De oca a oca
Estudio de L. K¨²bbel. Petrogubkommuna, 1921.
El ruso Karl Artur Le¨®nid K¨²bbel (1892-1942) muri¨® en el sitio de Leningrado. Hermano de otros dos compositores, cre¨® 3.000 estudios o problemas, y ¨¦ste es uno de los m¨¢s deliciosos. La situaci¨®n ofensiva de las blancas promete mucho. Pero no es nada f¨¢cil, porque las negras tambi¨¦n tienen amenazas muy molestas. Tres ejemplos: a) 1 Ra6 amenaza mate con De4+ y Db7, y parece que no hay defensa, pero... 1... Td5, y si ahora 2 De4, Dc8 ?es mate!; b) 1 Ta6+, Rb8 2 De4 (no vale 2 C - a5 por 2... Td5+ 3 Ra4, A - a5 4 T - a5, Td4+, y mate en dos) 2... Db4+ 3 Rc6, Db7+, y las blancas tienen que rendirse y c) 1 Cb6+, A - b6 2 De4+, Ra7 tiene buen aspecto, pero hay una peque?a sorpresa: 3 T - b6, Td5+ 4 D - d5, Db4+ 5 Rc6, D - b6+ 6 Rd7, Db7+, y las negras ganan por el pe¨®n de ventaja. S¨®lo queda el camino m¨¢s l¨®gico: 1 De4+, pero el problema es qu¨¦ hacer tras la evidente 1... Rb8, dado que tras 2 Cb6, De8+, las blancas ya no pueden ganar. Entonces encontramos el golpe 2 Tb6+!, que obliga a 2... A - b6. Pero, ?por qu¨¦ le hemos puesto un signo de admiraci¨®n a la ¨²ltima jugada del blanco? Ahora no sirve 3 C - b6 por 3... De8+, y ganan las negras. ?Entonces? Es que aqu¨ª viene lo bueno: 3 Ra6!!, Td7 (¨²nica). Bien, y ahora qu¨¦. Si 4 C - b6, Ta7+ 5 Rb5, De7 6 Df4+, Tc7, y las blancas se han quedado sin juguetes. Es mejor 4 De5+, Ac7 5 Db5+, Rc8 6 Db7+, Rd8, pero tras 7 Da8+, Re7 8 De4+, Rf6, las blancas s¨®lo pueden luchar por el empate. Es ahora cuando llega el rayo deslumbrante de la composici¨®n, que recuerda al juego de la oca: 4 Da8+!!, R - a8 5 C - b6+, Rb8 6 C - d7+, Rc7 7 C - f8, y tras 7... Rd6 8 R - a5, las blancas ganan f¨¢cilmente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.