La Virgen de 'La Pasi¨®n' defiende la sinceridad de la obra de Mel Gibson

Morgenstern, que actu¨® junto a Harvey Keitel en La mirada de Ulises, es puro nervio. Come compulsivamente colines mientras habla, pero su rostro cambia en un segundo cuando el fot¨®grafo le pide que ponga cara de Virgen. Gibson la vio "llena de ternura" en El lecho de Procusto, de Sergiu Prodan y Viorica Mesina, y le ofreci¨® el papel.

Al comienzo del rodaje, Morgenstern, que tiene dos hijos de 20 y 5 a?os, se qued¨® embarazada. No lo esperaba, pero se alegr¨®. "Hablar de maternidad y tener un ni?o, dicen, y puede que tengan raz¨®n, te pone una luz especial en la cara", explica. Y es justo lo que ella necesitaba para dar vida a la madre de Jes¨²s. "Los investigadores piensan que en el renacimiento, los pintores escog¨ªan a mujeres embarazadas por la luminosidad de sus rostros", prosigue.

Asegura que no tiene especial inter¨¦s en ser una estrella internacional: "Quiero seguir trabajando en Rumania, porque amo su teatro. Estoy en el teatro Jud¨ªo, el teatro jud¨ªo m¨¢s antiguo del mundo, y en el teatro Nacional. Me gusta c¨®mo nos trata el p¨²blico en todo el pa¨ªs. Nos esperan emocionados". No deja de ser consciente de que ganar¨ªa m¨¢s fuera, pero pretende "luchar con todas las fuerzas para dignificar el papel de actor en Rumania, donde los artistas no est¨¢n bien pagados". "Puede sonar muy ingenuo o muy quijotesco", aclara, "pero es lo que quiero".

Habla con emoci¨®n del teatro Jud¨ªo: "La comunidad jud¨ªa es muy peque?a en Bucarest, unas 15.000 personas. Es muy interesante porque muchos de los actores del teatro Jud¨ªo no son jud¨ªos, pero actuamos todos juntos en producciones jud¨ªas en hebreo traducidas al rumano. Es una buena prueba de que el arte, el teatro, puede hacerse conjuntamente".