Una poes¨ªa sencilla y estoica

La aparente sencillez de la poes¨ªa de Concha Zardoya tiene que ver con un criterio exacto de la palabra, pero tambi¨¦n con cierto aire de autosuficiencia espiritual.

El esp¨ªritu sobrio en pos de una manera de entender la felicidad en la tierra y el compromiso con las verdades m¨¢s esenciales y definitivas. As¨ª es el senequismo que se desprende de su obra po¨¦tica. De S¨¦neca es tambi¨¦n en su poes¨ªa la incrustaci¨®n de cierto estoicismo y una profunda reflexi¨®n sobre la muerte.

Como Mar¨ªa Zambrano, tambi¨¦n Concha Zardoya public¨® en Hora de Espa?a. Y como la pensadora malague?a, tambi¨¦n fue Espa?a su preocupaci¨®n reflexiva, y la poes¨ªa que se escrib¨ªa en nuestro pa¨ªs. Si hubiera que clasificar su obra po¨¦tica en alg¨²n apartado ese ser¨ªa el de una l¨ªrica de raigambre cristiana.

Concha Zardoya nace en Valpar¨ªso, Chile, en 1914. Es hija de espa?oles y siendo muy joven se traslada a Espa?a. La guerra civil espa?ola la sorprende entregada a la causa republicana.

Tras terminar la contienda, la autora se refugia en la actividad docente y en la traducci¨®n. En 1945 publica P¨¢jaros del Nuevo Mundo. En 1947 gana el premio Adonais con su libro Dominio del llanto. En este libro es precisamente donde se halla desarrollada su preocupaci¨®n en torno a la muerte, esa estela senequista que configurar¨¢ para siempre su personalidad po¨¦tica.

Es en 1948 cuando Concha Zardoya marcha a Estados Unidos. All¨ª, como Pedro Salinas y tantos otros poetas e intelectuales espa?oles en el exilio, da clases de literatura espa?ola. Fruto de esa estad¨ªa y como demostraci¨®n de sus m¨²ltiples intereses culturales, publica, en 1956, su encomiable Historia de la literatura norteamericana. De esa experiencia americana data su inter¨¦s por la poes¨ªa de Walt Whitman, a quien traduce.

No habr¨ªa que olvidar sus ensayos sobre poes¨ªa espa?ola y su intensa actividad ensay¨ªstica en torno a la idea de Espa?a. Sobre la poes¨ªa espa?ola, adem¨¢s de un insoslayable estudio sobre Miguel Hern¨¢ndez (1956), Concha Zardoya public¨® en 1974 cuatro vol¨²menes.

Como Rosa Chacel, Zardoya fue una de las m¨¢s destacadas creadoras del exilio. Y como la novelista castellana, no abandon¨® casi hasta el final su disciplina l¨ªrica. En 1992 dio a la luz su ¨²ltimo libro de poemas, Patrimonios de ciegos.

Del Don de la simiente son los versos con los que Concha Zardoya plasma la direcci¨®n de nuestra vida en tr¨¢nsito a la eternidad: "En la otra ribera te acompa?an/ los sue?os que so?aste en la vida/ cumplidos ya, colmada primavera/ de tu alma dulce, pura, sensitiva./ Y el m¨¢s largo silencio de los muertos/ te da su paz y larga compa?¨ªa".