Reedici¨®n de un libro de 1937

El D¨ªa del Libro se conmemor¨® en M¨¢laga de una forma muy del gusto de los bibli¨®filos. Con Jes¨²s Majada Neila como comisario, se ha reeditado el libro El crimen de la carretera M¨¢laga-Almer¨ªa (febrero de 1937) y se ha abierto una exposici¨®n

que permanecer¨¢ en la Sala Alameda de la Diputaci¨®n hasta el 22 de mayo, sobre este libro, ilustrado con fotograf¨ªas de su autor. Se trata de Norman Bethune (1890-1939), m¨¦dico canadiense especialista en cirug¨ªa del t¨®rax, que abandon¨® su cargo de jefe de secci¨®n de un hospital en Montreal para viajar a Espa?a en 1936 a defender la democracia, tras el golpe militar contra la II Rep¨²blica y que justific¨® su decisi¨®n con estas palabras: "Hoy es en Espa?a donde se lucha para decidir si la democracia muere o vive". En el Madrid cercado de 1936 organiz¨® un servicio de ambulancias y bancos de sangre de gran efectividad para salvar las vidas de los heridos en los frentes. Bethune, que adem¨¢s de m¨¦dico era buen escritor y aceptable pintor, viaj¨® a Almer¨ªa con sus ambulancias tras la ca¨ªda de M¨¢laga en manos franquistas en febrero de 1937, y fue testigo del ¨¦xodo de 150.000 personas, ni?os y mujeres en su mayor¨ªa, a pie, desde la M¨¢laga ocupada hasta Almer¨ªa, sufriendo bombardeos de la aviaci¨®n italiana y de la Armada alemana al servicio de los nacionalistas. De esta experiencia y de las fotos que tom¨® su ayudante Hazen Sise sali¨® el librito, utilizado por la Rep¨²blica como propaganda en Estados Unidos y el Reino Unido para intentar que los cat¨®licos no apoyaran a Franco. Bethune ha pasado a la historia de la medicina como dise?ador y perfeccionador de varios instrumentos de cirug¨ªa tor¨¢cica. Fue voluntario a la Primera Guerra Mundial, en la que result¨® herido, y luego m¨¦dico de ¨¦xito antes de dejarlo todo por servir a los dem¨¢s. Tras abandonar Espa?a a finales de 1937, volvi¨® a Canad¨¢ y organiz¨® otra expedici¨®n de ayuda m¨¦dica a China, invadida ya por Jap¨®n, y fue uno de los organizadores de la sanidad militar del Ej¨¦rcito de Mao. Aunque muri¨® en 1939 en China de septicemia, contra¨ªda por no tener guantes para operar, sus planes sanitarios se pusieron en pr¨¢ctica tras la creaci¨®n de la Rep¨²blica Popular China en 1949. All¨ª le han dedicado hasta un sello de correos, es puesto como ejemplo en los libros de texto, tiene varios hospitales que llevan su nombre y un gran mausoleo.-