Eslovenia, el cerco de un idioma

Lengua de origen eslavo, pero con alfabeto latino gracias a la aportaci¨®n de monjes irlandeses en el siglo VIII, el esloveno es un idioma hablado por apenas dos millones de habitantes. Este escaso n¨²mero de hablantes de un pa¨ªs integrado durante siglos primero en el Imperio austroh¨²ngaro y, m¨¢s tarde, en la antigua Yugoslavia, explica que la literatura eslovena apenas sea conocida fuera de sus fronteras. A la inversa, los habitualmente pol¨ªglotas eslovenos conocen bastante las literaturas en alem¨¢n o en serbocroata. Ni siquiera la independencia en 1991 ha permitido una mayor proyecci¨®n exterior.

Con excepci¨®n del ensayista Slavoj Zizek (Liubliana, 1949), apreciado en Estados Unidos y en la Uni¨®n Europea por sus obras de inspiraci¨®n marxista y lacaniana como La pol¨ªtica de la diferencia sexual (Episteme), El fr¨¢gil absoluto o ?por qu¨¦ merece la pena luchar por el legado cristiano? (Pre-Textos) o ?Qui¨¦n dijo totalitarismo?: cinco intervenciones sobre el (mal) uso de una noci¨®n (Pre-Textos), el resto de autores eslovenos, tanto novelistas como poetas, son perfectos desconocidos.

Despu¨¦s del periodo de la Yugoslavia socialista (1945- 1991) en el que autores como el novelista Voranc Prezihov o el poeta Matej Bor, optaron por el realismo en sus diferentes variantes, los escritores actuales como Rudi Seligo tampoco han roto el casi insalvable cerco de un idioma minoritario. Entre tanto de Drago Jancar puede leerse en espa?ol El deseo burl¨®n (Met¨¢fora).