Las brutales im¨¢genes de la Revoluci¨®n Cultural china inician su gira por Espa?a
La Fundaci¨®n La Caixa presenta en Tarragona una exposici¨®n del fot¨®grafo Li Zhensheng
Fotograf¨ªas brutales y aterradoras de ejecuciones, juicios populares y sesiones de humillaci¨®n p¨²blica. Li Zhensheng (Dalian, China, 1940) las realiz¨® entre 1966 y 1976, durante la Revoluci¨®n Cultural Proletaria china, y se jugaba la libertad por ello. No las ha ha podido exhibir hasta hace pocos a?os, y fuera de su pa¨ªs. Adem¨¢s de un documento hist¨®rico, para ¨¦l representan un poco "los desastres humanos que han padecido o padecen muchos pa¨ªses". La Fundaci¨®n La Caixa presentar¨¢ una exposici¨®n de estas im¨¢genes en Tarragona, M¨¢laga, Murcia y Barcelona.
Durante los a?os de la Revoluci¨®n Cultural, Li Zhensheng trabaj¨®, con el par¨¦ntesis de dos a?os en que fue enviado al campo para su "reeducaci¨®n", en un diario de la provincia china de Heilongjiang, fronteriza con la entonces Uni¨®n Sovi¨¦tica. Acreditado como fotoperiodista, ten¨ªa acceso a numerosos actos p¨²blicos, lo que le convierte en un testigo de excepci¨®n de la historia de su pa¨ªs. Fotografi¨®, por ejemplo, una sucesi¨®n de im¨¢genes en las que aparece Li Fanwu, gobernador de la provincia, que en 1966 fue acusado, entre otras cosas, de arrogante por llevar un corte de pelo similar al de Mao. En consecuencia, fue sometido a un p¨²blico y brutal afeitado de pelo, entre otros muchos maltratos y humillaciones. Hizo otras muchas otras fotograf¨ªas en las que aparecen sonrientes y combativos trabajadores en el campo, en las f¨¢bricas o en las concentraciones del partido, pero las que encogen el est¨®mago son las que documentan la locura y violencia de este periodo en el que ser intelectual era delito y cualquiera pod¨ªa ser acusado de los delitos m¨¢s peregrinos por su propio hijo o amigo. Tras una primera etapa extremadamente violenta, la revoluci¨®n opt¨® por enviar de forma masiva a los acusados o sospechosos de "aburguesamiento" al campo para que aprendieran a labrar la tierra y se reeducaran con las ense?anzas del famoso Libro Rojo de Mao.
Brazalete rojo
Lo que m¨¢s sorprende de las fotograf¨ªas de Li -t¨¦cnicamente magn¨ªficas y en las que combina la ¨¦pica revolucionaria del momento, el documentalismo realista y en ocasiones el tipo de encuadre y de movimiento cinematogr¨¢ficos- es que pudiera realizarlas. "En muchos casos no hab¨ªa ning¨²n problema porque la gente estaba contenta de salir en el diario; otras veces era m¨¢s problem¨¢tico porque los guardias rojos pod¨ªan sospechar, pero yo me hice con uno de sus brazaletes y as¨ª pod¨ªa acceder a muchos actos", explic¨® ayer Li en Barcelona.
Robert Pledge, director de Contact Press Images y comisario de la exposici¨®n -que se siente en la necesidad de ampliar y explicar los comentarios a veces confusos de los traductores de Li, que s¨®lo habla chino- aclara que en los diarios del partido s¨®lo se permit¨ªa ense?ar lo positivo de la revoluci¨®n, e incluso as¨ª, con numerosos retoques para que siempre fuera visible el omnipresente retrato de Mao. "Li era un fot¨®grafo profesional, como sus colegas de la ¨¦poca en agencias como Magnum, y por eso fotografiaba tanto lo permitido como lo que no, porque ten¨ªa una perspectiva hist¨®rica y profesional clara", indica Pledge, que resalta el alto valor hist¨®rico de esta recuperaci¨®n, ya que el miedo era la norma y la censura fue efectiva, por lo que casi no hay documentos visuales sobre este periodo. "Hubo un diez por ciento de las fotograf¨ªas que realizaba Li, las m¨¢s violentas, que no ense?¨® a nadie. Me habl¨® de ellas en 1988, cuando le conoc¨ª, pero no fue hasta 1999 que empezamos a trabajar en el libro y en la exposici¨®n. Tardamos cien domingos durante tres a?os en reordenarlas".
Una selecci¨®n de los 30.000 negativos, que Li escond¨ªa debajo del suelo de su apartamento en Harbin, ha empezado ahora a salir a la luz. Por una parte, la editorial Phaidon ha publicado el libro Soldado rojo de las noticias. Li Zhensheng, que supone una de las primeras cartas de presentaci¨®n de la editorial en Espa?a y re¨²ne unas 300 fotograf¨ªas, as¨ª como magn¨ªficos textos explicativos y biogr¨¢ficos del propio fot¨®grafo y de diversos especialistas. Por otra, la Fundaci¨®n La Caixa presenta en Espa?a, despu¨¦s de mostrarse en Par¨ªs y Londres, una exposici¨®n con unas 150 im¨¢genes que se inaugura ma?ana en su sala de Tarragona y que podr¨¢ verse despu¨¦s en M¨¢laga (julio-agosto), Murcia (octubre-noviembre) y Barcelona (noviembre-diciembre). Tanto la exposici¨®n como el libro est¨¢n organizados de forma cronol¨®gica para reflejar fielmente las distintas fases de la Revoluci¨®n Cultural.
"Al principio estaba de acuerdo porque cre¨ªa lo que dec¨ªa Mao de que hab¨ªa que evitar que el comunismo se transformara en capitalismo", coment¨® Li. "La gente consideraba normal aquellas sesiones de humillaci¨®n p¨²blica o las ejecuciones, pero poco a poco los m¨¢s intelectuales empezaron a ver que aquello era inhumano. Ahora, en China empiezan a tener cierta idea de que aquel episodio fue un error hist¨®rico y un desastre humano". Li Zhensheng, que con el tiempo fue profesor de periodismo en la capital y actualmente vive su jubilaci¨®n entre Pek¨ªn y Nueva York, conf¨ªa en que en alg¨²n momento podr¨¢ mostrar estas im¨¢genes en China. "All¨ª a¨²n no hay suficiente informaci¨®n sobre la Revoluci¨®n Cultural y ser¨ªa importante que se conociera lo que pas¨® para que no pueda volver a repetirse".
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