EE UU trata de salvar la coalici¨®n en Irak

Lo peor fue en la Casa Blanca; lo menos duro, en el Departamento de Estado. El ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, tuvo que poner la mejor cara posible en su visita a Washington del pasado mi¨¦rcoles para enfrentarse a la crisis causada por la r¨¢pida retirada de las tropas espa?olas en Irak. La misi¨®n -que se plane¨® como exploratoria, pero que la velocidad de la decisi¨®n transform¨® en un esfuerzo de control de da?os- tuvo todo el ¨¦xito que pod¨ªa tener.

Pero el Gobierno de EE UU -en pleno proceso de rectificaciones y que paga los errores cometidos en Irak- ha asumido la situaci¨®n y est¨¢ dispuesto a "mirar hacia el futuro".

?sa fue la expresi¨®n utilizada tanto por Moratinos como por fuentes diplom¨¢ticas de EE UU, que, al final de la semana, resum¨ªan as¨ª su visi¨®n del futuro: "Queremos trabajar con Espa?a, pero har¨¢ falta mucho empe?o por las dos partes para superar la decepci¨®n. Har¨¢ falta trabajo y tiempo. Pero estamos ya en ello". La irritaci¨®n de la Casa Blanca se explica en parte por la sorpresa del calendario de retirada, pero va m¨¢s all¨¢: la decisi¨®n ha coincidido con la peor situaci¨®n para Bush en Irak a poco m¨¢s de seis meses de las elecciones.

"Todo est¨¢ peor en Irak. EE UU es m¨¢s proclive ahora a una soluci¨®n v¨ªa ONU"

"?sta no es la manera en la que un aliado trata a otro", le dijo Rice a Moratinos

El n¨²mero de v¨ªctimas aumenta y no hay seguridad; el recambio de tropas no se ajusta a lo previsto; la polic¨ªa iraqu¨ª no sirve, la ferocidad de la acciones contra militares y civiles se multiplica, y eso no es nada comparado con lo que ocurrir¨¢ si el Pent¨¢gono decide que hay que tomar Faluya; las costuras de la coalici¨®n se deshilvanan por varios sitios, y el proceso de transferencia de soberan¨ªa en el que, por fin, est¨¢ implicada la ONU, debe sortear numerosos escollos, desde el reparto de poder entre los grupos iraqu¨ªes hasta el prop¨®sito de EE UU de limitar la soberan¨ªa del futuro Gobierno en los seis meses que quedan hasta las elecciones, previstas para enero de 2005.

El pasado mi¨¦rcoles, el secretario de Estado, Colin Powell, prefiri¨® no bajar con Moratinos a despedirle, pero al menos se hizo fotos con ¨¦l.

La consejera de Seguridad, Condoleezza Rice, ni eso. Fuentes que conocen de primera mano la entrevista entre Rice y Moratinos dicen que dur¨® poco m¨¢s de 20 minutos y que fue convenientemente interrumpida por una llamada telef¨®nica. "La doctora Rice fue muy fr¨ªa y le dijo al ministro que el problema no estaba en la retirada, sino en la rapidez de la misma". Esas mismas fuentes reproducen la frase que la consejera le dijo al ministro: "?sta no es la manera en la que un aliado trata a otro". Moratinos tambi¨¦n tuvo que o¨ªr que el procedimiento era "poco profesional" y que "podr¨ªa arriesgar operaciones militares" y "poner en peligro las vidas de otros soldados de la coalici¨®n".

Condoleezza Rice no hac¨ªa sino transmitir en persona lo que 48 horas antes hab¨ªa dicho el presidente Bush al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. M¨¢s que conversaci¨®n -dur¨® cinco minutos-, fue una bronca en la que, seg¨²n su portavoz, Scott McClellan, Bush pidi¨® "considerar cuidadosamente futuras acciones para evitar que se den falsas esperanzas a los terroristas y los enemigos de la libertad en Irak". "El presidente est¨¢ muy, muy enfadado", asegura el testigo m¨¢s pr¨®ximo a la c¨²pula de la Administraci¨®n. "El lenguaje elegido para describir su conversaci¨®n es de los m¨¢s duros que yo recuerdo entre aliados".

