Marasmo

La Comunidad Valenciana no se recupera. El impacto pol¨ªtico ha sido fuerte. Casi dos a?os despu¨¦s de que Eduardo Zaplana dejara la presidencia de la Generalitat para ser ministro han pasado muchas cosas. Entre todas ellas, el Partido Popular gan¨® en junio de 2003 unas elecciones auton¨®micas, adem¨¢s de las municipales en las tres capitales de provincia. El electorado valenciano respald¨® generosamente la gesti¨®n de los populares, aunque comenzaban a cernirse algunos nubarrones, despu¨¦s de ocho a?os de hegemon¨ªa. Nueve meses despu¨¦s, la gestaci¨®n de un ciclo que comenzaba a mostrar signos de cansancio, ha terminado por hacer crisis en las ¨²ltimas elecciones generales. Se ha producido el vuelco en la gobernabilidad del Estado central, al tiempo que el PSOE se afirmaba en Andaluc¨ªa y poco despu¨¦s de que ganara a los puntos, junto con Esquerra Republicana, en Catalu?a. El escenario pol¨ªtico espa?ol ha cambiado, mientras en la Comunidad Valenciana el Partido Popular ha sido la formaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s votada y con mejores resultados.

A¨²n as¨ª en el Partido Popular se ha avivado su crisis interna con unas consecuencias indeseadas para su imagen y para el conjunto de la sociedad. Un presidente de Diputaci¨®n querellado y un ex-conseller con sentencia en firme han contribuido a enrarecer el ambiente. En todas partes ocurren cosas, pero no puede ser casual que se concentre tanto desaguisado en el mismo sitio y en tan escaso lapso de tiempo. La pregunta que se formula repetidamente en los mentideros es si alguien est¨¢ moviendo los hilos para que los acontecimientos se precipiten.

Los empresarios, por su parte, permanecen perplejos ante un atasco monumental en las expectativas y en la vida p¨²blica. Los grandes proyectos han entrado en una incertidumbre insoportable. Falta decisi¨®n, estrategia y liderazgo. ?Qui¨¦n manda aqu¨ª? Esta es una pregunta a la que ¨²nicamente responde un eco impertinente. No se sabe que va a ocurrir con los grandes proyectos en los que estaba comprometida la Administraci¨®n Central. Plan Hidrol¨®gico Nacional, AVE, Copa del Am¨¦rica, grandes infraestructuras, puertos, aeropuertos, obras que afecten a las costas o planes de reconversi¨®n industrial, quedan inscritos en la relaci¨®n de temas aplazados. No quiere decir que est¨¦n suspendidos, aunque inevitablemente pasar¨¢n por el tamiz de un replanteamiento. Y no ¨²nicamente se tropieza con inconvenientes presupuestarios. Tambi¨¦n hay serias discrepancias en cuanto a su necesidad, su concepci¨®n y la forma de abordarlos.

La Comunidad Valenciana se encuentra en una compleja tesitura, en la que lo que menos se necesita son enfrentamientos y luchas internas. Es el momento ideal para que surja un l¨ªder carism¨¢tico en el campo pol¨ªtico o en el empresarial -mejor en ambos- para que, con la fuerza de su sinergia, fueran capaces de eliminar las densas telara?as que se han ido tejiendo a lo largo de los ¨²ltimos a?os. No hay personas imprescindibles ni situaciones perfectas. Y por supuesto no las hay ni tienen raz¨®n de ser, cuando la sociedad se encuentra en una encrucijada como con la que en la actualidad tenemos que sortear. Menos bander¨ªas, menos enfrentamientos territoriales, m¨¢s vertebraci¨®n, m¨¢s sentido de la historia y sobre todo m¨¢s valor para afrontar un reto que, si no se supera, tendremos que lamentarlo.