Nace la organizaci¨®n mundial de ciudades, cuya sede estar¨¢ en Barcelona

La ONU de las ciudades. De esa forma se ha venido a definir la nueva organizaci¨®n mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), cuya acta fundacional se firm¨® ayer en Par¨ªs. La nueva organizaci¨®n aspira a que las ciudades, donde ya vive algo m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n de todo el planeta, tengan representaci¨®n pol¨ªtica en otros foros y centros de decisi¨®n, como Naciones Unidas, y fomenten la cooperaci¨®n para afrontar los efectos de la globalizaci¨®n. Esta nueva organizaci¨®n mundial tendr¨¢ su sede en Barcelona, y en ella trabajar¨¢n una treintena de personas.

La CGLU estar¨¢ copresidida en la primera etapa de su andadura -en una suerte de tripartito, pero de representaci¨®n territorial- por Marta Suplicy, alcaldesa de S?o Paulo; Bertrand Delanoe, alcalde de Par¨ªs, y Smangaliso Mkhatshwa, alcalde de la ciudad surafricana de Pretoria. Esta f¨®rmula explica los equilibrios que han sido necesarios para conseguir unir a las dos asociaciones en las que se encuadraba el movimiento municipalista: la Uni¨®n Internacional de Autoridades y Gobiernos Locales (IULA), creada en 1913 y que agrupaba a ciudades angl¨®fonas y con democracias m¨¢s consolidadas, y la Federaci¨®n Mundial de Ciudades Unidas (FMCU), nacida en 1957, que reun¨ªa a ciudades de influencia franc¨®fona y en la que se alineaban urbes de pa¨ªses emergentes.

El bloque cuya ausencia es m¨¢s notoria es el de las ciudades de Estados Unidos, que, salvo excepciones, como algunas ciudades del Estado de Florida, no suelen participar en organismos internacionales. Quienes no pudieron asistir a la reuni¨®n de Par¨ªs fueron los representantes de ciudades palestinas porque las autoridades de Israel les impidieron la salida, informaron fuentes de la organizaci¨®n.

Se integrar¨¢ en el F¨®rum

El proceso de fusi¨®n de las dos asociaciones municipalistas se decidi¨® en 2001 en R¨ªo de Janeiro, pero ha tardado tres a?os en cerrarse. La nueva organizaci¨®n mundial tendr¨¢ su sede organizativa en Barcelona, en la calle de Aviny¨®, donde trabajar¨¢n m¨¢s de una treintena de personas. Adem¨¢s de las ciudades, en la nueva organizaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ presente Metr¨®polis, la asociaci¨®n que integra a las grandes concentraciones metropolitanas del mundo y que preside el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

La capital catalana es una de las ciudades que, junto con un grupo reducido de ellas, se ha encargado de desarrollar el proceso de la fusi¨®n. La CGLU se integrar¨¢ en la Fundaci¨®n del F¨®rum cuando ¨¦sta se constituya, de acuerdo con las previsiones del alcalde barcelon¨¦s.

El proceso de fusi¨®n ha reunido en Par¨ªs a m¨¢s de 2.500 participantes de unos 80 pa¨ªses de todo el mundo. La reuni¨®n fundacional aprob¨® sus estatutos y ¨®rganos de decisi¨®n. La CGLU tendr¨¢ una asamblea compuesta por 318 miembros y un comit¨¦ ejecutivo de un centenar de personas. La representaci¨®n espa?ola en el consejo la forman el alcalde de Sabadell, Manel Bustos; el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios, Francisco V¨¢zquez; la alcaldesa de C¨®rdoba, Rosa Aguilar; la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n

Una vez m¨¢s, el equilibrio entre la representaci¨®n territorial presid¨ªa el reparto. Por ejemplo, las ciudades europeas son las que tendr¨¢n mayor presencia (64 puestos), seguidas de las africanas (45) y las de la zona de Asia Pac¨ªfico (42). Por el contrario, el equilibrio de sexos brilla por su ausencia en la nueva organizaci¨®n, con una escasa presencia de mujeres y menos todav¨ªa en el comit¨¦ ejecutivo, donde hay menos de una decena de mujeres -alcaldesas y cargos electos locales- junto a un centenar de hombres.

La realidad democr¨¢tica de muchas de las ciudades que ahora se han integrado bajo el mismo paraguas es muy dispar, por lo que uno de los principales objetivos -y compromisos- de la declaraci¨®n fundacional de la CGLU ser¨¢ precisamente fortalecer los mecanismos democr¨¢ticos en los propios gobiernos locales. Reducir la pobreza, favorecer la inclusi¨®n social y garantizar un medio ambiente sostenible son otras metas de la organizaci¨®n nacida ayer en Par¨ªs, adem¨¢s de otras cuestiones, como la descentralizaci¨®n del poder.

En la clausura de la reuni¨®n fundacional, Clos destac¨® la importancia de que las ciudades puedan tener voz y peso tanto en el sistema de Naciones Unidas como en los grandes medios de producci¨®n, de energ¨ªa y de control de las finanzas. "Por eso es tan importante unificar la voz de las ciudades", dijo el alcalde de Barcelona.