La falta de candidatos a la Academia del Cine abre una crisis en la instituci¨®n
El nuevo presidente saldr¨¢ elegido en una asamblea entre la actual junta directiva
Nadie quiere ser presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematogr¨¢ficas. Al menos, nadie ha presentado su candidatura en el plazo exigido por los estatutos de la instituci¨®n. El pr¨®ximo d¨ªa 23, los miembros de la Academia se reunir¨¢n en el madrile?o cine Dor¨¦ y elegir¨¢n un nuevo l¨ªder entre los 26 miembros de la junta directiva. Mercedes Sampietro, presidenta en funciones durante los ¨²ltimos ocho meses, no se ha presentado a la reelecci¨®n por motivos laborales. Aunque la costumbre era que el presidente saliente buscara un equipo sustituto, ella no lo ha hecho: "Era una costumbre no necesariamente buena. Quiz¨¢ lo ocurrido obligue a que algo se mueva por fin en la Academia", afirma la actriz.
Lo ocurrido es, para algunos, la absoluta falta de inter¨¦s que tienen los casi mil miembros de la academia por la instituci¨®n que les representa. "No se trata de nada nuevo", aclara Joaqu¨ªn Oristrell, vicepresidente, con Marisa Paredes, de 2000 a octubre de 2003. "Siempre ha existido ese desinter¨¦s por asumir la presidencia. En todo este tipo de cargos, comprometidos y no retribuidos, nunca hay candidatos. Somos un pa¨ªs con un car¨¢cter poco asociativo. Es como ser presidente de la comunidad de vecinos, ?qui¨¦n quiere?".
El pasado jueves expiraba el plazo para presentar candidaturas a la presidencia de la Academia. Secretamente se barajaban algunos nombres, pero ninguno acept¨® finalmente el reto. Tampoco lo hizo la presidenta en funciones de cara a una posible reelecci¨®n. "Continuar en el cargo", afirma Mercedes Sampietro, "hubiera sido por mi parte inmoral. La Academia requiere total dedicaci¨®n, elaborar un plan serio de trabajo. Si durante los tres meses anteriores a los Goya la implicaci¨®n debe ser total, durante el resto del a?o debe ser continuada. Eres la cara del cine para pol¨ªticos y para otras instituciones, y no puedes tom¨¢rtelo a la ligera. Representas a muchas personas y t¨² deber es estar al d¨ªa en todo. A m¨ª, ahora mismo, el trabajo me impide esa dedicaci¨®n".
Sampietro, que pertenece a la junta directiva y, por tanto, podr¨ªa ser reelegida el pr¨®ximo 23 de mayo, a?ade: "No s¨¦ qu¨¦ podr¨¢ ocurrir entonces, no cierro ninguna puerta. Pero, insisto, trabajar y estar al frente de la Academia es muy duro".
"Lo ocurrido es sintom¨¢tico de que ser presidente de la Academia tiene m¨¢s inconvenientes que ventajas", a?ade uno de los mil acad¨¦micos que forman la instituci¨®n. "Es una losa. Ser presidente da m¨¢s disgustos que alegr¨ªas. Sin una compensaci¨®n econ¨®mica ni est¨ªmulos de ning¨²n tipo, est¨¢n ah¨ª para que les den bofetadas y nada m¨¢s".
"Ni ch¨®fer ni sueldazo, que nadie se equivoque", afirma Jos¨¦ Luis Borau, presidente de 1994 a 1998. "Yo viv¨ª m¨¢s en aquel despacho que en el m¨ªo. Y aunque todo el mundo reconoce la utilidad de la Academia, que curiosamente ha sido important¨ªsima sobre todo cara al p¨²blico m¨¢s joven, nadie quiere embarcarse en ella, a la gente le asusta esa responsabilidad". Gerardo Herrero, presidente en 1994 tras la muerte del actor Fernando Rey, a?ade: "Deber¨ªamos reflexionar y no olvidar que la Academia es de todos".
Algo personal
"La gente del espect¨¢culo no somos muy dados a meternos en estas cosas", contin¨²a Oristrell. "A Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n [presidenta entre 1998 y 2000] le cost¨® mucho convencerme; al final, casi me lo pidi¨® como un favor personal y yo acced¨ª, lo asum¨ª como un servicio p¨²blico. Ahora s¨®lo puedo decir que fue una experiencia muy positiva, que se lo recomendar¨ªa a cualquiera; me dio la oportunidad de vivir esta profesi¨®n de una manera muy completa, tener acceso a una serie de cosas que de otra forma jam¨¢s hubiera conocido. Es un trabajo pol¨ªtico, diplom¨¢tico, muy enriquecedor. La Academia es muy importante y creo que es un error por parte de la gente m¨¢s joven pensar que esto no va con ellos. La veteran¨ªa aqu¨ª no es un grado; aqu¨ª el ¨²nico grado es tener ganas de trabajar. Creo que los candidatos no deber¨ªan ser s¨®lo los mayores de 40 a?os".
Gerardo Herrero explica que existe una ley no escrita que desde siempre ha implicado al equipo saliente en la b¨²squeda de los sustitutos. Mercedes Sampietro no ha seguido esa tradici¨®n e ("involuntariamente") ha roto la baraja. "Yo no he estado en Madrid en los ¨²ltimos meses, estoy haciendo cine y teatro, y no pod¨ªa ocuparme de la Academia. La verdad es que ni me hab¨ªa planteado buscar sustitutos. Pero en cualquier caso, me parece que hay que replantearse muchas cosas y estudiar bien cu¨¢l es la manera de armar nuevas directivas. Ahora se abre una situaci¨®n diferente en la que habr¨¢ que colaborar m¨¢s y movilizarse m¨¢s. Hay una excesiva comodidad, incluso una cierta pasividad. Todos debemos estar m¨¢s pendientes", explica la presidenta saliente.
"Una crisis como ¨¦sta s¨®lo es positiva", finaliza Oristrell. "Creo que quiz¨¢ ha llegado la hora de cambiar algunas cosas dentro de la Academia. De las crisis salen los cambios, y es en las crisis cuando la gente toma conciencia de las cosas. Quiz¨¢ es un buen momento para la b¨²squeda de otras f¨®rmulas que refuercen una instituci¨®n fundamental para el cine espa?ol".
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