"El escenario es un lugar sagrado"
Hac¨ªa muchos a?os que no cantaba en Espa?a. En Madrid estuvo con su hermano Caetano Veloso en 1985. Despu¨¦s actu¨® en Barcelona y ya nunca m¨¢s hasta estos recitales de mayo que la han tra¨ªdo a Gran Canaria y Tenerife. Maria Beth?nia, que en julio se presentar¨¢ en La Mar de M¨²sicas, ha grabado en sus discos con Jo?o Gilberto, Gilberto Gil, Edu Lobo, Nina Simone o Ladysmith Black Mambazo y ha cantado con Hanna Schygulla y Luciano Pavarotti. En Maria (1988) tuvo a la actriz Jeanne Moreau recitando una adaptaci¨®n al franc¨¦s de Poema dos olhos da amada, de Vinicius de Moraes,
Maria Beth?nia Vianna Telles Veloso (Santo Amaro da Purifica??o, 1946), hija del se?or Zeca, empleado de correos, y de dona Can?, tiene una de las voces m¨¢s carism¨¢ticas de Brasil. Su nuevo disco, a¨²n in¨¦dito, est¨¢ dedicado al poeta Vinicius de Moraes. "La idea vino por lo mucho que le echo de menos", dice en entrevista telef¨®nica. Si hay un disco brasile?o presente en miles de hogares espa?oles es aquel de 1970 en el que Maria Beth?nia cantaba junto a Vinicius de Moraes y Toquinho en La Fusa. "Se grab¨® en Argentina y no se conoc¨ªa en Brasil hasta hace poco. Siempre tuvo mucho ¨¦xito en Europa".
Hace diez a?os que grab¨® Las canciones que hiciste para m¨ª, con obras de Roberto Carlos. Se convirti¨® en uno de sus discos m¨¢s vendidos, aunque sin superar las cifras de ?libi (1978): "Fui la primera mujer que vendi¨® m¨¢s de un mill¨®n de discos en Brasil". Su discograf¨ªa -m¨¢s de 40 t¨ªtulos- incluye muchas grabaciones en directo. "Son trabajos completamente distintos. Aunque los dos me traducen. La escena tiene una carga dram¨¢tica mucho m¨¢s acentuada con una respuesta inmediata del p¨²blico. Y el estudio es aquella cosa solitaria, en la que repites y escoges, y puedes volver a hacerlo de manera diferente", se?ala.
En sus recitales, Maria Beth?nia lee y recita textos y poemas de Fernando Pessoa, Clarice Lispector, Guimar?es Rosa o Mario de Andrade. Lo viene haciendo desde Rosa dos ventos (1971). "Es lo que distingue mi carrera de la de cualquier otra cantante en Brasil. Siempre hay un hilo conductor teatral", explica. Con el disco Maricotinha ao vivo (2002) celebr¨® 35 a?os sobre los escenarios: "Para m¨ª es un lugar sagrado. D¨®nde puedo expresarme, soltar mis demonios, encontrarme con mis dioses. Si un d¨ªa deja de serlo me ir¨¦ a la platea".
Le gusta grabar compositores de la nueva generaci¨®n como Adriana Calcanhotto, Ana Carolina, Vanessa da Matta, Zelia Duncan... En el repertorio suele combinar esas canciones nuevas con cl¨¢sicos del cancionero popular. "Una selecci¨®n muy libre. Igual puedo cantar una obra de Vinicius y Jobim que algo de Arnaldo Antunes. Canto aquello que me da placer y cuando considero que tengo el sentimiento suficientemente maduro para poder traducirlo como int¨¦rprete. Y espero que le llegue a alguien".
En el 2000, grab¨® C?nticos, preces, s¨²plicas ¨¤ Senhora dos Jardins do C¨¦u, un disco cuyos beneficios se destinan a conservar la parroquia de Nossa Senhora da Purifica??o, en Santo Amaro, a 72 km de Salvador. "Tiene que ver con la devoci¨®n por nuestra patrona. He sido bautizada en la religi¨®n cat¨®lica, aunque mi opci¨®n ya adulta sea el candombl¨¦
".
