Pasos tard¨ªos de Bush

Bush tiene una estrategia para intentar recuperar la popularidad con vistas a sus elecciones de noviembre, pero no para resolver la situaci¨®n en Irak, para lo que no tiene nuevas ideas. De su discurso en el Colegio Militar de Carlisle y del borrador de Resoluci¨®n presentado por EE UU y el Reino Unido al Consejo de Seguridad se desprende un plan en torno a la "transferencia de soberan¨ªa" el 30 de junio a un Gobierno provisional iraqu¨ª designado por la ONU, con un presidente, dos vicepresidentes, un primer ministro y 26 ministros, que a pesar de su tama?o tendr¨¢ poderes m¨¢s formales que reales. Pero no hay plan B alternativo.

Los promotores anglo-americanos de la nueva resoluci¨®n dan por seguro que el nuevo Gobierno provisional solicitar¨¢ la permanencia de estas tropas, transform¨¢ndolas de ocupantes en invitadas, liberadas as¨ª de las obligaciones que conlleva el status de ocupante, como el respeto a los Convenios de Ginebra, violados en tantos y diversos aspectos. La Administraci¨®n de Bush cree que la gente en Irak dejar¨¢ as¨ª de percibir a EE UU como ocupante.

Pero se requiere m¨¢s que un cambio de formas, y en cualquier caso un compromiso firme de retirada. Pese a que el m¨¢ximo aliado de Bush, Tony Blair, asegur¨® ayer que las tropas extranjeras se quedar¨¢n lo que quiera el nuevo Ejecutivo iraqu¨ª, Bush ha anunciado exactamente lo contrario: que puede ampliarse el contingente, que permanecer¨¢n el tiempo necesario y que no se someter¨¢n a un mando militar que no sea norteamericano.

El discurso del presidente no aporta propuesta novedosa alguna, salvo la demolici¨®n de la prisi¨®n de Abu Ghraib, "s¨ªmbolo de muerte y tortura" y -¨²nica concesi¨®n a los cr¨ªticos- de "una desgraciada conducta por unas pocas tropas americanas". El resto es una renovada insistencia en que Irak se ha convertido en "el frente central de la guerra contra el terror". En cuanto al plan en "cinco pasos", es un mero enunciado de objetivos deseables -Gobierno iraqu¨ª, seguridad, reconstrucci¨®n, apoyo internacional y elecciones- que podr¨ªa haber tenido sentido hace un a?o, pero llega tard¨ªamente.

No se propone un control de la ONU sobre el proceso militar como ped¨ªa Zapatero, lo que confirma el acierto de sus previsiones. El papel del Consejo de Seguridad queda relegado a renovar el mandato para un a?o de la fuerza multinacional, uno de cuyos cometidos es proteger a los funcionarios de la ONU. Esta organizaci¨®n ha de contribuir a preparar las elecciones en enero, la constituci¨®n y los comicios definitivos que en el oto?o de 2005 habr¨ªan de llevar a un Gobierno plenamente leg¨ªtimo. Y s¨®lo para intentarlo es condici¨®n imprescindible que se descarten las iniciativas que comprometan la neutralidad de la ONU m¨¢s de lo que ya lo est¨¢ en estos momentos. El horizonte de permanencia de las tropas extranjeras no deber¨ªa ser otro que el de la celebraci¨®n de unas elecciones plenas en Irak y lo que decida el Gobierno salido de ellas. Todo lo otro es profundizar en los errores cometidos hasta ahora.