"Entend¨ªamos el compromiso electoral del nuevo primer ministro y asum¨ªamos la retirada en junio si no hab¨ªa para entonces resoluci¨®n de la ONU. Pero no esper¨¢bamos, el fin de semana pasado, que los soldados se fueran ya, precisamente cuando nuestras tropas estaban bajo el fuego. La decisi¨®n nos puso en una situaci¨®n dif¨ªcil". La sorpresa de este otro alto funcionario de la diplomacia estadounidense es genuina y coincide con otras explicaciones similares.

?Por qu¨¦ la sorpresa, si el 5 de abril Jos¨¦ Bono, que iba a ser ministro de Defensa, se entrevist¨® en Washington con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld? EL PA?S ha tenido acceso a un testimonio que resume as¨ª el encuentro: "Bono le llev¨® un mensaje claro a Rumsfeld: nos vamos a ir. Rumsfeld lo entendi¨®; no le gust¨®, pero lo entendi¨®, y pidi¨® que se diera tiempo a organizar las cosas". Bono, seg¨²n esta fuente, sali¨® "satisfecho de la entrevista, en la que qued¨® claro que aqu¨ª se recibe el mensaje de que los soldados se van, pero se entiende que se hablar¨¢ m¨¢s tarde del c¨®mo y el cu¨¢ndo. Y luego eso no ocurre. La siguiente noticia que tenemos es el anuncio del domingo pasado". De forma, concluye este testimonio, que "son dos cosas distintas: la preocupaci¨®n es por la salida, pero se entiende; el enfado viene por el c¨®mo salen esas tropas". El propio Rumsfeld le transmiti¨® personalmente a Bono su profundo malestar cuando el ministro espa?ol le llam¨® por tel¨¦fono el domingo para comunicarle la retirada.

?Qu¨¦ va a pasar con las relaciones entre los Gobiernos? Moratinos -que se benefici¨® de que, 24 horas antes de su visita, el alto representante de la UE, Javier Solana, hablara con Powell y con Rice- admiti¨® que la decepci¨®n en Washington es real, pero asegur¨® que el problema queda atr¨¢s y que los dos pa¨ªses "miran ahora al futuro". Fuentes diplom¨¢ticas de EE UU le dan la raz¨®n en los dos sentidos: "Es cierto, ha sido muy decepcionante, pero estamos de acuerdo en que hay que mirar al futuro, porque compartimos muchos intereses: terrorismo, Afganist¨¢n, Oriente Pr¨®ximo, Balcanes, Latinoam¨¦rica...". En cuanto a Oriente Pr¨®ximo, la idea es "que Espa?a juegue un papel, pero no estamos buscando un nuevo intermediario. Ya hay suficientes".

Robert Kagan -conservador, cr¨ªtico de Bush sobre Irak- dice a EL PA?S que no ve "ninguna se?al por parte del Gobierno espa?ol" de querer arreglar la relaci¨®n, porque "han definido muy claramente que quieren estar m¨¢s cerca de Francia y Alemania". Kagan no cuestiona las decisiones de los espa?oles, "pero el hecho objetivo de la retirada de tropas es, obviamente, una victoria de los que se oponen a la estabilidad de Irak".

Por su parte, Arturo Valenzuela, que fue asesor de Clinton y que dirige el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, entiende que "Zapatero tiene el imperativo electoral al que le obligan sus nuevos votantes y el voto ¨²til que le apoy¨®, porque ambos son elementos importantes en la pr¨®xima convocatoria [las europeas del 13 de junio] para despejar un resultado cuestionado". Al tiempo, "es cierto que todo est¨¢ peor en Irak; por una parte, EE UU es m¨¢s proclive ahora a una soluci¨®n v¨ªa ONU, pero, si las cosas se ponen demasiado mal, tampoco podr¨¢ ir la ONU. Y sigue la incertidumbre del proceso de transici¨®n. Todo ello ha podido llevar a Zapatero a pensar que, pol¨ªticamente, no ten¨ªa otra alternativa".