De nuevo, a la ONU

Ante el brutal deterioro de la situaci¨®n en Irak, la Administraci¨®n de Bush se est¨¢ viendo obligada a volver a dirigir su mirada hacia la ONU.

El propio Bush ha declarado que busca una nueva resoluci¨®n del Consejo de Seguridad para que otros pa¨ªses env¨ªen tropas a Irak. Y ha aceptado que sea la ONU la que designe el Gobierno provisional que, al menos formalmente, asumir¨¢ la soberan¨ªa del pa¨ªs desde el 30 de junio hasta las elecciones, previstas para principios de 2005. Incluso la Constituci¨®n provisional, impuesta por Estados Unidos, est¨¢ en el aire.

Washington necesita tambi¨¦n a la ONU, a su secretario general, Kofi Annan, y al enviado especial de ¨¦ste a Irak, Lajdar Brahimi, para corregir un error b¨¢sico: la falta de interlocuci¨®n con los chi¨ªes, y especialmente con su l¨ªder espiritual, el gran ayatol¨¢ Sistani. ?ste se ha negado desde el principio a recibir en la hoy sitiada ciudad santa de Nayaf al jefe de la Administraci¨®n ocupante, Paul Bremer, aunque ha recibido a Brahimi. Sistani ha lanzado una dura cr¨ªtica contra los ataques de la coalici¨®n a Faluya, donde las tropas de EE UU libran encarnizados combates contra los sun¨ªes, y ha avisado de que todo ataque a Nayaf, donde se ha refugiado el ahora enemigo n¨²mero uno de EE UU, M¨²qtada al S¨¢der, o a la ciudad de Kerbala llevar¨ªa a un levantamiento de todos los chi¨ªes de Irak.

Quiz¨¢s el camino que est¨¦ dispuesto a recorrer EE UU en la ONU no sea suficiente para que otros pa¨ªses, como Francia o algunos Estados ¨¢rabes, puedan siquiera contemplar el env¨ªo de fuerzas. Los secuestros -que ya han llevado a la terrible ejecuci¨®n grabada de un italiano-, las amenazas a empleados de empresas, los combates y atentados y el caos general minan las posibilidades de la reconstrucci¨®n. Aunque Blair siga con su pleno apoyo a Bush, los europeos, como se ha visto en la reuni¨®n de los ministros en Irlanda, empiezan ya a coincidir en que la estrategia de Bush es equivocada, no s¨®lo en Irak, sino tambi¨¦n en el conflicto entre israel¨ªes y palestinos.

La nueva resoluci¨®n del Consejo de Seguridad puede a¨²n tardar. Requiere al menos otro viaje a Irak de Brahimi, lo que complica el calendario de Zapatero y puede llevar a acelerar la decisi¨®n sobre el regreso de las fuerzas espa?olas. A finales de mayo o principios de junio deber¨ªa comprobarse si es posible en cuatro semanas m¨¢s llegar a un acuerdo en Nueva York.