Sin agua, sin luz y sin morgues

Sin luz durante horas y con el agua corriente funcionando a ratos, muchos vecinos del campo de refugiados de Rafah han pasado los dos primeros d¨ªas de ofensiva israel¨ª entre la incertidumbre de los que han abandonado sus casas, ya que no saben si las volver¨¢n a ver, y el miedo de algunas familias a trav¨¦s de cuyas viviendas han pasado los militares israel¨ªes librando combates contra los milicianos palestinos.

"Tengo un tanque a menos de 150 metros de mi casa. No podemos salir y apenas tenemos comida", se?alaba por tel¨¦fono Said Abu Mushmad, un vecino del centro de Tel al Sult¨¢n, el epicentro de la Operaci¨®n Arco Iris.

Su caso no era el ¨²nico, aunque, por lo menos, los soldados estaban fuera. Varias familias se vieron obligadas a refugiarse en la cocina mientras los soldados israel¨ªes, en su avance casa por casa, ocupaban el resto de la vivienda y practicaban peque?os agujeros en algunas paredes para sacar por all¨ª las bocachas de sus armas. En algunos casos todos, civiles palestinos y soldados israel¨ªes, comparten la misma habitaci¨®n, sentados y tumbados en el suelo, expectantes y tensos.

"?C¨®mo vamos a manejar la situaci¨®n? Ning¨²n hospital en el mundo puede con esto"

En el dispensario m¨¦dico de Rafah cualquier cosa que produzca fr¨ªo vale para conservar a los cad¨¢veres. Si tras el primer d¨ªa se empleaba un congelador para verduras, ayer eran frigor¨ªficos que normalmente hubieran debido albergar ramos de flores.

"Son las flores m¨¢s bonitas, son nuestros m¨¢rtires", dec¨ªa uno de los m¨¦dicos. Muchos heridos, los menos graves, desisten directamente de acudir al centro sanitario para ser atendidos y tratan de acceder a otras zonas, como Jan Yunes, buscando cura.

Dentro del dep¨®sito de cad¨¢veres, gran parte de los cuerpos han sido envueltos en banderas de los diferentes movimientos radicales palestinos -Ham¨¢s, Yihad o las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa- y aunque el islam -y, dada la situaci¨®n, el sentido com¨²n tambi¨¦n- prescribe que el enterramiento debe ser efectuado en un breve periodo de tiempo, los m¨¦dicos prefieren conservarlos mientras puedan, ya que en muchos casos sus familiares no saben que han muerto.

Tras la matanza de ayer en Rafah, el Ej¨¦rcito israel¨ª levant¨® el cerco al menos para las ambulancias, que pudieron evacuar a numerosos heridos a otros hospitales de la Franja, entre ellos el hospital de Gaza, que en cuesti¨®n de horas se vio desbordado.

"?C¨®mo vamos a poder manejar esta situaci¨®n? No hay ning¨²n hospital en el mundo pueda con esto", se quejaba el doctor Moawiya Hassanain, del hospital de Gaza. "Tengo instrucciones del presidente Arafat de movilizar a todos nuestros equipos inmediatamente hacia Rafah y de declarar el estado de emergencia en todos los hospitales de Gaza.

Pero "todos los hospitales de Gaza" son en su mayor¨ªa un conjunto de peque?as cl¨ªnicas atestadas de pacientes y donde no siempre se tienen las medicinas necesarias. De hecho, el caos de ese sistema fue aprovechado por la organizaci¨®n radical Ham¨¢s para organizar su propia red sanitaria, mucho m¨¢s eficiente, y ganar prestigio social entre los palestinos.