La lecci¨®n del maestro

Cuando a principios de a?o lleg¨® a la Facultad de Filolog¨ªa de la Universidad de Barcelona una propuesta para nombrar al profesor italiano Cesare Segre (Versuolo, 1928) doctor honoris causa, la candidatura se acept¨® de inmediato por unanimidad. Los m¨¦ritos de Cesare Segre como estudioso de la cultura rom¨¢nica, en un amplio periodo que va desde la Edad Media hasta nuestros d¨ªas, son m¨¢s que sobrados y sus estudios sobre el Quijote y sobre Tirant lo Blanc han puesto de manifiesto su vinculaci¨®n a la cultura del pa¨ªs. En el acto de proclamaci¨®n, celebrado ayer en el paraninfo de la universidad, un cerrado aplauso volvi¨® a proclamar esta unanimidad que s¨®lo consiguen los verdaderos maestros. La profesora Mar¨ªa de las Nieves Mu?iz, representante de una serie de estudiosos marcados por las obras de Segre, fue la encargada de repasar la trayectoria y los m¨¦ritos del famoso fil¨®logo italiano. Tras recordar que Cesare Segre hab¨ªa pasado su infancia bajo la Italia fascista, como ¨¦l mismo ha dejado escrito en su libro de memorias Per curiosit¨¤. Una specie di autobiografia (1999), insisti¨® en que al docto profesor se debe la introducci¨®n, a comienzos de los a?os setenta, del estructuralismo y de la semiolog¨ªa en Europa. "Las investigaciones de Cesare Segre", a?adi¨® la profesora Mu?iz, "no s¨®lo representan el bagaje indispensable de todo fil¨®logo y te¨®rico de la literatura, sino tambi¨¦n una aportaci¨®n de primer orden para conocer la cultura rom¨¢nica desde el alto medievo hasta nuestros d¨ªas, con relevantes extensiones en los ¨¢mbitos occitano, castellano y portugu¨¦s". Prueba de la vinculaci¨®n de Cesare Segre a las culturas castellana, catalana y portuguesa son sus estudios sobre los Milagros medievales, Tirant lo Blanc, La Celestina, Garcilaso, Cervantes, Lope de Vega, Antonio Machado, Pessoa, Pedro Salinas y Garc¨ªa M¨¢rquez. Sus intereses han abarcado un amplio campo, como lo prueba el libro El buen amor del texto, de inminente publicaci¨®n en Ediciones Destino. Por otra parte, su compromiso con la sociedad actual ha convertido a Cesare Segre en un intelectual de referencia, que no reh¨²ye su papel ante la colectividad.

Cesare Segre, fil¨®logo de fama universal y estudioso de la cultura rom¨¢nica, ha sido investido doctor 'honoris causa' por la UB

Ante una sala del paraninfo abarrotada, presidida por el rector de la Universidad de Barcelona, Joan Tugores, y con intervenciones del coro de la universidad, Cesare Segre subi¨® al estrado para agradecer el doctorado honoris causa y para recordar su larga relaci¨®n con el mundo acad¨¦mico de Barcelona y de toda Espa?a. "Recuerdo", dijo para empezar, "un encuentro de la Soci¨¦t¨¦ Rencesvals, en 1964, donde me encontr¨¦ por primera vez con el gran fil¨®logo Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal. Y recuerdo tambi¨¦n otro congreso, en esta ocasi¨®n sobre Tirant lo Blanc, presidido por otro gran fil¨®logo, Mart¨ª de Riquer".

Segre, que pronunci¨® su discurso en castellano y en catal¨¢n, dedic¨® tambi¨¦n unas palabras de homenaje a otros fil¨®logos del pa¨ªs con los que ha tenido relaci¨®n a lo largo de su carrera, como Antoni Maria Badia i Margarit, Jos¨¦ Manuel Blecua y Francisco Rico, y a?adi¨®: "Cervantes, por boca de Don Quijote, alaba a Barcelona, y yo siempre he amado a esta ciudad, por lo que el gozo y la gratitud se mezclan en m¨ª en este momento".

A continuaci¨®n, entrando en el terreno docto por el que se le conoce y por el que se le otorg¨® el doctorado honoris causa, Cesare Segre pronunci¨® un docto discurso sobre La teor¨ªa del personaje y el Quijote, entrando a fondo en el terreno de la narratolog¨ªa y recordando como principal punto de referencia la obra Morfolog¨ªa del cuento, de Vladimir Ja. Propp, de 1928. Para poner un ejemplo concreto de sus teor¨ªas, Segre se refiri¨® al Quijote de Miguel de Cervantes, que calific¨® de "primera novela moderna", y al episodio concreto de la aventura de los molinos de viento. En su opini¨®n, el episodio no puede interpretarse sin tener en cuenta uno de los elementos fundamentales del car¨¢cter del protagonista, tal como es enunciado al principio de la novela, cuando se habla de su pasi¨®n por las novelas de aventuras y se afirma que "se enfrasc¨® tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los d¨ªas de turbio en turbio; y as¨ª, del poco dormir y del mucho leer, se le sec¨® el cerebro de manera que vino a perder el juicio".

Tras disertar sobre el desplazamiento de los puntos de vista en el Quijote, entre la locura de Don Quijote y la credulidad de Sancho Panza, insisti¨® Cesare Segre en su tesis de que hay "un nexo indisoluble que une personajes y acciones con la mutabilidad natural de los personajes". "Por este motivo", a?adi¨®, "una semi¨®tica de los personajes parece dif¨ªcilmente proponible. Pero incluso en lo que respecta a las acciones, las dudas son cada vez m¨¢s numerosas. Toda acci¨®n es diversamente definible seg¨²n el punto de vista de los personajes, y no parece f¨¢cil encontrar definiciones objetivas que puedan prescindir de los puntos de vista. Formalizar la acci¨®n narrativa, o los personajes, se revela un sue?o".

Tras la lecci¨®n del maestro, se procedi¨® en el mismo acto a la entrega de diplomas a los nuevos doctorados por la Universidad de Barcelona y se cerr¨® el acto con el canto por parte de todos los asistentes del cl¨¢sico himno Gaudeamus ¨ªgitur. Un digno final acad¨¦mico para una ceremonia que convirti¨® en doctor honoris causa a un fil¨®logo de fama universal que ha dedicado numerosos estudios a la filolog¨ªa rom¨¢nica.