"Siempre he hecho lo que quer¨ªa, pero en estos momentos lo hago en un grado insoportablemente alto", dice riendo. Beth?nia es la primera gran artista brasile?a que ha cambiado una multinacional, BMG, por un sello peque?o, Biscoito Fino. "Las multinacionales cumplen su papel. Son empresas extranjeras en un pa¨ªs con m¨¢s del 70% de su poblaci¨®n por debajo de la l¨ªnea de miseria, pero musicalmente extraordinario. Llegan ellos con un poco de dinero en la cartera y son los reyes absolutos. Ahora est¨¢n viendo que esa prepotencia de marketing, en la que ya no se necesita tener talento, no funciona".
Con Biscoito Fino tiene libertad para realizar proyectos especiales: como el disco de Dona Edith do Prato, de 86 a?os, que canta en las fiestas mientras marca el ritmo rascando un plato con un cuchillo o "un posible disco m¨ªo sobre el mar de Caymmi, el Atl¨¢ntico del lado que me llega, y del lado que ba?a a Portugal, el mar de Sophia de Mello Breyner". Tambi¨¦n ha editado Brasileirinho, uno de sus mejores discos en a?os y el que m¨¢s le gusta a su madre, la nonagenaria dona Can?.
En 1964 inaugur¨® el teatro Vila Velha, en Salvador, con N¨®s, por exemplo, un espect¨¢culo con Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa y Tom Z¨¦. All¨ª estaba el germen del tropicalismo, al que ella no se afili¨®. "No quer¨ªa ese compromiso de ser miembro de un movimiento cultural. Siempre fui tropicalista, pero tambi¨¦n un mont¨®n de otras cosas", cuenta Beth?nia.
Fue la primera en grabar una canci¨®n de su hermano. "Caetano no era conocido y cuando sustitui a Nara Le?o en el Opini?o, en 1965, abr¨ªa el espect¨¢culo cantando una canci¨®n suya, ? de manha". Ten¨ªa entonces 19 a?os y su interpretaci¨®n de Carcar¨¢ puso su nombre en boca de todos.
Vive junto a la Rocinha, una de las mayores favelas de R¨ªo de Janeiro, noticia estos d¨ªas por los tiroteos entre narcotraficantes. "Es un terrorismo medio desorganizado", dice. "La lucha por el poder, aunque sin el cu?o religioso ni la defensa del territorio. Ellos defienden su negocio. Ustedes quiz¨¢ no oigan tiros, pero tambi¨¦n despiertan con ese miedo silencioso de que algo terrible puede suceder. Porque el mundo se ha vuelto loco".
Una deliciosa galleta
Biscoito Fino es un sello discogr¨¢fico que naci¨® cuando Kati de Almeida Braga presid¨ªa el Pa?o Imperial, un museo del centro de R¨ªo de Janeiro. Quiso organizar un ciclo de m¨²sica y se lo encarg¨® a la cantante Olivia Hime. Las dos quedaron entusiasmadas con la calidad de los conciertos y acabaron por grabarlos con el fin de hacer un sello brasile?o. Biscoito Fino creci¨® poco a poco hasta el d¨ªa en que Beth?nia decidi¨® estampar su firma. "Ella siempre fue uno de mis ¨ªdolos y decid¨ª organizar mejor el sello para recibirla", cuenta Kati de Almeida Braga. Ahora tiene un cat¨¢logo muy cuidado con las ¨²ltimas grabaciones de Paulinho da Viola, S¨¦rgio Santos, Simone Guimar?es o M?nica Salmaso, reediciones de obras descatalogadas y discos como la Sinfon¨ªa do Rio de Janeiro
de S?o Sebasti?o o Jobim Sinf?nico.
La Asociaci¨®n Brasile?a de Productores de Discos (ABPD) ha bajado el list¨®n del disco de oro de 100.000 discos a 50.000. A Biscoito Fino la crisis le afecta menos. "Funcionamos con costes fijos muy bajos. No necesitamos colocar sobre los discos esos enormes gastos generales que a la industria le impiden hacer discos que para nosotros son fundamentales, de m¨²sica instrumental o de cantantes que empiezan". Kati de Almeida Braga, due?a del Banco Icatu, no necesita ir a la ¨®pera para distinguirse: "En Brasil las ¨¦lites econ¨®micas escuchan m¨²sica popular".
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