes apenas se nota el llamamiento de los insurgentes. All¨ª se concentra buena parte del comercio de electrodom¨¦sticos, que est¨¢ haciendo su agosto desde la ca¨ªda del r¨¦gimen. "Son los ¨²nicos que est¨¢n sacando provecho con la desaparici¨®n de los impuestos", asegura Abdulhadi, un chi¨ª que recibi¨® el panfleto en su casa. Pero nadie sabe nada. "Lo trajeron unos chavales", dice sorprendido por la pregunta. En los cruces donde los repart¨ªan, los muchachos aseguraban que ellos no los hab¨ªan impreso. ?Qui¨¦n entonces?
Samir al Qasab, un sun¨ª que no esconde sus simpat¨ªas por la resistencia, acudi¨® a su mezquita el mi¨¦rcoles por la noche para preguntar si deb¨ªa tomar la advertencia en serio. "No sabemos qui¨¦n lo ha hecho; no te lo tomes muy en serio", le respondi¨® el imam.
Pero ayer por la ma?ana, cuando llevo a sus hijas al colegio, faltaban la mitad de las alumnas. "No he podido dejarlas en casa porque hoy justamente tienen ex¨¢menes", justific¨® pesaroso. Ante la duda, la mitad de las tiendas de Mansur, el barrio donde se hallan la mayor¨ªa de las embajadas, incluida la espa?ola, cerraron ayer.
El d¨ªa transcurri¨® sin mayores incidentes de lo habitual. Cuatro explosiones despertaron a media ciudad en un nuevo ataque -son casi diarios- con cohetes contra la sede de la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n. Disparos espor¨¢dicos aqu¨ª y all¨¢. Y mucha tensi¨®n a las puertas de Ciudad S¨¢der, donde los soldados norteamericanos han desplegado carros de combate en previsi¨®n de incidentes si finalmente se ordena la entrada en la ciudad santa de Nayaf para capturar a M¨²qtada al S¨¢der. El cl¨¦rigo chi¨ª radical tiene numerosos seguidores en ese arrabal del este de Bagdad.
Adem¨¢s, el pasqu¨ªn distribuido en la capital por los insurgentes sun¨ªes pide a sus simpatizantes que apoyen a sus "hermanos del Ej¨¦rcito del Mahdi en la lucha para liberaros de la sombra de los invasores". El Ej¨¦rcito del Mahdi es la milicia de M¨²qtada, que ha liderado la revuelta chi¨ª de los ¨²ltimos d¨ªas.
Cada vez m¨¢s, surgen pruebas de que, tal como desde hace tiempo advert¨ªan algunos analistas, extremistas chi¨ªes y sun¨ªes est¨¢n trabajando juntos contra la ocupaci¨®n. El periodista franc¨¦s liberado el mi¨¦rcoles, Alexander Jordanov, relat¨® ayer a sus colegas que estuvo en manos de varios grupos, "entre los que hab¨ªa leales a Sadam y militantes chi¨ªes del Ej¨¦rcito del Mahdi".
Anoche, como viene siendo habitual en los ¨²ltimos d¨ªas, la base Al ?ndalus de Nayaf, que alberga al contingente espa?ol en la ciudad santa chi¨ª, fue atacada con fuego de mortero. No hubo heridos ni da?os materiales.
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