Mar¨ªa Rovira, una maravillosa aventura

Cuando se film¨® Tierra y libertad, de la mano de Ken Loach y de Marta Esteban, Maria Manonelles revisit¨® su juventud y nos la recordaba entre risas y l¨¢grimas.

Fue la compa?era de Josep Rovira, el dirigente que organiz¨® y dirigi¨® la 29? Divisi¨®n del POUM, que junto a sus camaradas fue inicuamente perseguido por los estalinistas, que organiz¨® uno de los m¨¢s eficaces servicios de evasi¨®n en la Francia ocupada por los nazis , y que , con el sector mayoritario del POUM, impuls¨® la creaci¨®n del Moviment Socialista de Catalunya en 1945, orientando con su intuici¨®n especialmente brillante todo el proceso de la unidad socialista en Catalunya que dio origen al PSC. En estos y en otros combates, Maria y Pep Rovira estuvieron siempre juntos. Se hab¨ªan conocido en 1932, cuando ella era una compa?era casi adolescente del comit¨¦ de Barcelona del Bloc Obrer i Camperol y ¨¦l regresaba de un exilio americano comenzado tras el intento de Maci¨¤ en Prats de Moll¨®. Se unieron en marzo de 1936 y en julio, Maria subi¨® con ¨¦l al frente de Arag¨®n y vivi¨® all¨ª las horas vibrantes de los primeros combates en Tierz y en Si¨¦tamo.

En plena tragedia de la guerra civil, tuvieron a¨²n el coraje de tener dos hijos, Mireia y Roger, este ¨²ltimo nacido ya en el exilio, en Perpiny¨¤, en julio de 1939. En vigilias de la ocupaci¨®n nazi de Francia, los Rovira rechazaron la propuesta de exilarse a Am¨¦rica diciendo que prefer¨ªan seguir luchando en Europa: "les passarem putes, per¨° quina meravellosa aventura!". Cuando Maria enterr¨® a su marido en Boulogne-Billancourt, en febrero de 1968, hizo la promesa de devolver sus restos a Catalunya. La cumpli¨®. Tambi¨¦n ella ha muerto en Par¨ªs, pero descansar¨¢ junto a su compa?ero en Rub¨ª.

Albert Camus dej¨® escrito, en L'homme revolt¨¦, que para este tipo de militantes que encarnaban los Rovira y tantos y tantas militantes de la libertad y el socialismo en el siglo XX, "existe la historia y existe otra cosa: la simple felicidad... la belleza". Maria Rovira, esta mujer radiante que acaba de dejarnos, ha sido un testimonio permanente de que una entrega hasta el sacrificio a una causa, era recompensada en t¨¦rminos de una vida llena de lucha, de sentido y de afectos, una vida de penalidades pero tambi¨¦n de felicidad y belleza. Una maravillosa aventura.