Apuesto por IU
Me atrevo a entrar en el debate p¨²blico sobre Izquierda Unida porque me preocupa que se extienda entre nuestra militancia y simpatizantes la idea del des¨¢nimo, y porque a¨²n me preocupa m¨¢s que la sociedad est¨¦ interpretando que estamos dimitiendo de la realidad. Acu?o esta expresi¨®n para definir la sensaci¨®n que puede tener la ciudadan¨ªa ante un m¨¢s que peligroso proceso de endogamia y sectarismo que parece acecharnos.
He le¨ªdo y escuchado con indignaci¨®n c¨®mo dirigentes de nuestra fuerza pol¨ªtica no "dan un duro por ella" o no le ven "ning¨²n futuro". Adem¨¢s, he tenido que asistir al triste espect¨¢culo de ver c¨®mo lo soez se instala en el argumentario pol¨ªtico de hombres y mujeres que se erigen en portadores de lo nuevo. No es justo este comportamiento. Todo lo contrario, tremendamente injusto con el conjunto y su pol¨ªtica, y espec¨ªficamente injusto con nuestra militancia.
Por eso, quiero empezar esta reflexi¨®n felicitando a los hombres y a las mujeres que en los ¨²ltimos a?os, de unas o de otras maneras, han estado junto a la izquierda pol¨ªtica alternativa, en la calle, en las instituciones o en los campos de la batalla cultural. Han sido a?os duros, de una impresionante labor en todos los frentes. No hemos presenciado conflicto social, pol¨ªtico, econ¨®mico o ideol¨®gico donde no hayamos estado presentes en la acci¨®n y en la elaboraci¨®n propositiva. Izquierda Unida ha estado a la altura, m¨¢s que eso, hemos estado muy por encima de nuestras posibilidades infraestructurales y financieras. Y lo hemos hecho precisamente por la capacidad de sacrificio de esos hombres y mujeres a los que se desprecia con cierto tipo de declaraciones.
Este esfuerzo no ha tenido, como es evidente, r¨¦dito electoral. Es tremendamente demoledor el an¨¢lisis de los datos de localidades con gran conflictividad social, donde hemos jugado un papel de primer orden en la defensa de los intereses de ampl¨ªsimas capas de la poblaci¨®n que, sin embargo, han optado por respaldar a otras fuerzas pol¨ªticas. Quisiera de forma espec¨ªfica trasladar a estos compa?eros y compa?eras la idea de que lo han hecho bien, que no se han equivocado y que la lucha ha merecido la pena. Voy m¨¢s all¨¢, sigue mereciendo la pena.
Mi confianza absoluta en Izquierda Unida, en su futuro y en un presente en el que tenemos mayor incidencia de la que marca la traducci¨®n en esca?os de los resultados electorales. Esa confianza no es escol¨¢stica, sino absolutamente laica, por encima de nombres y estructuras. Sit¨²o mi confianza en los hombres y mujeres, hoy unos y ma?ana otros, pero siempre hombres y mujeres decididos a plantar cara a la injusticia y la falta de libertades. Dispuestos a seguir tejiendo el hilo rojo de la historia.
No hay momento para el des¨¢nimo porque somos necesarios a pleno rendimiento en las instituciones, especialmente en los ayuntamientos donde poseemos una gran capacidad de gesti¨®n. Este coordinador provincial puede decir con orgullo que esa fuerza pol¨ªtica tan denostada, hasta por algunos y algunas de sus dirigentes, gobierna y bien a m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n de la provincia de C¨®rdoba.
No hay momento para el des¨¢nimo porque somos necesarios en el movimiento por la paz. El 16 de mayo volveremos a estar en Rota para protestar por la presencia en nuestra Andaluc¨ªa de parte del aparato militar que facilita la guerra. Estaremos en Rota como siempre, sea rentable electoralmente o no. Y por supuesto estaremos en el 1? de Mayo junto a los trabajadores y trabajadoras, especialmente junto a los j¨®venes indignamente explotados por las ETT y las mujeres que contin¨²an percibiendo menos realizando la misma actividad.
No hay momento para el des¨¢nimo porque somos imprescindibles. S¨ª, imprescindibles para la democracia, las libertades y la creaci¨®n de espacios para los pensamientos plurales.
Apuesto por Izquierda Unida porque conf¨ªo en la capacidad de sus hombres y mujeres. Quien interprete que lo hago desde la complacencia con lo actual se equivoca. Mi elecci¨®n como coordinador provincial de C¨®rdoba se produce (se pueden estudiar las hemerotecas) bajo la propuesta de realizar "cambios profundos", "radicales". En esa idea empe?¨¦ mi palabra, y los resultados electorales indican que los cambios hay que multiplicarlos por cinco. En eso estamos, de forma colectiva, entre todos y todas, pariendo una nueva Izquierda Unida. Sin prisas, pero sin m¨¢s pausas que las necesarias para facilitar la s¨ªntesis e implicar a amplios sectores sociales.
Conf¨ªo en Izquierda Unida como opci¨®n personal y entiendo que otros tomen otras opciones. No pretendo imponer mi preferencia, pero creo estar en el derecho de exigir a aquellos y aquellas que ya no creen en el invento que sean respetuosos humana y pol¨ªticamente. Sinceramente creo que no es mucho pedir.
Enrique Centella G¨®mez es coordinador provincial IU en C¨®rdoba
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