Nigeria impone el estado de emergencia para evitar un genocidio
Los enfrentamientos han causado 600 muertes
El presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, impuso ayer el estado de emergencia en el Estado central de Plateau, donde han muerto m¨¢s de 600 personas en enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, para evitar un "genocidio mutuo". La medida incluye la suspensi¨®n por seis meses del gobernador y del vicegobernador de Plateau, cuya Administraci¨®n ha quedado en manos del general retirado Chris Alli, designado por el Gobierno federal.
La decisi¨®n se produjo tras el estallido de la ola de violencia que comenz¨® el pasado d¨ªa 2 en Yelwa, donde grupos armados de cristianos tarok atacaron a los musulmanes hausa-fulani de la localidad. Seg¨²n l¨ªderes isl¨¢micos locales y fuentes de la Cruz Roja Internacional, m¨¢s de 600 musulmanes murieron en el ataque.
La polic¨ªa, sin embargo, cifr¨® los muertos en alrededor de un centenar. En el anuncio, transmitido a todo el pa¨ªs por la cadena nacional nigeriana de radio y televisi¨®n, Obasanjo puntualiz¨® que el resto de los funcionarios gubernamentales locales contin¨²a en sus puestos y que sus cargos y responsabilidades no han sido afectados por el decreto.
Obasanjo dijo que el Gobierno federal impuso el estado de emergencia en Plateau de acuerdo a las regulaciones de la Constituci¨®n, aprobada en 1999, cuando ¨¦l asumi¨® el poder en las primeras elecciones democr¨¢ticas del pa¨ªs en casi dos d¨¦cadas. La secci¨®n 305 de la Carta Magna estipula que "el presidente podr¨¢ imponer el estado de excepci¨®n si son afectados el orden o seguridad p¨²blicos en la federaci¨®n o alguna de sus regiones, a tal punto que sean necesarias medidas extraordinarias para restaurar la paz".
Al explicar su decisi¨®n, Obasanjo acus¨® al gobernador del Estado, Joshua Dariye -elegido como candidato del gobernante Partido Popular Democr¨¢tico (PPD)-, de "negligencia en su cargo, incompetencia, insensibilidad, falta de atenci¨®n y respeto por las autoridades [federales] constituidas".
El mandatario nigeriano puntualiz¨® que Dariye, que estaba en el extranjero, no regres¨® inmediatamente a su Estado cuando estall¨® la crisis y cuando lo hizo, se dirigi¨® directamente a Abuja (la capital federal) para atender un festival nacional de deportes.
El ataque que origin¨® la decisi¨®n es probablemente una venganza por la matanza que dos semanas antes perpetraron militantes musulmanes en una iglesia de Yelwa en la que estaban refugiados varios cristianos. Las autoridades han establecido seis campamentos en los alrededores de la ciudad para albergar a los cristianos desplazados, que est¨¢n protegidos por efectivos policiales. La tensi¨®n contin¨²a en otras zonas, con amenazas de ataques y contraataques de seguidores de las dos religiones en la mayor¨ªa de los 36 Estados nigerianos. En los ¨²ltimos tres meses, m¨¢s de 70.000 personas han sido desplazadas por los conflitos.
Los cerca de 130 millones de nigerianos est¨¢n divididos casi por igual entre musulmanes y cristianos. La introducci¨®n en 1999 de la sharia (ley isl¨¢mica) en el norte de Nigeria, donde los musulmanes son mayor¨ªa, marc¨® el inicio de enfrentamientos entre ¨¦stos y los cristianos de la regi¨®n, que han causado la muerte de m¨¢s de 10.000 personas.
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