Parlamento, movilizaci¨®n y di¨¢logo pol¨ªtico
He conocido, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, el temor de Manuel Chaves por que mi ausencia del Parlamento pueda afectar a su centralidad en el debate pol¨ªtico andaluz, y su consideraci¨®n de que IU no ha estado a la altura de las circunstancias, al no prever tal posibilidad y provocar una situaci¨®n pol¨ªtica an¨®mala. Como coordinador general de IULV-CA le agradezco lo que pueda haber de consideraci¨®n hacia mi propia persona y hacia mi responsabilidad pol¨ªtica en sus declaraciones, pero no comparto su temor ni -menos a¨²n- sus valoraciones hacia la organizaci¨®n pol¨ªtica que coordino.
Que el Parlamento debe ser el centro de la vida pol¨ªtica andaluza es una convicci¨®n profunda que intent¨¦ poner en pr¨¢ctica durante mi intenso mandato como presidente del Parlamento en la IV Legislatura, desarrollando al m¨¢ximo las funciones y competencias que el propio Estatuto le otorga. Se nos acus¨® entonces de querer gobernar desde el Parlamento, pero nadie podr¨¢ negar que ha sido la legislatura de mayor debate pol¨ªtico, hasta el punto de que muchas votaciones se decidieron sobre la marcha, tras haber escuchado las argumentaciones y las posiciones de cada grupo. Impuls¨¦, tambi¨¦n, un cambio del Reglamento para dar cabida a una mayor participaci¨®n de la ciudadan¨ªa, tanto a trav¨¦s de las comparecencias como de las propuestas legislativas, para que la funci¨®n de representaci¨®n del pueblo andaluz otorgada al Parlamento pudiera compatibilizarse con mecanismos de participaci¨®n directa de la ciudadan¨ªa y sus organizaciones. Por tanto, nadie necesitar¨¢ convencerme de la centralidad del Parlamento en una democracia representativa como la espa?ola y en una sociedad compleja como la andaluza. Ni tampoco de la importancia de las fuerzas pol¨ªticas como instrumentos de participaci¨®n, o de las necesarias relaciones y di¨¢logos entre ellas m¨¢s all¨¢ del Parlamento.
Estoy convencido que nuestro grupo parlamentario, en el que se han renovado la mitad de sus miembros, va a realizar una magn¨ªfica oposici¨®n constructiva, de car¨¢cter propositivo y alternativo, como corresponde a una fuerza pol¨ªtica que se ubica en la izquierda transformadora. Concha Caballero, nuestra portavoz, tiene toda mi confianza y un amplio respaldo de nuestra ejecutiva. Mi ausencia, por tanto, no se dejar¨¢ sentir, pues el discurso pol¨ªtico, el programa electoral y las decisiones de IULV-CA estar¨¢n perfectamente representados en la C¨¢mara andaluza.
El presidente de la Junta -a quien, por cierto, elige el propio Parlamento- no tiene nada que temer, pues la centralidad del Parlamento est¨¢ garantizada, desde el punto de vista institucional, por el propio Estatuto, salvo que la preocupaci¨®n de Chaves sea otra: que el debate pol¨ªtico en la sociedad le cuestione las posiciones y las decisiones que s¨ª le garantizan la mayor¨ªa absoluta en la instituci¨®n. ?No ser¨¢ que su preocupaci¨®n real consiste en que la movilizaci¨®n ciudadana, que ha abierto un nuevo escenario social y ha posibilitado un cambio pol¨ªtico, le exija ir m¨¢s all¨¢ de sus propias intenciones y le obligue a caminar hacia un cambio de verdad?
En cualquier caso, parece obvio que el cambio pol¨ªtico -fruto tambi¨¦n del trabajo de IULV-CA- reclama un mayor valor y dinamismo de la vida parlamentaria. El mensaje frente a las mayor¨ªas absolutas de rodillo y prepotencia tambi¨¦n se ha expresado el 14-M, y se equivocar¨ªa Chaves si no sabe apreciar la importancia que en esta nueva etapa cobra el di¨¢logo entre las fuerzas pol¨ªticas, dentro y fuera del parlamento. Di¨¢logo pol¨ªtico y centralidad parlamentaria no est¨¢n re?idas ni son contradictorios sino, m¨¢s bien al contrario, imprescindibles y complementarios para una mejor calidad democr¨¢tica, la regeneraci¨®n institucional y pol¨ªtica, y las relaciones entre gobierno y oposici¨®n.
Dec¨ªa al comienzo que no puedo aceptar el reproche que Chaves nos hace por no haber previsto que pod¨ªa quedarme sin esca?o y crear as¨ª una situaci¨®n an¨®mala. Desde que acept¨¦ presentarme por mi provincia, en beneficio de mi fuerza pol¨ªtica, lo asum¨ª como un reto, pues sab¨ªa de las dificultades para obtener el esca?o. Unos pocos pero importantes votos -como siempre en democracia- me han impedido obtener mi acta. No ser¨¦ yo quien reproche a los onubenses mi ausencia del Parlamento y la supuesta p¨¦rdida de centralidad del mismo por ello. Es m¨¢s: ?alguien podr¨ªa haber previsto los atentados del 11-M y sus consecuencias electorales y pol¨ªticas? Me consta que ni siquiera el servicio demosc¨®pico del PSOE garantizaba su mayor¨ªa absoluta antes de tal fecha. Por tanto, ?a qu¨¦ ese reproche?
Ni para m¨ª ni para mi organizaci¨®n la situaci¨®n tras las elecciones es an¨®mala, pues IULV-CA se define como un movimiento pol¨ªtico y social, que trabaja por la construcci¨®n de una sociedad socialista participativa y avanzada en la calle y desde las instituciones. Para nosotros, compartir la movilizaci¨®n y gestionar desde los gobiernos no s¨®lo no es incompatible, sino que es una opci¨®n identitaria y estrat¨¦gica, m¨¢s all¨¢ de cualquier tacticismo o electoralismo. Pisamos con la misma responsabilidad y compromiso el asfalto y la moqueta porque somos gente que quiere representar a la gente. En consecuencia, como coordinador general es mi responsabilidad impulsar la pol¨ªtica aprobada por nuestra organizaci¨®n, representarla y desarrollar los acuerdos de sus ¨®rganos. Como responsable de un proyecto pol¨ªtico aut¨®nomo, hablar¨¦ de todo con todos, pues los nuevos tiempos nos exigen -m¨¢s que nunca, si cabe- un nuevo encuentro con la sociedad. Y despu¨¦s decidiremos colectivamente qu¨¦ acciones pol¨ªticas desarrollar tanto en las instituciones como en la sociedad andaluza. Que nadie dude de que, independientemente de las personas, ser¨¢ la voz de IULV-CA la que estar¨¢ presente tanto en uno como en otro lugar.
Diego Valderas es coordinador regional de IU.
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